Cuenca celebró una de las fiestas más grandes de la música independiente en el país. Durante dos días congregó a miles de personas en diez puntos icónicos de la ciudad. Una propuesta avezada que abrió los ojos a la diversidad de géneros y culturas urbanas. En otro post ya habíamos comentado las características de lo que había preparado esta fiesta. Y como estaba en los planes, todo fue ‘música y celebración’.
El 19 de junio por la noche, la Alianza Francesa de la ciudad inauguró un fin de semana que prometía arte y entretenimiento bajo el cobijo de la música y sus manifestaciones. Pero fue el viernes 20, en medio del partido Ecuador – Honduras y noche de Corpus Christi, que realmente arrancó la fiesta en bares, centros culturales y otros espacios cerrados en los que tocaron bandas y músicos de acuerdo al género y temática del lugar. El bar El Duende dio la bienvenida a la noche con Caxie, un grupo de house, jazz y funk de Guadalajara.
Este abrebocas dio pistas a la ciudad de lo que vendría el sábado 21 de junio: Los castillos pirotécnicos por la celebración del solsticio de verano se mezclaron con la Fiesta de la Música. Más de 55 bandas tocaron en alguno de los 11 escenarios montados para este evento, según el género. La plaza del Otorongo, cercana al barrio de San Sebastián, representó con bandas de metal y hard rock como Muscaria y Raza Odiada, a una de las culturas urbanas más fuertes de Cuenca.
El Parque Calderón y el Puente Roto también fueron espacios donde se congregaron grupos grandes de gente para ver a músicos de géneros masivos como el hip-hop, el reggae o la música electrónica. Mientras tanto, otros lugares más pequeños como La Merced, la Esquina de las Artes o el CIDAP, fueron parte de un ambiente familiar. Cuenca puede darse el lujo de abrir escenarios cercanos al río, con fondos panorámicos y en lugares icónicos de la ciudad. Ningún espacio podía pasar desapercibido. Desde un vado o una plazoleta, la gente podía ver agrupaciones de Guayaquil, Portoviejo, Macas, Quito, o Guadalajara.
Como parte de la estrategia de esta gran fiesta, realizaron un cierre con grupos más grandes en el Parque de la Madre. Salú, La Locro Banda, Show Chet con Olivia Ruiz (Francia), y otros llenaron de alegría el lugar. No hubo razón para no dar una vuelta por ahí desde las 4pm cuando se encendió el escenario de clausura. El cierre lo hicieron los Swing Original Monks con «El Caminito», el show que presentaron en Cuenca, como parte de la gira nacional. Las luces, el performance, el humo y el contacto con el público hicieron que los habitantes de la ciudad se conecten con la celebración hasta la madrugada.