Los 25 mejores discos de 2015

25.- Tame Impala- Currents

En lo que sería un punto de inflexión en el sonido de la banda, Tame Impala abandona las guitarras por los sintetizadores para dejar un poco de lado la psicodelia e incursionar en el pop y el disco. El cambio no lo considero ni para bien ni para mal, simplemente un experimento casi personal de Kevin Parker que eventualmente encontrará un sonido más propio, mezclado y característico. El problema con el que se topó ‘Currents’ fue la expectativa de un tercer disco que siga los pasos de sus antecesores y lo tome todo más allá, coronando a la banda como los maestros de la psicodélica del siglo XXl. Al no ser así, pues dejó estándares no cumplidos.

24.- Father John Misty- I love you, honeybear

El segundo disco del ex baterista de Fleet Foxes, Josh Tillman, mezcla folk, algo de gosspel con el indie aprendido con el que salió de la banda. Sin embargo mucho de lo que resalta en el álbum es la personalidad/personaje que nos pinta a través de una serie de canciones que tratan del amor en contextos particulares. Tillman intenta auto-degradarse un poco reconociendo las fallas que tiene y que no parece tener intenciones de corregir, por la notoria ironía con la que nos canta mientras se rodea de sonidos de cuna.

23.- Drake- If you’re reading this it’s too late

A pesar de haber sido la burla del internet por mucho tiempo, Drake avanza poco a poco y empieza a ser relevante en un juego serio. Se prende mucho de estas críticas y las usa para darles la vuelta y crear versos muy acertados, auto proclamándose una leyenda al comienzo del disco, reconociendo a quienes lo envidian en «Energy», y tirando alguna de sus mejores rimas en «6PM in New York». Es uno de mejores álbumes hechos por un artista para sí mismo, entre los que escuché este año. Sin muchas apariencias, el canadiense no pretende agradar ni que le tengan empatía, pero al mismo tiempo el disco es una declaración. A Drake ya lo podemos tomar en serio.

22.- Lady Lamb- After

Siempre con algún detalle que mantenga sus canciones muy pegajosas e interesantes, el segundo disco de Lady Lamb muestra una clara mejora la composición de sus letras. Más honesta, como en canciones como «Ten», y cruda como en «Vena Cava», explora las relaciones tóxicas, su vida misma, entre más temas. Su buena lírica le permite pasearse entre lo visceral y lo mundano sin perder su fuerte voz, los coros posicionados y la instrumentación que la acompaña siempre a tiempo, sea un banjo, trompetas o un simple ensamble de guitarra y batería. Por cómo ha evolucionado desde su primer trabajo, cuando era una adolescente, a esta maravilla, podemos confiar con que el tercero la va a dejar en un muy buen lugar en la lista para romper el molde y llegar incluso a algunos tops.

21.- Easy, Easy- Todo lo que te digo está mal

La banda guatemalteca logró mucho de lo que se espera en un debut: encontró un sonido característico. Muchas de las canciones de este disco hablan de amor, desamor y amistad. Mezclando el ingles y el español, con versos a veces fuertes, a veces románticos y coros creativos, apela a todos los amantes del rap, el R&B y el rock, fusionándolos para ofrecer 10 paradas que sorprenden de principio a fin. Incluso los momentos mas baladezcos del disco son hermosos, como el tema que abre, «False Teeth», y una parte de «Mismos Ojos», que después explota en un coro increíble. Esta banda pudo encontrar ese sonido en el que se mezclan sus influencias, además de que la ejecución es increíble, tanto así que con un debut bajo la manga lograron entrar al cartel del Vive Latino 2016.

20.- Donnie Trumpet & The Social Experiment- Surf

Después del éxito de su primer mixtape, Acid Rap, el camino seguro para Chance The Rapper era un disco debut con todos los juguetes. Sin embargo, decidió ir por el camino no transitado. Consiguió un grupo de amigos que estén dispuestos a quitarle protagonismo y pasó a un segundo plano. Así mezclaron el rap, el jazz y algo más y crearon una colección de canciones que pueden alegrar cualquier día. Las rimas están mucho más marcadas, la letra es mucho más ambigua, a ratos, y frontal en otros. Tiene momentos angelicales como en «Sunday Candy» y otros temas sólo apela a lo gracioso, para quitarle seriedad a todo como en «Wanna Be Cool». A veces el rap no tiene que ser tan serio, gangster o agresivo para ser arte.

19.- Los Pirañas- La diversión que hacía falta en mi país

Si hacía falta diversión, Los Pirañas la encontraron. Este disco encuentra un punto medio entre la psicodélica, la cumbia y los sonidos colombianos no explotados. Lo que lo hace genial es la constante adicción que crean en cada tema y cómo terminan cada canción clavándote un riff en la cabeza hasta que llega la siguiente, para hacerte olvidar completamente del anterior. Es todo un círculo vicioso instrumental que no quieres que se detenga nunca. Incluso hay un homenaje hecho a lo piraña: «A 18 minutos del sol», del Flaco Spinetta.

