Álvaro Andrade y Pablo Molina / Foto: Fía Zeta Jota
Lo que conocemos de la banda se resume en tres EPs: Veda (2007), Efímero (2009) y Colores que Nadie Ve (2011). Su propuesta, difícil de encasillar, se codea con el rock, post-hardcore y la experimentación. Esto ha generado una identidad definida y sofisticada en el sonido de Veda.
A partir del 2011, los músicos dieron prioridad a sus carreras, estudios y familias. Tomaron un respiro, pero no dejaron de tocar. Justamente de este proceso creativo y espontáneo de ensayar surgió la idea de producir su primera obra conceptual de larga duración: Hasta donde Alcanza la Vista.
“Este disco está inspirado, pensado y sentido en el símbolo de dualidad más cotidiano: el día y la noche… La propuesta tiene dos secciones: en la diurna se pueden escuchar canciones aceleradas y fuertes, es la faceta roquera de Veda; en la nocturna se exploran mundos y sonoridades más experimentales”, dice Pablo Molina, guitarrista y vocalista de la banda.
Evolución sonora
La agrupación decidió dar un giro en Hasta donde Alcanza la Vista. Si bien mantienen influencias arraigadas al rock, punk y hardcore, Pablo dice que cada integrante explora sus diferentes gustos musicales. “Se podrán escuchar canciones con influencias jazz, hip-hop, drum n bass, punk, rock progresivo, hardcore, y hasta música andina y clásica”, dice.
Al fondo en los teclados, Carlos Carrillo / Foto: Fía Zeta Jota
Para este salto sonoro, la banda contó con la participación de algunos músicos invitados que incorporaron nuevos elementos. “Grabamos un teclado Hammond a cargo de Carlos Carrillo - The Liners e Ismusqa Brown & The Groove Machine -. Además de un ensamble de cuerdas y vientos andinos”.
La casa tomada
Foto: Fía Zeta Jota
La escena local pasa por un proceso interesante en cuanto a producción musical. Algunas bandas han decidido dejar los estudios de grabación y apropiarse de nuevos espacios que les permitan crear con más originalidad. “Hay proyectos como el nuestro donde la búsqueda estética y la propuesta artística pueden ser enriquecidas por el espacio. Además, el tener una casa a tu disposición hace que el equipo se sienta más relajado, con la posibilidad de tener mayor concentración”.
Aunque es difícil conseguir un lugar de estas características, Veda lo encontró en La Morita, Tumbaco. La casa pertenece a la familia de José Crespo – batería -. “Estaba rodeada de aire limpio, sembríos y montañas. Esta fue nuestra primera opción porque con poca intervención acústica, podríamos sacar un buen sonido”.
David Tornay realizó la grabación con la asistencia de Pablo Gándara, durante la semana del 8 al 14 de septiembre. La producción ejecutiva estuvo a cargo de Martín Fuentes – guitarra – y Pablo Molina. Tornay y Mid Side Studios proporcionaron el apoyo logístico.
Documentación
Foto: Fía Zeta Jota
“Precisamente lo que buscábamos era documentar la magia que ocurre en un instante irrepetible cuando en una habitación, cuatro personas entregan su interpretación. Eso es parte esencial de este disco”, dice Pablo.
Por esta razón, Hasta donde Alcanza la Vista también tendrá el registro audiovisual de John Silva y Alejandro Moreno. “Hay una canción que simboliza el amanecer. Fue importante para nosotros poder registrarla mientras amanecía. Un día todo el equipo madrugó y grabamos en exteriores con sonidos de ambientes, micrófonos dispuestos, cámaras atentas y mucho, mucho frío”.
A parte de este proyecto audiovisual que acompañará al disco, Veda cuenta con la participación de María Emilia Escudero, artista plástica quiteña que está a cargo de la propuesta visual.
Lanzamiento
El primer disco de Veda aún sigue en proceso de producción y posiblemente estará listo para el primer semestre del 2015. Además, la banda tiene planeada una edición limitada que incluirá una obra de arte con técnicas híbridas a cargo de Álvaro Andrade, BASSTA! – bajo – y María Emilia Escudero.
