Inmersión: jazz, reggae y marimba en el debut de Pitekus

por Juan Sebastián Jaramillo
El percusionista y multiinstrumentista Fidel Minda, conocido por su proyecto Pitekus, lanzó su álbum debut, Inmersión. El disco consiste en seis canciones y tres interludios sonoros. Todo esto acompañado del sabor de la música global, con toques de sazón criolla, especialmente de la cultura afro.

La colaboración es clave en la propuesta de Fidel Minda, ya que de los seis temas, tres son colaboraciones con la cantante Mariela Espinosa (Munn, Sr. Maniquí) y dos con el multiinstrumentista maliense Ahmed Fofana. 

La influencia de música global también es fundamental en el álbum, pues, además de Fofana, participan otros músicos foráneos, como son el pianista colombiano Nicolás Cristancho y el percusionista costarricense Manolo Mairena. 

Destaca en el álbum la presencia del jazz, el reggae y la salsa, a los cuales logra incorporarse de manera muy orgánica y fluida la marimba.

El resultado es una ecléctica compilación de culturas, memorias y paisajes sonoros que, con un pie en lo local y otro en lo global, retratan las búsquedas personales de Fidel. 

Cortesía Pitekus

Inmersión

El álbum fue grabado en 2019 en el estudio de Pablo Vicencio, de la mano de los músicos Matías Alvear, Daniel Pacheco y Carlos Quilumba, además de lxs mencionadxs previamente. Fidel se hizo cargo de toda la percusión: batería, marimba, congas, guasá, bongó marroquí, bongós, bombo, y percusión vocal.

 El LP quedó reposando por un tiempo hasta que, gracias al auspicio del sello Mama Records, la mezcla de Alexis Proaño y máster de Damián Betancourt, el álbum salió el pasado 3 de septiembre. 

Inmersión es un álbum hecho para sentarse a escucharlo cómodamente en un sillón toda la tarde. Se presta para la apreciación atenta gracias a sus altos vuelos instrumentales y letras cargadas de poesía. Aunque también, por qué no, sirve para ahuyentar el bajón bailando.

Abre “Amiga de la Paz”, un tema de añoranza, de amor, de amistad. Este es el tema más jazzero y a la vez el que más encapsula el espíritu de fusión del álbum. Un gran abrebocas para lo que se viene a continuación.

El tema comienza con un beatbox de Fidel, al que se suma la marimba e inmediatamente la batería toma la posta, dando paso al resto de instrumentos y al protagonismo de la voz de Mariela, que se impone con su característica voz aguda. 

“A pesar de que es muy distinta a la música que hago como creadora, no es muy distante a mí en cuanto a lo que he escuchado y bailado toda mi vida”, explica la vocalista de la banda de trip-hop y música experimental Munn.

Pitekus y Mariela Espinosa durante el concierto en el Festival Ecuador Jazz 2021. Cortesía Pitekus

Luego viene Emoinaiya, que junto a Awe y Odele, son interludios sonoros que sirven como preparativo para la canción que los sigue. Sus nombres corresponden a palabras waorani que significan “playa”, “árbol” y “cielo”, respectivamente. 

También están Samaíz y Pantera, los otros dos temas que cuentan con la participación de Mariela. 

Samaíz es la canción que más disfruté. Tiene una sólida base de reggae y samai, un ritmo que se toca en Turquía y Marruecos, según Fidel. La canción cuenta la historia de una sirena que se acerca a las redes pesqueras de un barco y queda atrapada..

“Luego está dentro del barco con peces muertos y empieza a cantar cada vez más fuerte hasta que las redes se rompen, el barco explota, ella cae al agua y los pescadores se transforman en caballos de mar”, cuenta el músico quiteño.

El álbum se acerca a su final con Negra y Buscando Minda, dos temas muy distintos entre sí, pero que tienen en común el afecto familiar de Fidel.

Él cuenta que Negra es un tema dedicado a su hermana, “por su personalidad de fuego y camelladora”, quien por cierto hace un performance de danza en el videoclip de la canción.

Buscando Minda, en cambio, “la hice a mi padre, pero preguntándome de dónde viene esta raíz africana, investigando la historia de cómo llegaron estas personas (afrodescendientes) acá”, cuenta Fidel. 

Tocá Bombo, la última y quizás la más alegre, es la historia de Steven, un niño de San Lorenzo de Esmeraldas. “En un centro cultural donde dábamos clases todo el día, había un niño que no iba a la escuela (como muchos otros) y solo quería tocar un bombo. Era realmente muy feliz tocando”, explica Fidel. 

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Trayectoria de Fidel Minda

Fidel Minda, ahora de 35 años, empezó tocando música clásica a los 12. Confiesa que su ilusión era tocar el saxofón, pero fue el fagot finalmente su compañero de aprendizaje en la Orquesta Sinfónica Juvenil (FOSJE), su escuela durante los siguientes cinco años y donde recibió una beca para estudiar. 

Fidel Minda en el concierto de Mango Blue en Cuevas del Ilaló (2021). Foto: Juan S. Jaramillo

La FOSJE fue también la puerta hacia su primera gira internacional. Cuando Fidel tenía 17 años, visitaron Europa para un concierto en la Filarmónica de Berlín, una de las salas de concierto más importantes del mundo. 

Mientras estudiaba en la Sinfónica Juvenil, Fidel decidió formarse de manera autodidacta en la batería, haciendo su primer acercamiento a la percusión y llegando a formar una banda de metal. 

Fue así como terminó estudiando percusión clásica en el conservatorio Mozarte, donde obtuvo su primera licenciatura o bachillerato en música. Ahí aprendió a tocar la marimba, el tímpano (o timbal) y el vibráfono. 

Posteriormente hizo un posgrado en interpretación de percusión clásica en el Conservatorio del Liceo de Barcelona, gracias a una beca que ganó. El curso duraba nueve meses, pero Fidel vivió ahí durante seis años.

En ese tiempo hizo otra licenciatura, esta vez en música moderna y batería en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), haciendo un acercamiento hacia la música que más le interesaba: música popular y jazz. Aplicó a otra beca y pudo ir de intercambio a la universidad de las artes de Rotterdam, Codarts

Fue precisamente en su paso por Holanda donde nació Pitekus, con algunos temas que fueron escritos en ese tiempo y que forman parte de Inmersión. Sin embargo, Fidel confiesa que era otra sonoridad totalmente distinta a lo que es el proyecto ahora, tirando más hacia el jazz, la música instrumental y música global.

Pitekus en el Festival FEIRA DA MUSICA en Brasil. Transmitido en línea desde el Teatro Capitolio. Cortesía: Pitekus

No fue hasta que volvió a Ecuador que su música agarró los tonos y colores de la música tradicional afroecuatoriana y afrolatina, una herencia que llega a él directamente desde sus abuelos paternos, oriundos del Valle del Chota. 

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Si bien Fidel aclara que los temas del álbum “no tienen una raíz afro”, sino que “solo ciertos colores y matices”, el sonido protagonista de su marimba hace imposible que no regresemos a ver sus influencias directas:  los ecuatorianos Papá Roncón, Don Naza, o las agrupaciones colombianas Canalón de Timbiquí, Grupo Bahía o La Pacifican Power, por mencionar algunas. 

Es notable que Inmersión es el fruto de un trabajo de formación e investigación de varios años. Con este álbum Fidel Minda demuestra habilidad como instrumentista, pero también una gran versatilidad para componer música contemporánea y global, a la vez que hace honor a la cultura afrodescendiente.u

El disco tuvo su lanzamiento en el Ecuador Jazz 2021. Lo puedes escuchar en todas las plataformas digitales.

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