18.- Courtney Barnett- Sometimes I sit and think, sometimes I just sit

Todos creemos conocer a alguien como Courtney Barnett. La colección de canciones con las que nos podemos identificar conforman apenas su álbum debut. Muestran la personalidad de la australiana, quien es muy transparente en sus letras. Este disco es crudo, sin arreglos especiales que le den encanto, muchos de los versos apenas son cantados. Pero es esta sencillez y sinceridad a la hora de hacer música la que hace que sea identificable. No hay metáforas complejas, ni complicadas composiciones, es solo una joven diciendo lo que siente, contando un par de historias y enseñándonos cómo piensa mientras toca una guitarra.

17.- Helsinki- A guide for the perplexed

Es el segundo disco del solista Drew McConnell, ex bajista de Babyshamels. Tiene una uniformidad musical desde el comienzo que va trascendiendo a lo largo de sus 10 canciones. No es habitual que la mejor canción del disco sea una instrumental (pregúntenle a Jack White). Acá es precisamente lo que sucede. El tema instrumental en el que colabora Albert Hammond Jr. es el clímax de todo, mientras es al mismo tiempo una de las canciones con mayor orquestación. Sin embargo, temas más calmados y acústicos como el que cierra, «Green Eyed Twin» o la colaboración con Emma Gillespie, «Keys», son también puntos claves del disco.

16.- Joey Baddass- B4DA$$

Joey Bada$$ reconoce de dónde viene. En su álbum debut, le hace tributo más de una vez al rap noventero, ya sea prestando frases de Wu Tang Clan («Paper Trail$») o reciclando beats de A Tribe Called Quest («No 99»). Sin embargo, todos estos homenajes le quitaron personalidad al álbum y lo privaron de lo que pudo llegar a ser si el new yorquino se hubiera dedicado 100% a producir algo de su propia creatividad, sin tener que reconocer a nadie. Nos queda claro que su talento es tal que puede llegar a recordarnos momentos clásicos del rap hoy en pleno 2015 sin mucha dificultad, lo cual sirve de indicio para el futuro que le espera.

15.- Ghost Culture- Ghost Culture

A pesar de los pesos pesados de la música electrónica que lanzaron material este año (Hot Chip, The Chemical Brothers), los underdogs y los debutantes se quedaron con todas las luces. Es el caso de James Greenwood (AKA: Ghost Culture). Este trabajo en particular, es muy oscuro, capaz de llevarte a lugares un poco incómodos y ciertamente toma tiempo digerirlo para empezar a apreciarlo, pero una vez que pasa, canciones que antes daban un poco de miedo, o una sensación extraña, se sienten como algo que queremos escuchar constantemente, caso ‘Giudecca’ o ‘Mouth’. Por otro lado, tiene temas mas abstractos con menos appeal a simpatizar rápido (como ‘Arms’) pero todas tienen su encanto.

14.- Sufjan Stevens- Carrie & Lowel

El regreso de Sufjan Stevens al folk que sabe hacer. Después de pasar por la música electrónica, las canciones de Navidad, y mas, regresa con uno de los álbumes mas personales, reveladores que he visto. Tratando temas de su infancia, su relación un poco extraña con su madre y el fallecimiento de la misma, su padrastro, y mas. Todo esto con una armonía perfecta, con melancolía y añoranza de ese pasado terrible pero que de alguna manera el solista aprendió a querer. Este disco es la mera de Stevens de luchar con todo lo que lo anclaba, a su manera, y para nuestra suerte decide hacerlo de forma angelical.

13.- The Mountain Goats- Beat the champ

La lucha libre tiene un concepto mas profundo del que mucha gente cree, la razón por la que nos gusta a los que nos gusta no es solo la violencia, si no en este mundo tan jodido, la lucha libre nos trae héroes y villanos, y ver a nuestros luchadores favoritos (los héroes) terminar ganando, nos da un sentimiento de justicia, nos alivia y nos deja optimistas. Lo mismo cree John Darnielle, que en este disco habla tanto de luchadores, sus ídolos, y los villanos de su niñez. Como en el tema ‘The leguen of Chavo Guerrero’, donde habla de como su padrastro solía burlarse de su héroe, o en ‘Stabbed to death outside San Juan’ contando la historia de Bruiser Brody. Un álbum desde un punto de vista tan específico, centrado y tan bien trabajado como este no podía fallar.

