Eunice Ponce, estudiante de fotografía de la Universidad San Francisco de Quito, presenta una serie fotográfica que documenta dinámicas familiares que se desarrollan en torno a las abuelas. Las imágenes exponen espacios íntimos y momentos casuales donde se plasma la relación intergeneracional propia de «la visita» a la casa de la abuela. Según Eunice, «con estas fotografías podemos ver cómo las abuelas se han convertido en el núcleo conector de estas familias y cómo el pretexto de ir a visitar a mi abuela constituye una oportunidad para relajarse, compartir y comer, a pesar de que las abuelas muchas veces parecen estar ausentes dentro de estos momentos al igual que los visitantes».
¿Cuál fue tu principal motivación para hacer una serie fotográfica en torno a las abuelas y sus espacios?
Bueno, a mi el tema de la tercera edad me intrigaba mucho. Soy una persona muy activa y me preocupaba llegar a una edad en la que el cuerpo no me permitiera realizar todas las cosas que me gustan. Por otro lado, la experiencia con mis propios abuelos me impactó ya que, por un lado, vi a uno de mis abuelos vivir una vejez muy ágil pero ,por el otro, tuve una abuela que sufrió mucho. El hecho de saber cómo podrá ser mi vejez, me causaba mucha intriga. Mi documental comenzó como una búsqueda de cómo son las relaciones de aquellos que aún tienen abuelitos y cómo es la vida de aquellos que han llegado a la tercera edad.
¿Cómo fue el proceso de selección de las abuelas y los espacios que presentas?
Al principio retrataba a todo tipo de abuelas. Me fui al «60 y piquito» en Cumbayá y fui a casas de abuelas de escasos recursos, esa fue una experiencia bastante enriquecedora. Simultáneamente, empecé a fotografiar a abuelas de mis amigas y gente conocida. A la final, me quedé solo con el tema de abuelas de mis amigas porque quise acercarme a una experiencia que se asemeje a la mía. Me fijé también en el tipo de casas que representan el típico decorado de abuelitas quiteñas y el tema de los rituales familiares: la abuela siempre cocina y nutre a su familia. Mediante este proceso, encontré un montón de símbolos que representaban también mi experiencia. Así, poco a poco todo se fue uniendo.
¿Cómo ha sido la experiencia de «visitar a la abuela» durante este proceso?
Cada visita que realicé fue una experiencia hermosa. Cada abuela tenía sus temas divertidos. Recibí un montón de consejos únicos que solo los abuelos pueden dar. También estaban los típicos comentarios que te hacen reír, como: «¿Hijo de quién eres?» o «¿Ya comiste? Estás muy flaquita».. Cosas de ese estilo. Además de todo, aprendí cómo culturalmente el tema de la familia es tan importante para los quiteños. Aprendí mucho de esos momentos íntimos que se viven en familia, en especial cuando los abuelos son el núcleo conector. Por último, pude reflexionar sobre las diferencias culturales entre las distintas generaciones, ese fue un tema fuerte en mi documental.
¿Qué experiencia ofrece la exposición a los espectadores?
La exposición presenta una instalación con elementos típicos de la casa de la abuela y 15 fotos representativas de lo que fueron para mí estas visitas. La persona que visite esta exposición de verdad podrá sentir la experiencia de ir a donde su abuelita y reconocer que muchas veces no nos sentimos de verdad conectados con ellas.
La muestra se realizará hoy a las 7:30 pm en «Pentasiete Art Studio» (Av. Interoceánica Km. 11 1/2 y Siena – Cumbayá).