Lukas Avendaño, una apuesta por las utopías y lo inimaginable

por Bernarda Troccoli
El artista mexicano Lukas Avendaño llegó a Quito el primero de abril. Su agenda incluye una residencia creativa y la presentación de su obra «No soy persona, soy mariposa». Conversamos con él sobre sus procesos de trabajo y sus apuestas escénicas.

Lukas Avendaño en Quito, en el montaje de «No soy persona, soy mariposa» / Foto: Luciana Musello

Con sus obras, Lukas Avendaño propone rituales de desagravio y hace válidas las utopías. Es performer y antropólogo, y sus apuestas escénicas plantean reflexiones y experiencias en torno a temas como la migración o la identidad de género. Cada una de sus piezas tiene que ver con temáticas que asume como personales, y cuenta con el respaldo de un proceso de investigación. Acude a metodologías como la observación participante, con la que entra en los roles de su objeto de estudio.

Lukas Avendaño es del pueblo originario zapoteco del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca al sureste de México. Su historia como performer y antropólogo comenzó en medio de tradiciones y prácticas de la cultura popular mexicana, mientras presenciaba esos entramados de expresiones a las que considera actos performáticos. Estudió danza contemporánea, coreografía y ciencias sociales. Decidió dar un giro a su formación en antropología para poner todas esas herramientas en función de su trabajo en escena. «A partir de ese rigor de las ciencias sociales podía hacer una traducción del dato duro a un dato emocional, emotivo, subjetivo. Entonces dije: de aquí soy», cuenta.

Lukas Avendaño / Foto: cortesía del artista

Lukas Avendaño ha encarnado al muxe, en sigular, o la muxeidad, en plural, una identidad de género que toma existencia específica y únicamente en el contexto zapoteco. Son «personas que culturalmente asumen roles considerados no masculinos, pese a que su condición biológica los determine como hombres… Estamos hablando de oficios, de roles afectivos, emocionales, y roles sexuales, entre otras cosas «, explica. Lukas agrega que la muxeidad depende de «un ecosistema cultural que le da un soporte… En otras culturas del mismo estado, del mismo país, no existe la figura del muxe como sí existe en esta cultura zapoteca».

En 2012, el artista mexicano presentó su obra «Réquiem para un alcarabán», una obra que partió de la premisa de «poner sobre la mesa las contradicciones que existen dentro de la misma cultura zapoteca en interacción con la muxeidad». Su interés en reflexionar y trabajar sobre este tema nació en medio de su proceso de formación en antropología. Reconoció la necesidad de cuestionar la manera en la que distintos teóricos hablaban de la muxeidad, cómo la vinculaban a categorías médicas que patologizaban la homosexualidad, cuestionar por qué le deban vigencia a esas visiones.

Lukas Avendaño / Foto: cortesía del artista

Radio COCOA: ¿Qué temas o problemáticas de la muxeidad te interesaba abordad a través de esa obra?

Lukas Avendaño: 

Otro objetivo era decir bueno, es cierto que con relación a otros contextos del mismo país, México, esta forma de vivir, esta forma de ser sí sucede de una manera más laxa con estos chicos, con los muxes. Quizás nosotros tenemos la posibilidad de ser como somos, pero hay otros chicos que no pueden ser como ellos desearían ser. Creo que esta es una buena excusa para que esos chicos de esos otros contextos que no pueden ser como quisieran ser, a partir de la pieza «Réquiem para un alcaraván», puedan sublimar su existir…

Hay mucha gente que ha pasado por situaciones muy desagradables, hay personas que han sido tratadas con una gran inhumanidad y que vivieron la vida sin poder ser. Cuando yo trato de decir de qué se trata «Réquiem para un alcaraván», yo digo que es un ritual de desagravio para los putos del mundo, esos que no pudieron vivir en la plenitud que hubiesen deseado, esos que hoy no pueden vivir en la plenitud que desearían, esos que vivirán y -ojalá las cosas sean diferentes- puedan vivir con esa plenitud de ser lo que quieren ser.

