Mula: voces femeninas y electrónica con sabor a mar Caribe

Anabel Acevedo, Rachel Rojas y Cristabel Acevedo son Mula / Foto: Ga Robles

Las Acevedo, aquellas gemelas dominicanas preciosas que conversaron años atrás con Radio COCOA, hace poquito se encontraron con Rachel Rojas y vieron surgir un proyecto que no hubieran advertido antes para sus vidas. Rachel les lanzó unos beats electrónicos, un poquito de dembow con el subwoofer bien calibrado, merengue apretao sometido a unas líneas de house oscuro, y sobre ese afrecho empezaron a hacer la música que ahora nos mueve cuando escuchamos Mula.

Desde el año pasado, la rutina de las hermanas Anabel y Cristabel Acevedo gira en torno a la experimentación con su nueva música. En las mañanas, las gemelas van al gimnasio, se arreglan, comen y parten para la casa de Rachel, donde empieza la acción. Componen, cantan, responden correos. Mezclan sus voces con la base que Rachel prepara en su laboratorio cósmico, en su computador y su consola.

“Somos el único proyecto electrónico de mujeres, al menos por ahora, sí”, cuenta Rachel. En la escena alternativa de República Dominicana se vive un surgimiento de bandas ricas en novedad y vitamina. Entre tantas apuestas electrónicas, no hay otra que tenga la sensualidad sombría ni los destellos de ritmo y sabrosura de Mula, combinados en una sola poción.

Su música recuerda a veces al merengue de Rita Indiana y Los Misterios, quien dejó su trono de reina de la música dominicana experimental tras aturdirse por la fama. No toca más, pero fue la pionera. “Nos gusta que nos comparen con ella porque nos encanta, nos fascina”, dice Cristabel. Aunque nunca se han conocido en persona (Rita Indiana vive ahora en Puerto Rico), ella les ha puesto el ojo. Un día escribió un tweet en que invitaba a que cacharan su música. Las Mula, colapsaban de la emoción en su estudio.

Como ella, sitios de música de Latinoamérica han validado el trabajo de Mula remojado en el más fresco y sincero dominican power. Remezcla o Puerto Rico Indie han mostrado cada paso de su corta carrera, así que algunos gestores, luego de dar la probadita a su música, han terminado invitándolas a festivales en Nueva York o Cuba.

Precisamente, en la piscina del Hotel Vedado, en La Habana, hacemos esta entrevista en la que sale a flote la sinceridad de sus personajes. Las gemelas son idénticas y tímidas, risueñísimas buena onda. Cuando les pregunto algo, se miran de manera cómplice, me miran atentas y se ríen con los ojos antes de lanzar sus respuestas. Cero divas. Rachel, un poquito más pequeña en tamaño—e igual de empoderada—, complementa el trío que al subirse al escenario, muta su timidez en puro ritmo y delicia vocal.

Anabel confiesa que no habían explorado antes en la música que hacen ahora. El aprendizaje ha consistido en hacer ejercicios de ir y volver entre la electrónica y los ritmos Caribe, en volver a escuchar las bachatas viejas que pasan por la radio, en dejarse mover para soltarse y divertirse.

En esa práctica, Rachel empieza siempre con una batería electrónica, un bajo, un pad. En seguida, entran los sintetizadores y luego por ahí las percusiones afrocaribeñas. Congas, bongós, tamboras, güiras, percusiones de Brasil, Argentina, Perú, pero sobre todo las suyas, esas que revuelven los músculos a cualquiera, más que sea un poquito.

Mula / Foto: Ga Robles

Apenas han dado cinco shows desde que empezaron a tocar a finales de 2015. Continúan probando con reproducciones y van armando un sonido con el que se sienten cada vez más contentas. En el camino, muestran su imagen indie de trío de chicas y han dado papaya en las redes sociales. Todas sus canciones están en Spotify y Bandcamp y en Soundcloud pusieron a disposición –sin costo- la descarga de su disco de remezclas, MULA Remixes.

Llamar la atención no ha sido un punto de quiebre para la banda de Cristabel, Anabel y Rachel (¡combinan tanto!). Es sólo el principio. Por estos días, posteriores a nuestro encuentro en Cuba, andan a full trabajando en el disco que quieren sacar este año, espesando la colada sónica que las mantiene presentes en el oído latinoamericano. “Yo creo que va a generar otra sensación. El disco tendrá canciones con mucho más brillo, serán más divertidas”, dice Rachel y detrás de sus lentes de marco grueso se achinan sus ojos y se ríe. Las gemelas la miran compartiendo la sonrisa. El tiempo las agarra y las abraza, las siguen invitando a lugares a tocar. Nosotros, sumidos en el tum-taca-tum-ta, volamos con los amigos, nadamos con las amigas, queremos más, queremos más.

Escucha su álbum completo Mula (2015):

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