La cumbia oscura de Siete Catorce

por Luciana Musello
Siete Catorce

Marco Polo Gutiérrez es ‘Siete Catorce’

Siete catorce es sonidos raros mezclados con hip-hop y dubstep. También es cumbia que pretende ser prehispánica, y electrónica muy oscura pero bailable. Siete Catorce es mezcla indiscriminada, imprecisa, auto-referencial, de un eclecticismo posmoderno literal: Siete Catorce es una posición intermedia, música de frontera.

Marco Polo Gutiérrez, el creador del proyecto, tiene 21 años y vive en Mexicali, ciudad fronteriza del norte de México. A los catorce años empieza a hacer “música electrónica bien rara”. Después se inserta en una escena musical de Tijuana llamada Ruidosón: fusión de oscuridad, cumbia y fiesta. Marco Polo decide imitarlos, “hacer algo así”. Nace Siete Catorce, se convierte en un fenómeno de Internet, y ahora toca en los festivales de electrónica más importantes de México.

Siete Catorce piensa que en lo que más le ayudó Mexicali, fue en no darle nada. Para él, las ciudades de la frontera de México son todas iguales: vacías, ideales para ser llenadas con “algo”. Esta urgencia de relleno resulta en pastiche: artificio, citación exacerbada y pérdida de la habilidad para localizarse históricamente (Madan Sarup, 1993). Siete Catorce hace música electrónica pero intenta “meterle” algo mexicano, ya sea tribal o cumbia. Ahora está interesado en la percusión, y le resuena la palabra “prehispánico”. Ante esto, los programas de música mexicana dicen: interesante, introspectivo, denso. La posmodernidad diría: nostalgia.

Por oposición a la modernidad, la posmodernidad contempla la pluralidad y ambivalencia como condición, y la seducción como fuerza movilizadora (Lipovestky, 1986). Un artículo de VICE (2013) describe a Siete Catorce como la banda sonora de una película -dirigida por Hitchcock- sobre una fiesta de quince años. Siete Catorce, en otras palabras, es la violencia y la penumbra de la árida frontera, traducida a la pista de baile: convivencia paródica, grotesca y seductora. En Tijuana y Mexicali se baila la desesperanza. Los ambientes de la música de Marco Polo responden a las madrugadas en su cuarto, con la computadora al frente y el Ableton abierto. Siete Catorce, así, es pedazos de realidad fronteriza en beats electrónicos, la fragmentación del sujeto, el espacio para el culto al individuo. La diversidad contingente de las identidades colectivas posmodernas son las fiestas de Ruidosón.

Siete Catorce también es un buen sonido para acceder a la discusión sobre la autenticidad. La posmodernidad supone una transformación en los campos de legitimación del saber, y en las cualidades del mismo. A diferencia del saber científico de la modernidad, legitimado en la academia y en la comprobación, la posmodernidad es un espacio para los pequeños relatos, es decir, los saberes narrativos y el conocimiento transformado en información, susceptible a la comercialización. En este contexto, las ideas de autenticidad y originalidad tienen que sostenerse en un terreno donde el real ya no se puede distinguir de la copia, porque la plataforma que contiene la información ya no puede ser regulada. El real no se puede rastrear y por eso, la producción artística deberá armarse sobre un nuevo supuesto posmoderno: la inevitabilidad de la copia.

En el norte de México e incluso en Estados Unidos, Siete Catorce es considerado una de las propuestas más originales de la escena musical electrónica, pero esa originalidad surge de una mezcla inconcebible: sonidos tradicionales mexicanos oscurecidos, enfiestados, furiosos, reinventados. La autenticidad posmoderna -si es que hay una- estaría basada en el ordenamiento de los referentes a discreción del artista. Pero la aspiración de autenticidad relacionada a la experiencia aurática, al enfrentamiento con lo único, debe ya abandonarse por romántica y sobre todo, por imposible. La autenticidad es una sospecha moderna. Siete Catorce es auténtico por la intencionalidad posmoderna de su obra: ninguna en particular.

Referencias:

– Sarup, M. (1993). Poststructuralism and postmodernism. Pearson Education Limited.

– Lipovetsky, G. (1986). La era del vacío. Editorial Anagrama: Barcelona.

– VICE. (Nov. 28, 2013). Los productores: Siete Catorce. Recuperado de: http://www.vice.com/es_mx/noisey-vbs/los-productores-siete-catorce

– MeHaceRuido. (Mar. 10, 2014). Entrevista a Siete Catorce. Recuperado de: http://www.mehaceruido.com/2014/03/entrevista-siete-catorce/

 

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