Legs – Altitud
¿Quién en el mundo y en la música contemporánea ha creado algo esencialmente nuevo? Desde Tame Impala hasta Savages, todos miran hacia atrás para crear el avantgarde/refrito musical. Capaz el logro actual para medir a las bandas surge de la pregunta ¿cuál fue la producción más sofisticada y cuidada de año? Y la respuesta que cala, de lleno, es Legs con Altitud. El primer LP la banda neoyorquina alcanzó un nivel de prolijidad considerable. El grupo tomó prestando elementos del nu disco, synth-pop, funk y soul para crear una pieza totalmente dance, estética y rompedora, comparada con las últimas producciones más sobresalientes de Neon Indian o Phoenix. Altitud es la pieza dance/sugestiva del 2015, algo así como un cuadro de Jackson Pollock hecho gif. En cuando a sus letras, cero políticas y poco comprometidas, cuadran en una juventud contemporánea de un círculo citadino 20 añero que está sujeta a una etapa de cambios y experimentación. Altitud te muestra ese lado cool de la vida y obvia lo aburrido y complicado de ser un adulto joven. Altitud te empuja, te sacude, es la mejor pastilla de éxtasis que podrías consumir. Si en NY aún existiera el Studio 54, de seguro Nickie Siano reproduciría Altitud una y otra vez para hacer bailar a las masas, porque este disco fue hecho para sudar, sudar muchísimo.
Recomiendo «Dream Technician», «Jungle» y «Hide & Seek».
EVHA – EVHA
por Ga Robles
Cuando iniciaron el proyecto, no calaron las dimensiones que iba a tener el lanzamiento de su disco. Una, dos, tres canciones nos provocaban escucharlos más desde 2014, hasta octubre de 2015 cuando nos abrieron el mundo a una gama de sonidos que hasta ese momento no imaginábamos juntos. Glitches de electrónica fresca y delicada introducen voces con influencia hip hop. Otras voces de mujer por detrás, nos cantan ceremonias de la serranía entre pasajes de marimbas rápidas, en loop. Los EVHA tienen bien logrado el concepto de la mixtura de los ritmos de raíz con las posibilidades electrónicas, pero se atreven a probar principalmente con ritmos andinos, en lugar de recurrir sólo a la idea de lo latino, de lo afro, siempre más bailable y atractiva para los oídos atentos que buscan nuevos sonidos en el sur. Cuando escuché por primera vez EVHA amé las historias que cuentan sus canciones. Soy como el río que va corriendo montaña abajo. Sígueme despacio, adentro… dice “Despacio, adentro” el tercer track del álbum. Y así sigue la lista de trece canciones rituales que nos transportan a paisajes locales: la Costa norte, la Amazonía, el sur de la región andina. Me encanta el intro de “Free”, la fiesta de “La sangre ya se limpió” y la magia que desprende “Todo su cuerpo brilla”.
Ellos siguen aprendiendo y moldeando lo que quieren, pero hay buenas razones para pensar que se vienen buenos tiempos para EVHA, tras este disco. Precisamente en un momento en el que gracias a su sensibilidad compositiva y su habilidad para mostrarse al mundo, han llamado la atención de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, ayudados también, por la venia de Nicolá Cruz que los admira y les sigue la pista.
Ya Ya Brothers- ReFormados
por Alex Tamayo
Ya Ya Brothers es un proyecto novedoso. Su trabajo consiste en crear pistas electro-acústicas y luego invitar a otro músicos para crear una tema final . El disco ReFormados tiene 12 canciones que fueron grabadas en el transcurso de los últimos dos años y cada una es única en su estilo. Entre la lista de músicos invitados se encuentra la vocalista Rose Pallares que participa en los temas «Frente a JJ» y en «Más acá» ; Grecia Alban y Raúl Molina (Jazz The Roots) producen una relajada canción titulada «Aparte» ; Johan Vallejo (Pichirilo Radioctivo) bajista en «Pasajes».
La canción número uno del álbum es «Le Party» por sus constantes efectos de sonido, la divertida variación de voz en Jennifer Byon (La Malamaña) y por la talentosa guitarra por Pablo Quintero (La Matilda). «Le Party» es una canción con poder y mucha actitud que provoca levantarse, moverse y cantar. Lo que no deja de sorprenderme de los Ya Ya hermanos es su deseo de conectar a distintos músicos, talentos y de esta manera reinventar constantemente su música.
