El pasado 26 de junio, la banda cuencana emergente de rock alternativo, Molicie, lanzó su disco debut homónimo. El álbum es un homenaje a un pasado adolescente recordado con nostalgia.
Foto: archivo de Molicie
Integrantes: Fico Abad (voz y guitarra), Ernesto Aguilar (voz y guitarra), Diego Torres (guitarra), Pol Correa (teclados y trompeta), Difer Berrezueta (batería) y Matías López (bajos y coros)
Ciudad: Cuenca
No hay etapa más extraña, curiosa y ambigua que la adolescencia, un período de metamorfosis que abruma con los sentimientos y las contradicciones. También son años de abandonarse a la pereza, al placer de hacer nada, y sentirse bien siempre y cuando estén los amigos. De esta etapa nace Molicie, banda cuencana de rock alternativo y su disco debut homónimo.
El álbum ha estado gestándose desde hace más de seis años —quizá muchos más si contamos los años de amistad de sus creadores— y por fin vio la luz a finales de junio. El 26 de ese mes, Molicie anunció el lanzamiento del disco a través de sus redes sociales. Está disponible en Spotify y en YouTube.
“Hace años que tocábamos en la casa del Cuchucho (Ernesto Aguilar, voz y guitarra) con guitarras acústicas, canciones que compusimos para nosotros mismos en realidad, pero sonaban bien y le metíamos pasión”, cuenta Fico Abad (voz y guitarra).
El primer disco de Molicie es una oda a las vivencias adolescentes. Foto: archivo de la banda
Mayores, pero con la misma pasión, los seis integrantes de Molicie decidieron trabajar en un álbum completo para consolidarse como banda. Sin ser ordinaria, la propuesta de Molicie trae al presente una época noventera que hace extrañar esa fase de pubertad, caracterizada por hacernos experimentar un sinfín de sentimientos.
Los elementos musicales y sonoros, en especial las guitarras y los coros, despiertan un sentimiento de nostalgia por una época más despreocupada, más imprudente.
Un ciclo de crecimiento
El álbum de 47 minutos ofrece 10 canciones que, escuchadas de inicio a fin, son un recorrido de maduración de la propia banda. “Es como un ciclo de crecimiento de alguien joven que está experimentando recién la vida, los amigos, las salidas”, explica Fico.
Con “El Sol Saca a la Luz Todos los Demonios”, la primera canción del disco, el joven de la analogía inicia su viaje. A medida que avanza, empieza a cuestionar lo que le rodea. Así, “Irte a Joder” y “Carekulebra”, las que siguen, hablan “un poco de la rebeldía y de sacar la rabia de lo que se considera injusto y que necesita un espíritu transgresor”, explica Ernesto.
A la mitad del disco, sin embargo, se evidencia una transformación. Con más calma, como si ese ser hubiese parado a tomar un respiro, la adolescencia y la madurez llegan a buenos términos. Entonces, un solo de trompeta al final de la cuarta canción, “Mi Novia de 100 – Y el Miedo a Mi Auto Nuevo”, hace sútilmente esa transición. En la sexta canción, “Vientos”, se percibe definitivamente un sentimiento más relajado: “Viene con la misma fuerza el viento. Deja que tu cuerpo haga el movimiento, liberando todo lo que odias”.
Con “Pueblos Mal” culmina el viaje y para entonces Molicie revela una impronta que, como su nombre lo indica, se trata de tomar las cosas con calma, blandura, deleite y comodidad.
El fin y el inicio
Aunque muchos detalles se pierden en una entrevista en línea, la química que existe entre los muchachos trasciende la pantalla. Cuando Fico, Ernesto y Diego Torres (guitarra) hablan del proceso como agrupación, está implícita en su relato la añoranza por años pasados, por todo lo que significó para ellos crecer entre amigos en su ciudad, Cuenca.
Portada de Molicie. Foto: archivo de la banda
“Full canciones fueron compuestas a la orilla del Tomebamba. Era una época en la que salíamos a la calle con las guitarras acústicas, pasábamos la tarde y la noche con las guitarras al lado”, rememora Diego.
Ha sido un proceso largo de pausas y reencuentros. Muchas canciones quedaron fuera, pero “decidimos ser fieles a estas canciones que ya estaban desde antes”, dice Diego. El lanzamiento del álbum fue el fin de una etapa y el inicio de su trayecto como banda consolidada.
Y aunque ahora no pueden girar el disco, esperan alcanzar muchos oídos y aprovechar las plataformas digitales. Sus planes también incluyen trabajar en material visual para sus canciones, como el videoclip de “Rompecabezas” hecho con stop motion por Antonia Aguirre.
Mientras el grupo trabaja en propuestas nuevas, nos invitan a disfrutar las canciones “como un pequeño soundtrack para ese momento en el que quieres chillear, relajarte y darte un poco a la molicie”.
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Puedes seguir a Molicie en su PÁGINA DE FACE o escuchar su música en su SPOTIFY.