Lukas Avendaño / Foto: cortesía del artista

Esta vez, Lukas Avendaño llega a Ecuador con su obra «No soy persona, soy mariposa». A través de este performance, confronta directamente a la hegemonía, que se sintetiza en la idea de fronteras. Para este trabajo, el artista partió de la necesidad de tratar el tema de la migración, un proceso sumamente relevante en la vida de su país, y que ha vivido de manera cercana. «Yo me sentía en esa necesidad de tocar el tema, pero no lo quería hacer de la manera en que habitualmente lo hacían otros creadores, de ponerlos como víctimas. Que sí hay un proceso doloroso, sí hay un proceso difícil, pero pensaba que podía sublimarse de otra manera».

Lukas Avendaño/Foto: cortesía del artista

Radio COCOA: Cuéntanos sobre el proceso de creación de «No soy persona, soy mariposa»

Lukas Avendaño:

En este ejercicio de observación participante y trabajo de campo, yo me voy a Estados Unidos, y empiezo a trabajar en un restaurante tailandés, teniendo las mismas horas de trabajo de cualquier chico, usando transporte público, viviendo en un departamento con 5, con 10, con 15 chicos. Entonces estaba enrolado en la dinámica cotidiana de ser migrante, y empiezo a tener ciertas reacciones de la gente que cuando te ve, inmediatamente asume que tu situación migratoria es irregular y te trata de tal forma.

Un día caminando en Los Ángeles, vi un stencil que decía “La migración es hermosa” y había unas alas de mariposa monarca. Eso me remitió precisamente a este flujo migratorio que se da al sur de Canadá, mariposas monarcas que atraviesan todo el territorio de Estados Unidos y después llegan a México, específicamente al estado de México y al estado de Michoacán. Cuando vi este stencil, inmediatamente me llevó a pensar en eso.  Dije «bueno, las mariposas no necesitan pasaporte ni visa, ni tienen que pasar por ninguna oficina de aduana o migratoria».

Creo que si uno renuncia a su condición de persona, porque en el caso específico de México, dice “toda persona al nacer tiene derecho a un nombre, toda persona al nacer tiene derecho a una nacionalidad, toda persona al nacer…” si yo renuncio a mi condición de persona, y si digo soy mariposa, seguramente ningún país me va a pedir un documento migratorio. Es un juego, una utopía. Pero parte del oficio que tienen las artes es precisamente pensar en lo inimaginable, apostarle a eso.

Lukas Avendaño / Foto: cortesía del artista

En este performance, Avendaño también reflexiona sobre otro tipo de fronteras. Se enfoca en el uso de la palabra mariposa, que en algunos contextos estigmatiza a las personas. «Si cualquier persona, sin importar cuál es su ejercicio de la sexualidad, se dice yo soy una mariposa para adquirir el derecho inalienable e imprescriptible del flujo por cualquier parte del mundo, cualquiera puede ser mariposa… esa palabra que de repente estigmatiza a las personas, es una frontera que eliminamos y cualquier chico o chica puede decir yo soy mariposa. Entonces el concepto de mariposón que en un momento es peyorativo, ahora se convierte en un concepto que dignifica a la persona».

Radio COCOA: ¿Qué recursos escénicos son clave en «No soy persona, soy mariposa» para lograr representar esos conceptos?

Lukas Avendaño: 

Específicamente yo retomo estas alas de mariposa. Son de papel de china y son sténciles, son delicadas, es mucho trabajo hacerlas. El artista que las hace, me dijo que podía hacerlas de plástico o de tela, es más fácil transportarlas y es más económico. Pero yo le dije «no, las quiero en papel”. El espectador no sabe que es en papel, pero yo sí. Para mí es importante, creo que esa fragilidad del papel, es lo que rinde homenaje a la fragilidad de esas mariposas.

Hay otros elementos como el uso de plumas como tocado. En España hay un dicho: “el indio en cualquier momento saca la pluma».  Alguna vez alguien me preguntó «¿tú eres zapoteco?», y yo le dije “qué más podría ser”. Para mí tener la pluma es lo que me vincula con esta memoria mesoamericana, con la memoria ancestral de mi cultura, de mi localidad y de mi existencia. Me posiciona ante el pensamiento hegemónico que busca invisbilizarme, que busca no mirarme, no escucharme. Entonces, ante esa disposición del pensamiento hegemónico, digo no. El mejor ejemplo de que existimos es que aquí estoy.

Lukas Avendaño / Foto: cortesía del arista

Lukas Avendaño presenta «No soy persona, soy mariposa» este jueves 5 de abril en el Tetaro Casa Blanca de la Universidad San Francisco de Quito a las 19h30. La entrada es libre.

 

 

 

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