En medio de la pandemia, Las Cuevas del Ilaló te presentan una experiencia multisensorial que no deberías perderte. Te contamos por qué.
Una vez fueron una maravilla arquitectónica. Hoy nos rendimos ante el sonido que rebota en las paredes de las Cuevas del Ilaló. Foto: Álvaro Jácome
Quien haya visitado Las Cuevas del Ilaló, como es mi caso, sabe que este es un espacio místico. Ha funcionado como un espacio cultural durante los últimos años y ahora, con el establecimiento remodelado y una instalación artística, sus promotores buscan ofrecer una experiencia única a lxs amantes del arte y la música.
Las Cuevas fueron construidas a punta de pico y pala, por el arquitecto cuencano Juan Alfonso Peña, en 1999. En 2015 se descubrieron sus grandes cualidades sonoras y en este pandémico 2020, se reinventaron con la llegada del músico Esteban Sánchez y la artista Doménica Barahona.
En junio de este año, ambxs ofrecieron a Juan Alfonso la chance de asociarse para explotar el potencial del lugar como centro cultural y artístico, luego de que este estuvo cerrado durante los meses de confinamiento. La presencia de Juan Alfonso, cuenta Doménica, fue una gran influencia para el concepto y el sentido que querían darle al proyecto.
La belleza de las Cuevas del Ilaló toca ahora el corazón de la gente. Foto: Álvaro Jácome
“El tema de los elementos naturales, la geometría sagrada y de la belleza como forma de tocar los corazones de la gente fue la base de lo que queríamos plasmar”, explica. Al equipo también se sumó Nicolás Estrada en la producción (lo puedes conocer de SOIOS) y Francisca de la Cerda en la identidad gráfica.
“Vamos a hacer muchas actividades educativas y de entretenimiento”, cuenta Esteban. Entre estas destacan talleres, exhibiciones de arte, instalaciones y conciertos. Como una primera etapa, se desarrollarán una serie de eventos inmersivos llamada “Inmersiones Telúricas”. “Multiversos”, la primera experiencia de esta nueva era de Las Cuevas, junta de todo un poco.
La primera etapa de “Multiversos” se desarrolló la semana pasada, del 18 al 21 de noviembre y tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano esta propuesta multisensorial. A continuación, un breve resumen y por qué deberías ir a verlo.
En Multiversos, al impresionante ambiente de las cuevas, lo complementa la música envolvente. Foto: Álvaro Jácome
Inmersiones Telúricas: adentrarse en la tierra para entrar en uno mismo
La propuesta es la siguiente. En grupos pequeños de personas se va entrando a las cuevas para gozar de una mezcla de música y luces que alteran los sentidos. La música envolvente o cuadrafónica está a cargo del mismo Esteban y las luces, a cargo del artista visual Pablo Rosero, de LUT Studio Lab.
Pero para eso, primero se debe atravesar el laberinto construido por Doménica, a manera de land art, es decir, construido a base de elementos naturales. En sí esta parte constituye un primer acercamiento a lo más profundo del ser. Y es que está diseñado de tal manera que el fin del laberinto es el centro, haciendo una analogía con los adentros de cada persona.
El laberinto está cargado de simbología y misticismo, al igual que aquel donde Teseo se enfrenta al minotauro, según la mitología griega. Pero aquí, en vez de enfrentar a un monstruo, uno debe entrar con una rama de lavanda y ponerlo en el centro, donde se encuentra una pequeña hoguera, haciendo una petición personal.
Las luces y los sonidos se apoderan de las Cuevas del Ilaló. Foto: Álvaro Jácome
Una vez adentro, la instalación y las cuevas invaden por completo los sentidos. Las sombras, las luces LED de la instalación y los sonidos se apoderan de uno en los 45 minutos que dura aproximadamente la obra. La base de ésta parte de unas frecuencias sonoras ancestrales, llamadas solfeggios, que “tienen propiedades medicinales a nivel neurológico”, cuenta Esteban. La narrativa está acompañada de la intervención sonora de elementos naturales que contrasta fuertemente con la presencia de las luces de Pablo Rosero.
Una vez afuera de las cuevas, se puede disfrutar de un DJ set. Cuando estuvimos ahí fue Quixosis el encargado de ambientar la noche. Para complementar la experiencia, existe una pequeña barra de bebida y alimentos.
Otra cosa que atrae de las Cuevas es su ambiente abierto. Foto: Álvaro Jácome
Por qué ir a ver “Multiversos”
Bueno, primero lo evidente. Este es uno de los pocos espacios, hoy en día, donde se puede ir a escuchar música en vivo de manera presencial. Si bien, poco a poco, los espacios culturales se están reabriendo con aforo reducido, en Las Cuevas existe un sentimiento de seguridad debido a su ubicación en las montañas y el diseño del lugar, que es abierto en su mayoría.
En segundo lugar, cabe destacar que al ser un espacio reinventado que da acogida a varios tipos de artistas. Ir allá es apoyar a la reactivación del sector artístico local. Si puedes y deseas consumir música y arte, esta es sin duda una gran inversión.
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Finalmente, el lugar acoge una propuesta única donde tanto amantes de la cultura como de la naturaleza pueden tener una experiencia distinta. No vas solamente a escuchar música o ver una obra de arte, vas a adentrarte al volcán y hacerte uno con los elementos: fuego, aire, tierra y agua.
La próxima etapa del evento se dará entre este jueves 26 y sábado 28 y contará con una presentación especial de Curi Cachimuel, además de un Dj set encargado a Kimchi. Las entradas la puedes adquirir en Meet2go.