12.- Pond- Man, it feels like space again

En un mundo donde Tame Impala no llenó las ganas de psicodelia esperadas, la banda alterna de algunos de sus miembros lo hizo. Pond, fiel a todo lo que venía haciendo, creó un álbum con paredes de sintetizadores, capas de guitarras que se sobreponen y baterías que marcan el tempo perfecto para quedarse colgado. Algunas canciones se sienten literalmente espaciales (‘Sitting up in our crane’), otras son mas romanticas y parecen influenciadas por Kevin Parker (‘Holding out for you’) y otras son mas bailables (‘Zond’). Hasta este año era muy difícil hablar de Pond sin mencionar Tame Impala, pero a partir de, creo que la banda podría hacer un nombre certero para si misma.

11.- The Districts- A flourish and a spoil

The Districts son de la nueva ola de bandas de rock, esas que tocan en bares pequeños, que son jóvenes y hacen bulla. Este disco cuenta -aparte de canciones bien compuestas musicalmente, de coros memorables («Heavy begs»), canciones fuertes que explotan («Hounds») y van tratando la adolescencia-, lo que es crecer en un pueblo y no ser uno de los cool kids. Sin duda, la mejor canción para decir esto es «Suburban smells», donde nos cantan There’s a party at the rich kid’s house, while I get stoned in basements. Cuánta verdad.

10.- Nicole Dollanganger- Natural born losers

Comparada constantemente con Grimes (con quien está de gira), Nicole Dollanganger debutó con un disco de indie pop un poco bizarro -desde la portada hasta sus letras- pero que puede llegar a conmover a cualquiera. Su voz casi del cielo, la instrumentación influenciada quizás por Beach House y otros proyectos, más la brutalidad de sus letras, hacen que contraste un poco lo hermoso que suena, con la crudeza de lo que escuchamos. Nails in the wrist, knees on the floor. Great lakes of cum extracted from everyone canta en «Angels of porn». También pasa en «Poacher’s Pride», donde habla de dispararle a los pájaros. Aparte de todo, tiene una de las mejores canciones del año, «You’re so cool», un tema que debería ser el hit de cualquier radio hipster.

9.- Injury Reserve- Live from the dentist office

Jazz rap de nuevo, esta vez en un debut sin antecedentes en lo absoluto. Injury Reserve aparece de la nada con uno de los discos más divertidos que hay con rimas ingeniosas, hooks pegajosos y en general un álbum entretenido. Incluso los momentos más tranquilos del LP tienen su appeal. La evidencia en temas como «Ttktv», que parece producido, sin exagerar, por Flying Lotus. Pero lo mejor son los momentos más explosivos del disco, «Yo», «Wow», «Snowmen», donde los miembros se alternan para darnos versos creativos y graciosos. Este disco fue hecho para ponerse en el auto, de principio a fin y cantarlo todo.

8.- Jamie xx- In colour

Otro debutante en la electrónica. Este, a diferencia de Ghost Culture, el álbum del miembro de The xx, es de largo más colorido (e incluso sus portadas son opuestas). In Colour brilla durante todas sus etapas, simplemente se lo siente colorido. Algunos temas como «Good times» son verdaderos hits. No sé qué lo habrá llevado a incursionar en la música electrónica, pero pocos discos fueron tan extrañamente familiares y al mismo tiempo increíblemente originales. El punto más alto del disco debe ser «Loud places» que a pesar de ser una canción en si, triste, aporta una alegría a cualquier festival, set, o simplemente fiesta donde se toque. In Colour es un álbum al que se puede regresar en completa soledad o colocarlo en algún lugar público para alegrar a todos.

7.-Albert Hammond Jr- Momentary masters

Ciertamente no es el primer disco del guitarrista de The Strokes, pero se siente como el primero con el que realmente se siente cómodo. Completamente libre de drogas, Albert Hammond entrega un álbum con mucha más personalidad que sus trabajos anteriores. Por primera vez, no se siente como un b-side olvidado de los Strokes, sino como un trabajo bien logrado del Albert Hammond Jr solista. Me parece inconcebible (y sin embargo me alegra) la poca atención del ojo mainstream a este disco. Cómo es que canciones como «Drunched in crumbs», «Losing touch»o «Coming to getcha», no están en los tops del mundo. Sin embargo, a Albert todavía le queda mostrar que esta luz provista por la sobriedad puede durar más si continúa sacando material, o si sigue tocando en vivo. Con este álbum como fundamento, cómo dudar.

6.- Jeff Rosenstock- We cool?

Un retrato de la inmadurez, de la soledad y de lo que es (o intenta ser) un joven adulto. Jeff Rosenstock suelta canciones que tienen verdad, que todos hemos sentido, y lo hace con carisma y alegría a pesar de ser temas un poco sentimentales. La soledad está si o si en canciones como «Beers alone again», algo que creo que todos conocemos. Por otro lado, la inmadurez ante situaciones serias se nos presenta en «I’m serious, I’m sorry». Muchas veces este disco a los imprudentes nos cae como anillo al dedo. Es una crisis existencial del autor pero a los 30 y pico, contada con rock.

