A los “bastarditos” los bautizó Didier, el gestor de El Ensayadero: la casa de Tumbaco en la que ensayan varias bandas de la escena. Daniel Sorzano, el vocalista y guitarrista de Les Petit, conoció a Tomás Villafuerte (bajo) cuando estaban en segundo curso –ahora están en quinto-. Al principio, tocaban covers de «Reptilia» en festivales de colegio con Estevan Ricaurte de Lolabúm. Se turnaban el bajo y la guitarra, sólo querían tener una banda.
Un año y medio después, Les Petit se tomaron en serio el entusiasmo del primer baterista -bastante mayor a ellos- y empezaron a componer sus primeras canciones. Ensayaban 4 veces por semana después del colegio. De esas sesiones obsesivas salieron temas como «Marea» y «La Estación». La música es lo más importante, «los deberes no son nada», dice Sorzano.
Tomás en Graba Estudio / Foto: Nicolás Andrade
Ser menor de edad y tener una banda es complicado porque «nos botan de los bares». Pero las restricciones no van más allá. Les Petit Bâtards es un proyecto que tiene la profesionalización, el disco y las giras en mente. En marzo del 2015, lanzaron una sesión en vivo para «Ficción», el tercer tema de su EP, que al poco tiempo se convirtió en la canción coreable de la banda, «en el hit«. El video correspondía a las jornadas de grabación en Graba Estudio, de las que salió «Inconcluso».
El EP, para Les Petit, era una urgencia, «una carta de presentación», como dice Sorzano. Que salga en físico, sin embargo, fue un capricho a favor de lo vintage y el high-quality sound. El sonido y el diseño de la imagen en el EP es pura prolijidad: ambientes en escala de grises, vidrio empañado por la noche, doble exposición en la fotografía, sentimiento análogo.
«Inconcluso», según Tomás, fue el nombre de emergencia para el EP. Pero en realidad, es el más adecuado: su primer trabajo discográfico es un corchete abierto, la banda está pensando en b-sides y puliendo rigurosamente el concepto de su LP. La nueva generación de músicos ecuatorianos, como Les Petit, ha naturalizado los procesos de autogestión de la escena. «Bastarditos» talentosos.
¿Cómo es su relación con la generación de músicos anterior a ustedes?
TV: Al principio fue Alaja Jam, y nos llevamos bien con ellos. Empezamos a contactarnos con gente mayor pero por simple naturaleza.
DZ: Sí, y siempre conocer nuevos músicos. Por ejemplo, cuando el Estevan y yo le conocimos al Camaleön fue como ¡qué arrecho! O al Mauro también, preguntarle cosas sobre Da Pawn. Es súper bacán porque sí sentimos el apoyo de estos manes, aunque son mayores, aunque tienen mucho más recorrido que nosotros. Sí hay ese soporte, porque no es competitividad, y si bien uno se saca la madre por lograr lo mejor que se pueda, la música no es una competencia. Sentir el apoyo de las bandas grandes te da confianza, y sobre todo cuando es de la gente que admiras musicalmente.
¿Dirían que sus mayores influencias musicales están en la escena local?
TV: Sí, en todo. Nos gusta full la música que hacen.
DZ: Swing, por ejemplo, no sonamos nada como Swing pero son increíbles e intentamos seguir sus pasos. En todo sentido es una nutrición constante. Ver a Da Pawn en vivo, a La Tri, a La Máquina, escuchar sus canciones grabadas nos influye tanto en nuestra presentación o el show que hacemos, como en la gestión, la composición o el origen de nuevas canciones. Todo lo que escuchamos nos nutre.
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La alineación actual de la banda es: Daniel Sorzano (guitarra y voz), Estevan Ricaurte (guitarra), Tomás Villafuerte (bajo), José Miguel Fabre (batería), David Tapia (teclados).
Playlist:
1.- Al Revés
2.- La Estación
3.-Ficción
4.-Luz
5.- Marea
6.- Vals del tiempo perdido
