Perras on the Beach, una de las bandas más representativas de la nueva música argentina, se presentará este mes en Ecuador. Antes de que asistas a este esperado concierto, lee la entrevista que le hicimos a Simón Poxyran, integrante de la banda.
Fotos: Jean Carlo Loor – Chuchaqui Producciones
Perras On The Beach es una banda mendocina que, con algunos coterráneos como Usted Señalemelo, ENDRLG, Gauchito Club, Las Cosas Que Pasan, Mi Amigo Invencible —por nombrar solo un puñado—, representa la movida musical más revolucionaria de los últimos años en la música independiente argentina. La componen actualmente Simon Poxyran, Bruno Beguerie, Fabricio Foresto, Rodrigo Mortene e Ignacio Laspada, quienes llegarán a Ecuador este 13 y 14 de junio, a tocar dos shows que prometen ser memorables. Uno en Quito en La Ideal (ATP) y el otro en Cuenca en Selina.
Esto los sumará a la larga lista de bandas emergentes y en boga argentinas que visitan el país, pero esta reciente nueva movida no es casualidad. Viene, en gran parte, impulsada por el festival El Descanso en Cuenca —epicentro cultural del país desde hace un tiempo—, que ha traído a nombres como los mencionados Usted o Los Espíritus, en el marco de sus sideshows. También han bookeado para el festi a bandas como Él Mató A Un Policía Motorizado y Luca Bocci.
Ca7riel y Paco Amoroso, El Kuelgue, Juana Molina y Babasónicos son otros proyectos argentinos que han visitado el país. Sea a festivales o en fechas solitarias, las bandas gauchas encuentran y comparten un pequeño público en Ecuador, que ha sido consentido en los últimos años.
Simón Poxyran, cuyo verdadero apellido es Saieg, el «líder» —así, entre comillas— de la banda, ha tenido el foco mediático desde el comienzo, pero también ha intentado que no sea así. Simón es flaco, muy alto, con un tatuaje de una serpiente en su mano y una sonrisa honesta. Está en Buenos Aires haciendo promoción para el show que tienen en el Teatro Vorterix el 23 de junio, después de visitar Ecuador y Perú.
Nos juntamos en un bar en el barrio Palermo y, humilde como es Simón, no se hace la estrella cuando me reconoce. Me saluda y me pregunta cómo estoy. Que qué le pasó a mi pelo —que antes era bastante largo—. “Fuimos a Chile y a Uruguay, pero a Ecuador o Perú es muy loco, es mucho más lejos”, dice, sobre cómo viven la experiencia de viajar para tocar, mientras se arma un cigarrillo. Lo que caracteriza a la banda —aparte de la música, claro— es la sencillez con la que se manejan y la sensación de estar de tú-a-tú constantemente.
Algo que caracteriza a Simón es la sencillez con que se maneja.
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Radio COCOA: ¿Pensaron que viajarían alguna vez a un país como Ecuador a tocar?
Simon Poxyran: No, y es algo que lo vivimos charlando (risas). Nunca imaginamos que iba a pasar. Pero sí, no es como que no pensamos en nada y llega el día, nos vamos y ya. Lo hablamos mucho y no lo podemos creer. Cuando estemos en el avión vamos a estar llorando (risas).
Perras On The Beach antes tenía de miembros a Coco y Luca Begueire, de Usted Señalemelo. Además, Juan, el cantante de Usted, es hermano de Simón, y Luca, de Bruno, el bajista de siempre de Perras. Todo en familia. Esta idea de camaradería y unidad le daba a la movida mendocina un sentido más cercano a los fans. Se veían a ellos y a sus amigos en estas bandas.
RC: ¿Cómo es atravesar todo esto siendo un grupo de amigos de siempre?
S: Como la banda tiene dos formaciones, son dos grupos distintos. Todo pasó entre los dos grupos. El primer grupo —en el que estaban Lucas y Cocó— vivió más el principio de la banda, más allá de «pegarla» sentíamos que estábamos haciendo las cosas bien. El boom que tuvo la banda fue más con la segunda formación —la actual—. Esa formación llegó ya con el boom. No paró y fuimos creciendo: viendo la música de otra manera, a ver la composición de otra manera, y nosotros nos empezamos a relacionar de otra manera. Ahora estamos encima de otras decisiones todos, tipo videos, flyers, etc. Todo lo que puedes hacer en una banda parece re limitado pero en verdad es un montón. Ese lugar ahora lo re-tomamos los cinco.
