El tiempo en la música es muy importante, tanto, que cuando más afectado estás en lo personal, es justamente cuando llega ese disco de alguna de tus bandas favoritas.
Este mes les paso discos de 3 bandas que no habían sacado álbumes en varios años:
1. Cobalt / Álbum: Slow Forever
Este disco me tomó completamente por sorpresa. Desde 2009 (con Gin) que Cobalt no engendraba nada. Cambiaron de vocalista y la música más black-sludge de sus predecesores, fue fusionándose con un metalcore (sí, core), doom y punk, aunque en sus momentos rápidos no deja de lado su esencia. Estos juegos de estilo no son difíciles para el dúo de Colorado que mantiene el juego entre diferentes estilos y rompe muchos esquemas de producción de un disco con canciones en promedio de ocho minutos.
El nuevo frontman, Charlie Fell (Lord Mantis) lleva con sus gritos a un absoluto y cautivante caos. Fell transmite a través de dolorosos y acechantes rugidos, los diferentes cambios de tempo que tiene el disco. Muchos intros y outros que decantan en enojo, ira, euforia, frustración y violencia, hacen parte de las letras que se plasman de formas corrosivas en cada uno de los más de ochenta minutos que dura el disco. De largo, un imperdible de este año.
2. Avernal / Álbum: La Quimera de la Perfección
Tuvieron que pasar cinco años para que Avernal volviera al estudio y vaya, ¡qué retorno! La Quimera de la Perfección es un disco sólido y por supuesto, está siempre bienvenido escuchar algo de metal extremo en nuestro idioma. Con 23 años de carrera en las espaldas, corte tras corte, se nota la madurez con la que la banda logra transmitir esa fuerza y velocidad que los caracteriza desde anteriores producciones, a través de potentes riffs y una poderosa vocalización.
Creo, personalmente que este es su mejor placa (sin desmerecer su carrera), en tanto se siente en su sonido la acumulación de experiencia y años en las tablas. Es prácticamente imposible no cabecear a lo largo de todo el disco.
3. Artista: Oranssi Pazuzu / Álbum: Värähtelijä
Psicodelia, esa sería la palabra con la que los finlandeses Oranssi Pazuzu definirían a su proyecto ya consolidado. Luego de tres años, vuelven con Värähtelijä (Oscilador). Se trata de un álbum completamente impredecible. En sus casi 70 minutos, nos guía hipnóticamente por momentos de lucidez y vacío. Las mezclas ácidas de rock progresivo y sintetizador se fusionan con el black más noventero en diferentes pasajes de manera que resulta muy complicado etiquetar o clasificar su sonido.
En este caótico disco encontrarás referencias de stoner, ambient, progresivo, black, trance y de seguro cada uno escuchará cosas diferentes, ya que el punto de equilibrio está completamente perdido y cada una de las canciones se mueve alternativamente, en grandes oscilaciones.