5.- Braids- Deep in the iris

Deep in the iris es un disco calmante, de esos en los que se puede perder la noción del tiempo y que puedes escuchar hasta que termine sin darse cuenta que se acabó. La banda aquí le da mucho aire, espacio y oxígeno a sus canciones. A pesar de parecer un álbum muy tranquilo, tiene un par de cosas qué decir como en la feminista «Miniskirt», donde tratan la violencia de género, la doble moral y la violencia intra familiar. Temas como «Taste» y «Sore eyes» son los que hacen el disco más accesible y fácil de acercarse. Mezclando bien el synth pop con un poco de ambiental, crean una fusión que apela a las masas pero sólo es encontrada por pocos.

4.-Death Grips- Jenny Death

Cuando incluyo Jenny Death aquí, hablo específicamente de la segunda mitad de The Powers that B, que fue estrenada este año. Es sin duda el trabajo más fuerte, directo y grosero de la banda, cuando todavía se podía encontrar melodías en «The money store» y había instrumentales pegajosos en «Ex-military».  El disco rompe cualquier expectativa, cualquier molde o forma en la que se creía que se podía experimentar en el hip-hop. Tiene su cuota industrial, su hardcore y no falta un poco de hip-hop. Pero son los temas más abstractos los que logran quedarse con más fuerza, como el demente «I break mirrors with my face in the United States» o el eléctrico «Pss Pss», temas cargados de los gritos de MC Ride que por alguna razón nos parecen adictivos. Otro gran momento es «Centuries of damn»; el instrumental aquí es tan elevador que las voces pueden fluir a través de él.

3.- Noel Gallagher- Chasing yesterday

Este creo quizás es el disco más subjetivo, debatible y cuestionable de esta lista, pero apelo a lo fan que soy de Oasis. Con años ya de separación y con ni siquiera sombras de una posible próxima reunión, este disco evoca el sonido de los últimos años de la banda, desde sus letras, sus grandes coros para gritar a todo pulmón, sus riffs y sus solos. Todo aquí dice Oasis y es exactamente lo que quería de Noel. «Riverman», «Lock all the doors», «In the heat of the moment», «The dying of the lightning» (y puedo seguir así) son canciones que instantáneamente pegan en la parte del cerebro donde está guardado todo sobre la banda, e incluso hacen cuestionar de si en realidad lo que quería era un disco de Noel en lugar de otro disco de Oasis. Noel después de fallar un poco en su debut, y de años de criticar otros artistas, mostró que todavía tiene sus medios para hacer buena música.

2.- Kendrick Lamar- To Pimp A Butterfly

Probablemente el más predecible de la lista. No hay muchos argumentos que no hayan sido dichos hasta ahora sobre esta obra de arte contemporánea. Un poema escondido detrás de canciones que tratan diversos temas, desde la violencia policial («Alright») a problemas raciales («King Kunta»). Lo imposible que era superar good kid m.a.a.d city, Kendrick lo hizo parecer una fiesta de cumpleaños con TPAB. Este disco puso la barra por encima de todo lo que vino y está por venir en el rap, el hip-hop e incluso respecto a álbumes conceptuales por un buen tiempo. Va directo a los anales de la historia.

1.- Lupe Fiasco- Tetsuo & Youth

Qué difícil para cualquier album superar TPAB, más en el mismo género. Pero la raya para esta decisión es que canciones de cada album escuchaba mas a final del año. Dicho esto, este disco es una maravilla que aparentemente la gente no ha descubierto o entendido. Primero, el concepto de cada estación como interlude y después de cada uno cambiando un poco la temática y el sonido de las canciones, es simplemente brillante. Si bien las temáticas de todas las canciones no giran en torno a un solo tema, me parece que así se permitió a Lupe hablar de lo que quiera: De por qué el delivery de pizza no llega a su barrio («Deliver»), del sistema judicial («Prisoner 1 & 2»), de un accidente de tránsito como metáfora para hablar de una relación amorosa que acaba («No scratches») y muchos más temáticas dentro de todos sus temas. Encima, están algunos de los temas más largos que nos ha dado el rapero, y no olvidar la maravilla que es «Chopper», con 7 versos de casi 32 bars cada uno, una razón más para pensar que la construcción de este disco es perfecta. La ejecución deja a la teoría atrás, los hooks son impresionantemente buenos, tanto que se quedan grabados casi al instante; el flow que maneja Lupe se adapta perfectamente a las bases y la métrica que usa para rapear. Todo encaja perfectamente. Sin duda, una joya que muchos dejaron pasar.

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