En marzo del 2017, La Maquina Camaleón tocó en Lollaplaooza Argentina. También lo hizo Usted Señalemelo, que llevó consigo a Buenos Aires a toda su camada, que incluía a las Perras On The Beach. Usted, Perras y Las Cosas Que Pasan dieron un show post Lollapalooza en Niceto Club que cambió la historia de la música argentina y es hoy recordado como «el desembarco mendocino». En la vorágine del mes festivalero, surgió empatía entre ambas bandas, y Felipe —líder de La Máquina— se quedó un par de meses más en Argentina, fue a Uruguay e incluso visitó a los chicos en Mendoza. “Ya estaba arrecho de todo”, me dijo alguna vez que nos vimos durante su aventura.
Esa amistad lo ayudó a conocer mucha gente en Argentina, e incluso a después volver al país a abrir un show de Usted en Niceto. Las bandas mendocinas, por su lado, pudieron llegar a más gente en Ecuador, expuestas constantemente en las redes de Felipe y viceversa. No es exageración, estoy convencido de que la visita de Felipe creó una especie de puente que ayudó a todo lo que está pasando.
RC: ¿Cómo surgió esa amistad con Felipe?
S: Cerca de las épocas de Lolla, Luca me dijo que tocaba una banda de Ecuador que se llama La Máquina Camaleón y que el chabón nos escribió en algún momento para juntarnos (risas). Y así fue, lo conocimos y él se quedó acá mucho tiempo. Estuvo en Mendoza y ahí nos hicimos bastante amigos. Hablamos de la vida, de las pálidas que tiene cada uno, rompimos una vidriera (risas) borrachos en Mendoza. A partir de esa vidriera nos hicimos muy amigos.
RC: Ese contacto con Felipe supongo que los ayudó un poco a que lleguen a Ecuador. Pero ¿ven como necesario el moverse a plantar semillas a otras escenas del continente? ¿Lo planean o van viendo sobre la marcha acorde a si los llaman o no?
S: Sí, estamos más o menos en un plan de «conquista», aunque la palabra es horrible, suena re Cristóbal Colón (risas). Queremos ir a tocar a bastantes lugares. Pero bueno, la realidad es que Perras no es una banda tan de estadio o tribunera. Tal vez antes sí. Ahora estamos en una búsqueda musical que nos lleva a otros lugares y por consecuencia a otro público. Obviamente queremos hacer ese camino. Latinoamérica para mí es lo primero que hay que hacer. Pero bueno, estamos empezando ahora con Ecuador y Perú, queremos ir a Bolivia, Colombia, Brazil. En Latinoamérica siento que hay una necesidad de conocernos entre todos. Empezamos ahí y después veremos.
RC: Claro. Siento que la conexión hoy en día dejó de ser geográfica. No es casualidad que su música conecte con gente de Ecuador, Perú o Colombia.
S: Exactamente, pienso igual. Yo creo que a los lugares los hacen las personas. Te puede influenciar vivir en una ciudad con una montaña, u otra en la que estás ahogado en edificios. Pero con quien te juntas, con quien pasas el tiempo, es lo que te forma. Conocer a un par de personas en Ecuador ya nos da una idea de cómo es la gente. No hay una barrera, y nosotros estamos en esa. No iremos a otro país a ser de otra manera. Es lo mismo en todos lados.
RC: En ese sentido, escenas como la ecuatoriana o la argentina muestran que la barrera artista/audiencia también se diluyó un poco. Yo he visto shows contigo al lado y no en el VIP. ¿Por qué crees que pasa?
S: Esa barrera igual la tenemos que terminar de destruir entre todos, no es solamente responsabilidad del artista. Yo me lo tomo de esa manera por el tipo de persona que soy y fui antes de ser músico. No voy a dejar de ver bandas porque después me toca subirme al escenario. Mirá a un chabón como Duki, el pibe la rompe y es lo más humilde que hay en el planeta. Ahora en el rock parece que tenemos todos esa percepción de que no está tan idolatrado el músico, pero hay bandas que están muy cómodas con ese lugar de rockstar. Porque es fácil sentir que sos más que el resto. Sentimos que igual falta.
