Jams de dibujo: Capacidad de crear infinita

Jam de Dibujo, abril de 2015 /Foto: cortesía de Alegría Mateljan

Al igual que en la música, el teatro, la danza y en general todas las artes, la improvisación es una puerta siempre abierta. La habilidad de conjugarse con un grupo de personas y liberarse al crear espontáneamente atrae cada vez más a la unión de nuevos integrantes a los jams de dibujo de la ciudad. Sin ataduras, sin reglas y con total flexibilidad de formato, surge el encuentro casi como ritual de todo tipo de dibujantes, ilustradores y aficionados.

El pasado martes fui carente de expectativas a mi primer Jam de Dibujo. Fue un evento organizado por el Fondo de Cultura Económica, el 19 de Enero. Pero al contrario, la experiencia despertó en mí la curiosidad por saber más de esta tendencia novedosa creciente en Quito.

Meet and Draw, Local Pide Pizza, diciembre 2015 / Foto: cortesía de Francisco Galárraga

«Un Jam de Dibujo es un compartir que sirve como alimento para la creatividad.» Alegría Mateljan (ilustradora y organizadora de eventos artísticos)

Dibujantes:

Seducidos por el estudio de la figura humana, disfrutan el encanto de delinearla en vivo con modelos, música y buen ambiente. Durante la sesión, los participantes permanecen concentrados, mientras el lápiz plasma una mezcla de la realidad con la creatividad del autor. Se forma un grupo selecto de contempladores de la belleza natural. Son artistas de edades variadas que miran con minuciosidad hasta el último recoveco de la piel del modelo.

Jam de Dibujo, La Casa Mutante, noviembre 2015 /Foto Cortesía de Alegría Mateljan

“Una de las características que más me gusta de los jams es observar la variedad de gente que asiste, así como su manera tan única de dibujar.” Francisco Galárraga (ilustrador y organizador de eventos artísticos)

Jam de Dibujo, La Casa Mutante, noviembre 2015 / Foto: cortesía de Alegría Mateljan

Cada individuo con una mirada de concentración distinta, algunos hasta sacan la lengua o hacen muecas cuando alcanzan ese momento. Es un instante de total conexión, donde solo se encuentra el modelo y el artista en un compartir personal con su obra de por medio. Las distintas personalidades de los retratistas se reflejan en la forma de coger el lápiz, definir los trazados característicos, en el modo de sentarse y la peculiaridad de colores, texturas y formas de sus cuadernos.

Modelos:

Meet and DRAG!, La Cafetina, noviembre 2015 / Foto: cortesía de Francisco Galárraga

La persona que posa desafía a sus músculos al permanecer inmóvil en las posturas más extravagantes. Además, de poner a prueba su paciencia y balance por un tiempo prolongado. Las poses empiezan desde los cinco minutos y van en aumento dependiendo de la intensidad de trabajo entre los participantes. Los modelos vivos son testigos de miradas constantes, sin quitar la concentración de sus cuerpos se presentan con naturalidad. Al parase en medio de los artistas se convierten en el núcleo de la tertulia creativa.

“La verdadera improvisación viene de los modelos, quienes encuentra una pose nueva totalmente inesperada.” Francisco Galárraga

Jam de Dibujo, La Casa Mutante, noviembre 2015 / Foto: cortesía de Alegría Mateljan

Música:

La melodía de fondo suele ser instrumental, algo futurística a ratos, electrofusión y un poco jazzy. Pero cada encuentro tiene su temática y música acompañante de las horas de culto artístico. Lo único que interrumpe la paz es una voz firme que dice cada cierto tiempo: “Cambio”

Meet and Draw, Local Pide Pizza, diciembre 2015 /Foto: cortesía de Francisco Galárraga

“Las sonoridades desempeñan un papel primordial al momento de crear el ambiente de la sesión. Sin duda afecta el ánimo de la gente igual que su manera de dibujar.” Alegría Mateljan

Jam de Dibujo, Fondo de Cultura Económica, enero 2016 / Foto: Alex Tamayo

Cada evento es distinto, único, poco predecible, pues depende del confluir de los asistentes, con la música y su amor al arte. Un performance, donde la participación de los artistas impulsa al cambio inventivo de los modelos. Para ser parte solo se necesita una pizca de interés, lápiz, papel y el deseo de poner a prueba la creatividad.

Jam de Dibujo, Fondo de Cultura Económica, enero 2016 / Foto: Alex Tamayo

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