Mateo Kingman empieza a extender el vuelo. Tras su anexión al sello AYA y una comentada presentación impecable en el Terrasónica, empieza a resbalar su carrera por un tobogán que lo lleva a otros países de Latinoamérica.
Mateo Kingman sobre el escenario / Foto: Annia Olmedo
Hace unos días, el músico que creció en la selva amazónica de Ecuador, anunció que participará en la primera edición del Festival Tlalpan 2016, en México D.F. entre el 14 y el 17 de junio, así como en el mercado musical FIMPRO, en Guadalajara entre hoy 25 y el 28 de mayo.
Estas noticias no vienen solas. Las persigue un momento de buenas noticias de músicos ecuatorianos en diferentes partes del mundo. «Creo que es un momento importante para muchos proyectos en el Ecuador. Muchos ojos se posan en esta región y creo que se debe a la profunda investigación que se está haciendo de las raíces, de la renovación de la tradición y de la manera en que estos proyectos están plasmando las nuevas ideas», comenta Mateo, en una entrevista con Radio COCOA días antes de partir a Guadalajara.
Mateo intenta mantenerse siempre con los pies en la tierra. En especial en estos momentos cuando muestra a Ecuador todas las posibilidades creadas bajo Respira (2015) y que le han servido de punto de partida para seguir componiendo. Pronto llegará un nuevo momento de reclusión para empezar un segundo disco.
Para este año, el show se hace mucho mas auténtico. Cero guitarras, muchos beats, samples y sintetizadores tocados en vivo junto a instrumentos tradicionales. «Tratamos de llevar a la gente a un lugar específico: el monte».
Mateo Kingman firmó hace poco con AYA Records, una nueva disquera que se desprende de la costilla de ZZK Records, de Argentina. En su poco tiempo de existencia, ha colocado bajo su ojo y dirección a proyectos como el de Mateo y EVHA de Ecuador, Río Mira e Ifé.