Creo que el público es clave. Yo estuve cerca de muchos músicos que admiré y estaba nervioso, los interrumpía, me cagaba encima de la emoción y los incomodaba. Esas cosas ahora me pasan desde el lugar del artista. Entonces, las identifico y se que me saludan con la mejor y está todo bien, pero hay que entender que todos somos personas, nos pasan las mismas cosas que a todos y tenemos nuestros problemas.
Simón, con su carisma y simpatía, eventualmente empezó a acaparar la mayoría de la atención. O por lo menos así parecía por un tiempo. Él ha hablado constantemente en medios sobre lo contraproducente y ofensivo que es que se ponga el foco en él y se ignore al resto de la banda. También ha reprochado en su Facebook a periodistas por hacer esto. La reducción de su banda a la figura de Simón es síntoma de una época en la que todo debe ser masticado, simplificado y en la que el culto a la persona es lo que más da de comer. Simon no eligió ser la tapa de la revista, se lo impusieron y lo combate a su manera, aunque ahora reconoce que ha aceptado más su lugar.
RC: De cierta forma siento que te tocó a ti, un poco a la fuerza, la de ser el ejemplo a seguir y la cara más visible de la banda. Más allá de donde sean, quizás sea generacional, pero hay miles de chicos que ven en ti alguien a quien admirar, y tú también eres bastante joven, estás resolviendo tus propias cosas. ¿Cómo viviste ese proceso?
S: Hay un entendimiento. Hay una idolatración natural que me parece super sana. Cuando ves a un músico que habla de tal tema o tal forma y te ves ahí, eso está bueno. Lo re pienso y al principio me re costaba. No quería asumir mi lugar. Pero después cuando empezás a ver el lugar que te da la gente y que te diste a vos, empezás a relajarte un poco más y ya no te molesta que alguien te pida una foto, te gusta. O cosas como dar notas también, pero me tocó de chocarme con par periodistas porque yo decía tal cosa y publicaban otra.
Nosotros valoramos algunas cosas, nos pasaron cosas dentro de la banda que reafirmaron que cosas queríamos cuidar. Obvio queremos hacer música buena y profesionalizarnos, crecer, pero el amor y la frescura es la relación que tenemos con el público. Y creo que mucha gente lo encontró en Perras, porque nosotros no tenemos prejuicios de nada y nuestro público tampoco. Saben que es algo que podría decir otra persona. ¿Me entendés? No soy un ángel, culiao (risas). Tenía ganas de decir un par de cosas y las dije y resonó con la gente.
RC: Esta es más nuestra como periodistas, pero ¿por qué crees que a veces se reduce Perras a tu imagen? O a toda la escena mendocina a Perras o US, en su defecto.
S: Lamentablemente lo que a ellos les genera público es eso, supongo. También tuve un par de cruces por eso. Lo entendemos y si nosotros somos los que podemos darle lugar a otras bandas, entonces lo hacemos. Tenemos nuestros propios medios para compartir lo que queremos, expresarnos o decir algo, promocionar bandas nuevas, etc. De Mendoza salen bandas increíbles siempre. El trap y el flash hip hop están también inspirando a gente que quizás hace años estaba haciendo cualquier cosa menos música.
RC: Después de Ecuador y Perú, ¿qué sigue?
S: Ir a Chile, tocar por Argentina bastante y vamos a grabar un disco a fin de año. O a principios del otro. También se reactivó la parte audiovisual de la banda y ahora vamos a sacar un video que son los dos temas del EP. Todo escrito, dirigido y grabado por nosotros. No significa que haremos todo así, pero vamos viendo. Siempre quise ser director de cine. Tal vez hagamos una peli de verdad para el cine, con pochoclo y coca cola (risas).
RC: Cerrando, ¿qué puede esperar la gente del show en Ecuador?
S: Un show muy completo. Flow de Cuyo completo, Chupalapija, el EP, todo. Pero en especial pueden esperar cinco sonrisas marcadas hasta el techo arriba del escenario. Creo que tengo más ganas de estar en Ecuador que la gente de que vayamos (risas).
Perras On The Beach se presenta en Quito el 13 de junio en La Ideal. Las entradas se pueden adquirir acá. Más info del evento, acá. Las entradas para Cuenca, acá, y evento, aquí. Serán shows para todo público.
