¿Qué carajos es el patrician? Aquí una inducción gratuita por dos músicos cuencanos (incluye playlist).
Hace unos meses, Leo Espinoza (Letelefono) y Flaco Arévalo (Pastizales) se juntaron a grabar con «Patricia»: una grabadora de cassettes SONY. De este ejercicio salió ‘Los Demos de Patricia Vol. 1’, un disco lo-fi de canciones inéditas y reversiones.
Pero, ¿qué onda con lo patrician?, ¿qué es y cómo suena? La inducción comienza:
De acuerdo a Leo, lo patrician llegó a su vida gracias a «Anthony Fantano (The Needle Drop) o «The Internet’s busiest music nerd», quien considera que tiene una relación súper profunda con la banda más patrician del mundo: Death Grips.
«En nuestras aventuras cibernáuticas, Pablo Jerónimo -ex Da Culkin, productor de La Madre Tirana y la única persona con la que había hablado de Death Grips- encontró un video que decidió mostrarme. Era un meme, un video del show de niños llamado Arthur con un montaje de Death Grips encima. Esto nos hizo descubrir lo patrician.»
El término patrician parte de los ‘patricios romanos’, ilustres aristócratas reconocidos por su nivel de influencia en la toma de decisiones. Hoy, el término es adoptado por aquellos que tienen la capacidad de reseñar todo lo que se oye, o sea ‘los críticos musicales’.
Dentro de los foros de argumentación musical, el patrician es el antónimo del ‘pleb’, diminutivo para plebeyos o normies. Bajo esta línea, algo ‘pleb’ es sinónimo de easy listening, mientras que lo patrician se refiere a lo transgresor o radical.
Pero lo patrician no es un género, un estándar ni mucho menos una calificación. El término es una característica general en constante cambio que no cae en un estándar sonoro, sino ideal. Al denominar algo como patrician se toma en cuenta la escena musical del momento, con referencia al tiempo, y el impacto que tiene la composición de la pieza en el futuro de la música. No existe un vínculo directo de lo patrician con lo rebuscado ni lo raro, sino como un término para definir la innovación de propuestas en una escena que evoluciona todos los días.
Por esta razón, definir una composición como patrician resulta controversial, complejo y hasta en algunos casos, erróneo. Pero generalmente este término es usado para definir aquellas canciones que son menos convencionales. «Ser patrician es atreverse a tener un punto de vista, casi que destructivo, acerca de los estándares musicales del momento», dice Leo.
Para completar la explicación, no queda más que la ejemplificación. «Las Cejas de Patricio» es la playlist que Leo y Flaco nos traen para definir parte del patrician ecuatoriano. Dieciséis canciones de toda índole y tiempos figuran en la primera selección de estos músicos, reducido al universo de Spotify.
La playlist contiene bandas como Las Vírgenes Violadoras, Jodamassa y Julio Jaramillo; todas precursoras de lo que estos dos músicos cuencanos consideran patrician. Estas composiciones, así como la secuencia de las canciones presentadas, explotan el término en diferentes núcleos de la musicalidad ecuatoriana.