MINA debutó en el extranjero y decidió hacerlo tan solo cuatro shows luego de haber salido por primera vez a un escenario. Fue la única ecuatoriana seleccionada para dar un showcase en la Feria Internacional de Música de Guadalajara, FIMPRO. ¿Qué tal esa experiencia?
“Candidata a revelación del año” fue el epíteto que el periodista Humphrey Inzillo, de Diario La Nación de Argentina dio a MINA, la performer quiteña que acaba de estallar. En la FIMPRO –la feria internacional de música de Guadalajara- tuvo su cuarta presentación en vivo y demostró la fuerza de entregar todo arriba, sin dejar que importe más la calle o el camino recorrido.
MINA fue seleccionada como uno de las 33 proyectos que darían su showcase (o una muestra pequeña de tu show) en una de las ferias más importantes de Latinoamérica. Se fue con lo que tenía: un show de visuales, su baterista Andrés Benavides y la actitud desafiante de mujer empoderada que ha ido desarrollando sobre las tablas. Sufi. La gente se enganchó con su performance untado de hip hop electrónico y desafiante sonido latino, las críticas fueron buenas en su mayoría y llamó a bailar al público que cayó esa tarde a la Rambla Cataluña, el anfiteatro donde tocó junto a otros proyectos escogidos.
MINA en la foto principal del artículo de Diario La Nación (ARG) sobre FIMPRO / Foto: Archivo de la artista
“El momento que enviamos la aplicación para el FIMPRO sabíamos que el proyecto era muy joven. Pero siempre tuvimos la idea de dar pasos firmes”, comenta MINA ahora ya en Ecuador, preparando el lanzamiento de sus primeros temas.
Su show no sólo llamó la atención por su carácter decidido al momento del combate. Digamos que por detrás hubo dos años de harto camello para desarrollar todo lo que en 30 minutos se convertiría en un atrayente espectáculo protagonizado por dos personas. “Sabíamos que queríamos generar algo muy distinto a lo que estaba pasando. Me fui curtiendo desde el estudio. Nuestra formación de dos nos da chance a que se pueda experimentar cosas”.
MINA debutando en el foro Rambla Cataluña, en Guadalajara / Foto: Archivo de la artista
La visión de su productor, Ivis Flies, entra a jugar un papel clave en el show de MINA. Detrás de la idea de formar una cantante, está también la experimentación con visuales, con una propuesta estética y de actitud. Es que, si hablamos de estos tiempos, la música no tiene por qué jugar sola. El concepto hace de motor para que se prenda sumado a otros juguetes y el público reciba todo un compuesto de energía a cambio de su presencia.
Así, la actitud que le permitió a MINA a animarse a viajar a Guadalajara, fue la misma que le permitió dar un buen show. “Si eres muy quisquilloso, podrías no estar listo nunca. Por eso es mejor pensar en que tienes algo bueno y solo dar el salto. Además siempre puedes aprender estando afuera”, dice Marissa Rodríguez, alias MINA. Asegura que otra de las situaciones positivas de haber tocado afuera, sea como sea, fue recibir el feedback de profesionales del mercado, lejanos a su propuesta, que no son parte de su comunidad. «Te ven en otro contexto y no te conocen, eso cambia la perspectiva».
Con estos retos, el crecimiento para la artista tuvo que acelerarse. Y la seguridad, volverse una permanente. MINA sale con su pelo enrulado, su chompa dorada, sus pasos desafiantes y no le queda más que empezar a soltar las líricas que ha preparado para dejar quieto al público. Se empodera y deja salir al personaje.
Esa misma energía siente MINA que vieron los músicos mexicanos que iban antes que ella. “Cuando nos encontramos en los camerinos, me vieron y dijeron: ‘’¡Qué chido wey, esta chica viene del futuro!’”.
