La primera vez que escuché de la película fue como hace 3 años. El proyecto, para entonces, tenía un aire de rumor después de que Manolo y Lisandra habían detenido el proceso, algunas veces – era un ritmo lento. Su primer documental, Problemas Personales, estrenado en el 2002, sugería una espera necesaria.
No soy el único. La fila para ingresar al estreno rodea la mitad de la Casa de la Cultura. 2013. Mayo 9. Llego una hora antes del inicio de la función, pero estoy retrasado. Gano una butaca en la platea alta. Desde ahí, la proporción de la pantalla es la de una televisión 21 pulgadas que se cuelga en la cocina; pero no hay más, el teatro está repleto.
La película inicia… Hay algo nuevo para mí en este documental. La gente lo mira y aplaude durante la proyección. Aplaude cuando Roldós termina un discurso, cuando un periodista ecuatoriano incrimina a un dictador que visita al país, cuando se muestran documentos que sugieren un atentando ¿Qué tiene Roldós? ¿Es el documental? Entrevisto a Manolo.
¿Por qué Roldós?
Porque me vi afectado por su muerte. Fue un hecho que sí me marco de alguna manera en la vida. Sentía que era un hecho muy significativo a nivel emocional y a nivel político. No tenía muy claro por qué, más que las emociones que se produjeron en ese día. La segunda es el encuentro con los hijos de Roldós, con Santiago en particular, eso dio pie a que pudiéramos conversar sobre este tema y enterarme de cómo él y sus hermanas lo vivieron.
Cuéntame un poco del tiempo que tomó hacer el documental : 7 años
Hace 7 años habíamos tomado la decisión de hacer el documental sin tener ningún recurso, ningún fondo, ni siquiera haber escrito una sinopsis o una propuesta; lo que hicimos fue viajar con los hijos de Roldos, con Santiago y Martha a Huairapungo (lugar donde se estrelló la avioneta, porque se conmemoraban 25 años de la muerte. Viajamos a filmar eso, pensando que esa ceremonia iba a ser importante y luego escribimos el proyecto, y lo desarrollamos. Hasta que estuvimos listos para decidir qué íbamos a rodar, pasaron dos años; en el 2009-2010 grabamos las escenas que hay ahí y muchas otras que no están. Durante todo este tiempo estábamos buscando archivos, lo cual fue una tarea muy grande. Luego costó mucho madurar, restringir el tema, elegir un punto de vista, un sentido, una historia.
¿Es una respuesta a un proceso de maduración del proyecto o también responde a alguna pausa de producción?
Ambas cosas. Ni Lisandra ni yo estábamos dedicados al documental permanentemente. Yo tenía que compaginarlo con otras obligaciones, entre ellos el festival. Los fondos que recibimos sirvieron para el rodaje y para hacer una investigación, la maduración también tomó su tiempo.
En una parte del documental se sugiere que Abdalá Bucaram usa el nombre de Jaime Roldós para crear el PRE, por otro lado, la película también lo utiliza para contar una historia. Los dos lenguajes son creadores de íconos, entonces ¿en qué se diferencia un discurso político y el cine, como medio?
Puede haber una analogía, no sé. Yo creo que la película interpreta al personaje, da una versión de él. Tú puedes decir que Abdalá también hizo lo mismo. La película no juzga que Abdalá haya hecho eso, lo que la película hace es narrar cómo ese hecho afectó a los hijos del presidente como individuos en su dignidad. Entonces, yo me cuido mucho de juzgar al PRE; más que juzgar el PRE es recoger el drama de estos chicos que fueron afectados, aquí entra la ética del documentalista.
Bueno el cineasta se supone que está trabajando en el terreno del arte y la comunicación, y esas son actividades políticas también. Es un tema complejo. Las herramientas del cine y de la política son distintas, en el arte está permitido la duda, la experimentación, el juego; es un documental, es una construcción, es una respuesta de un relato y no pretende tener adeptos, ni postular una causa, sino lanzar un punto de vista sobre un tema y problematizar este tema.
¿Cómo funciona tu proceso de selección el montaje a propósito del discurso político?
Hay un discurso explícito que es el de la narración, donde se cuentan unos hechos, subjetivo, pero trata de ser muy preciso; y hay por otro lado, un discurso de imágenes, sobre todo de archivo que están hablándonos de otros sentidos. Ahí, cuando entran en juego esos dos factores ya no puedes controlar tanto el sentido. El sentido que llega al espectador es múltiple, diverso, azaroso… entonces la película a nivel visual, te retrata el círculo del que no podía salir Jaime Roldós. Visualmente se lo nota condicionado, acorralado, eso es algo que te dicen las imágenes, no es algo explícito; lo mismo sobre la idea de la posibilidad del atentado. La película no habla de eso, habla de las circustancias que lo rodearon, pero cuando tú ves las imágenes y las expresiones de los personajes en las imágenes de archivo, tú sientes que ya no necesitas saber si fue un crimen o no… sientes que la película te describe la atmósfera para entender lo que estás viendo, se vuelve casi secundario saber si fue o no un crimen, si pusieron o no una bomba .
Fui al estreno del documental con compañeros de mi edad. Todos se fueron antes de que se acabe la proyección. Después del documental converso con un cineasta contemporáneo tuyo y me pregunta si he comprendido el conflicto real del asunto y si me importa, le digo que «algo». Creo que mi generación está menos comprometida con la política ¿es este un inconveniente para el documental? ¿se puede decir que está dirigido para una generación en particular?
¿Cuantos años tienes?
23.
Yo pienso que la historia cuenta un drama. Nosotros tratamos de encontrar una dramaturgia, tanto en la de Roldós, como en la de “la segunda muerte” (el proceso del olvido). Pienso que se cuenta un drama humano y un drama político, y eso hace que pueda hablarle a cualquier generación y cualquier persona, seguramente no con la misma fuerza.
En el estreno fuimos testigos de cómo muchísima gente recuerda los hechos narrados, y en ellos tiene una fuerza emocional muy grande, pero pienso que para otros espectadores también lo puede tener a medida en que están narrados los elementos que constituyen un drama: sujetos a los que le pasan cosas y luchan contra esas adversidades. Pienso que puede hablarle a cualquier generación. Es una película muy ecuatoriana también, es muy política en eso. Te trata de decir que en la exploración del pasado político se pueden encontrar explicaciones para el presente, me parece que puede ser del interés para cualquier ecuatoriano.
Hablando un poco de los EDOC. ¿Cuál es la diferencia que tú percibes en la producción de documentales ecuatorianos desde la creación del festival hasta ahora?
Yo pienso que se mejora en la medida que se hace un trabajo más serio, más responsable, más maduro. En la rueda de prensa con los directores ecuatorianos, me pareció escuchar a gente que ha pensado sobre sus proyectos, que los tiene muy trabajados, muy elaborados, que tiene una propuesta. Yo estoy contento. No sé si «mejorado» es la palabra, pero hay trabajos serios, muy dedicados. La gente ha dejado un poco el lado amateur del oficio y entra a un lado más profesional, en el buen sentido de profesional, de hacer una buena investigación, de tomarse el tiempo de pensar en el sentido de cada cosa, de cada secuencia, cada escena… que es un poco lo que en Roldós también hemos hecho: tener un trabajo serio, que trabaja con responsabilidad del tema.
* La película se proyectará el viernes 17 a las 18:00 en la sala Alfredo Pareja (CCE) y el domingo 19 a las 15h30 en la sala uno del Ocho y Medio (Floresta).