HANGAR de Elena Vargas

por Bernarda Troccoli

Foto: Oliver Echeverría

Es impresionante la cantidad de gente que transita por un aeropuerto a diario. Son miles las caras, las historias y las interacciones que en un momento determinado, coinciden en estos lugares de paso y le dan ritmo al tiempo de tránsito y de espera.

Indagar durante un día en los detalles que se desprenden de la vida en un aeropuerto, permitiría al narrador contar muchas historias. Destinar una década a la documentación de la vida en estos lugares, empoderaría al narrador para hablar de las “sensibilidades que se activan en los seres humanos durante la breve permanencia en espacios y situaciones de tránsito”.

Elena Vargas, artista española y ecuatoriana, deja Ecuador en el 2001 para estudiar en Europa. En ese momento, inicia un diario de viajes para el que escribe y fotografía aeropuertos y pasajeros. Entre el 2001 y el 2011, el diario se llena con cientos de fotos y decenas de textos. Paralelamente, la artista recopila y selecciona temas musicales de su autoría y construye un concierto en colaboración con otros músicos. Toda esta producción artística se convoca en “Hangar”, un proyecto audiovisual que ofrece un concierto acompañado de la proyección de las fotos y la lectura de los escritos. La experiencia creativa se registra en un cd-libro con el mismo nombre.

“Hangar”, el nombre del proyecto,  es el  título de una de las canciones de Elena. El tema fue compuesto a partir de una fotografía del cineasta alemán Wim Wenders que capta un hangar abandonado con dos aviones sin alas.

¿Cómo  se  tradujeron las vivencias de los espacios  de tránsito en producciones artísticas?

El material inicia como un diario personal y tras varios años de sostenido interés por las arquitecturas y situaciones que se generan en estos espacios, me encontré con un archivo muy interesante que invitaba a la exploración. Itzel Cuevas (actriz mexicana radicada en Guayaquil) condensa todo este material (además de tickets aéreos, boarding pass, itinerarios, mapas, etc.) en una serie de collages que forman el «libreto» del disco. Creo que la libertad con la que ella creó los collages enriqueció muchísimo el material ya existente y lo dotó de una coherencia y línea narrativa. Reflejan de una manera muy clara mi gusto por el coleccionismo y la acumulación de objetos de viaje.

La idea de «collage» se ha aplicado también a la faceta musical: Hangar ha sido presentado a lo largo de estos años en compañía de talentosos músicos que nos han brindado sus conocimientos y sonidos en distintos momentos.

¿Qué experiencia ofrece «Hangar» a la gente?

Provengo de una familia de artistas (mis padres son fundadores del Grupo de Teatro Malayerba) y esto generó en mi un interés desde pequeña por el mundo de las artes. He practicado danza, estudiado música y teatro, he trabajado como iluminadora y he incursionado en vestuario y escenografía. Estas herramientas me permiten -y de alguna forma exigen- que el concierto sea «vestido» por un guión, iluminación, vestuario, escenografía… en fin, que tengan una coherencia temática.  De ahí que Hangar fuera presentado este pasado 20 de marzo en el Centro de Arte Contemporáneo (perfecto escenario para nuestra propuesta) en un formato no muy común, un evento que incluyó: exposición gráfica, intervención musical en vivo, lanzamiento del cd-libro “Hangar” y presentación de la página web.

 ¿Hay alguna historia personal  específica que haya detonado en ti la necesidad de hablar de la experiencia en lugares de tránsito ?

Mis padres Ramiro, Charo y Arístides son viajeros. Las maletas, las reservas y los traslados han sido parte de mi vida desde pequeña. Los tres han vivido largos períodos fuera de sus países de origen y se han adaptado a nuevos espacios y culturas. Creo que esta constante me ha permitido la suerte de conocer muchos lugares y personas, de entender mi vida y mi trabajo desde otras perspectivas. El viaje como lugar y momento de vivencia es distinto al viaje como una etapa simplemente transitoria. Me interesan las vivencias y la importancia del viaje en si. Me interesa preguntarme -preguntarnos- el por qué viajamos, por qué nos trasladamos y mudamos.

¿Qué importancia tienen para ti los «no lugares» como  aeropuertos o estaciones? ¿Qué sensibilidades activan estos lugares?

Considero que en los espacios de tránsito se ponen de manifiesto las diferencias (lenguaje, cultura, costumbres, moneda, etc.) y los individuos nos vemos sometidos a una serie de reglas que alteran nuestra cotidianidad y nos enmarcan en una secuencia programada de identificaciones y registros. Estos espacios me interesan por la contradicción que envuelven: amplias arquitecturas que encierran, organizan y conducen a los viajeros. Son lugares para partir, pero ese proceso implica una serie de estancamientos, frenos y dificultades. Son lugares para moverse y sin embargo plagados de espera. Hangar explora también cómo los datos que nos definen (nacionalidad, cultura, origen, móvil para el viaje) marcan profundas diferencias de trato.

¿Qué representan los viajes  en tu vida?

Mi familia ha vivido viajando: mi padre Ramiro en busca de montañas para escalar, mi madre Charo y mi padre Arístides en busca de teatros donde mostrar su trabajo. Los tres migraron y vivieron gran parte de su vida en países distintos al de su procedencia y yo he repetido esto en mi vida: nací en Pamplona, me crié en Quito y estudié en Barcelona. Hace seis años regresé al Ecuador porque en nuestro país es posible trabajar en el arte y creo que hay excelentes propuestas surgiendo en este momento. Creo que en los viajes uno tiene la posibilidad de conocer otras realidades y esto te brinda nuevas perspectivas sobre tu vida y tu trabajo. Viajar es parte importante de mi vida y de mi trabajo y espero que las oportunidades de viajar se sigan abriendo.

“Hangar” es un proyecto donde se reúnen talentos de más de veinte músicos,  varios artistas gráficos y audiovisuales, además de  actores y actrices.

“Me siento muy afortunada y agradecida de contar con tantas amigas, amigos, colaboradores y artistas en este proyecto. «Hangar» nace de mis inquietudes: recoger sensaciones en espacios de tránsito y componer canciones. Desde el momento que otros se suman las inquietudes se multiplican y las ideas se suman y resultan en un proyecto mayor al que yo había ideado. He ahí la magia de abrir un proyecto para que deje de ser tuyo y sea de varios. Para cada nueva idea pensamos en quién podía transformarla y enriquecerla y hemos tenido la suerte de que fotógrafos, artistas plásticos, actrices y actores, cineastas y más de una decena de colaboradores se interesaran en el proyecto y formaran parte del mismo. Por lo tanto, es un proyecto que nació individualmente y que ahora es el trabajo de un colectivo. Ese colectivo hace posible que la visión se amplíe, y ahí radica su riqueza”.

Si quieres conocer más sobre esta artista y sus proyectos, visita:

www.elenavargas.com

www.facebook.com/elenavargasmusica

 

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