Pánico – Pánico
por Luciana Musello (este disco también es el favorito de JJ Alomía)
Repito: Pánico de Pánico es la reinterpretación más novedosa del folclor. El álbum tiene 10 canciones y dura 23 minutos. Al frente, están las melodías y la letras: Pánico es, sobre todo, un proyecto lírico. Las melodías están montadas sobre una instrumentación que no es compleja, sino más bien recursiva con el sample. Los ritmos populares están ahí, pero mezclados con audios de películas, discursos e intros. “Las Imágenes” es la canción que abre el disco y que se convirtió en video en la serie Hits de Verano de Radio COCOA. “Los Muertos”, la segunda canción, usa un sample del discurso del mega-elocuente-ex-presidente-del-Ecuador Velasco Ibarra, para cerrar la elegía política del disco. Sigue “Ojos Vacíos”, la canción más corta del álbum (un minuto apenas). Es una reflexión sobre un texto teórico de Vértigo de Hitchcock, que Pánico leyó alguna vez. “Se va con algo mío” inicia con una vocecita que murmura “Es un fantasma” (¿han cachado?), y se convierte en la musicalización del poema del decapitado Medardo Ángel Silva. La melodía es tan perfecta, que parece que Pánico le hubiera encontrado un coro al poema en los versos “¡Ser pueril, ser puro…!. “El Laberinto”, en cambio, es una melodía encontrada para un sample. Al final descubrimos que es el sample de una película, tal vez de ciencia ficción. “La vida se vuelve soportable” comparte letra con una canción huérfana que saldría después y se estrenaría En La Cabina de Radio COCOA. Esa canción es “Me está matando esta quietud”. “Para Ser Universo”, casi al final, es la musicalización de un poema de Andrés Caicedo, cinéfilo y escritor maravilloso que se mató a los 25 años. La última canción de Pánico es el poema “El Niño Bueno” de Cortázar. Inicia con el audio de la despedida de un programa de música ecuatoriana de 1986, en el que iba a tocar Carlota Jaramillo: «El tiempo se va, y nosotros con él». Pánico produce una tristeza tan contemporánea…debe ser la nostalgia del pasillo, sumada a los métodos poco ortodoxos del sample. Escuchen todo lo que tiene en Bandcamp. Tiene mucho, y todo es bueno.
Prender el Alma – Nicola Cruz
por Martín González
Yo soy groupie confeso de Nicola Cruz. Desde que descubrí su música en un “Mixtape del Fin del Mundo” hace 3 años, conecté de algún modo inconsciente con ella. Hay algún magnetismo que me atrae a la energía mística que corre en sus temas. Habiendo seguido su Soundcloud periódicamente para escuchar sus nuevos lanzamientos cada vez, no pude contener la emoción que vino su nuevo disco.
Es un viaje cósmico a través de las montañas, la selva y la playa. Es como si el Ecuador se hubiese elevado al espacio para disolverse entre nebulosas, ¡Tripsazo! No es para bailar, pero es para caminar por el bosque, andar en bicicleta, escalar, dibujar, meditar, caminar en la cinta floja, viajar (en todo sentido). Cada canción refleja mucho cariño por la tierra y prolijidad en los sonidos, por eso logra balancear lo complicado de la mezcla entre lo folkrlórico y lo electrónico. El disco pertenece a una nueva corriente, marcó tendencia y ahora pega fuerte en todo el mundo, poniendo a nuestras raíces musicales en el mapa con muchísima fuerza. Cuando lo escuchen, seguro se va a “Prender su Alma”.
Ficción- Paola Navarrete
por Martha Su Vivero
Podría abrumar con razones técnicas sobre todo el proceso que abarcó la grabación de este disco. Hablarles sobre la idea musical inicial hasta la mezcla y mastering de los tracks. Comentar y exponer sobre la complejidad de las melodías y los acordes, la aplicación de la informática al mundo musical de Paola y escribir palabras súper inmersas en el lenguaje musical para parecer una bacán con mucho criterio musical. Sin embargo, con el afán de ser completamente honesta, mi decisión de enmarcar a Ficción como el ganador del premio Mejor Disco Independiente Ecuatoriano del 2015 (categoría que acabo de inventar), se asienta sobre tres simples razones.
- Soy fiel fan de las bandas sonoras y Paola Navarrete en su primer disco me transporta a distintos escenarios al escuchar cada una de sus canciones. Con una calidad de sonido muy pro, «Ficción» se convirtió en el soundtrack de mi 2015.
- Las letras y el proceso creativo siempre serán fundamentales en mi crítica musical. No hay nada más rico que buenas historias muy bien contadas. Además, «Ficción» es mi 2015 plasmado en un disco. En serio.
- Perseguí todas las tocadas de Paola Navarrete y en las que pude estar, noté que la banda de «Ficción» fue siempre consistente. Los arreglos que acompañaron a la voz de Paola en el disco, la seguían en sus shows en vivo y sonaban aún mejor.
Finalmente, si un disco te deja con ganas de escuchar más y a espera de una secuela, es una gran señal para considerarlo dentro de los mejores proyectos del año.