Música

Escape From The Machinery nos lleva a conocer un nuevo lugar del paraíso

By Martín González

January 24, 2017

Escape From The Machinery es una joven banda que busca hacerse notar en la escena independiente con las vibraciones de su post-rock experimental. Ahora dan un paso firme con el estreno de su videoclip: «A new part of heaven».

Apenas entran los acordes melancólicos y graves de una bajo, aparece ante nosotros un extraño fluido azul que nos hipnotiza poco a poco para sumergirnos en la atmósfera que crea la música. A medida que van ingresando los instrumentos en una orquestada secuencia de cadencias lentas, las imágenes nos llevan en un viaje inestable y psicodélico a través de las texturas de unas rocas, la corteza de un árbol o las nubes divagando en el cielo. De repente aparece ella, saltando a la vista con su vestido blanco en medio de las piedras oscuras que la rodean y nos juntamos a su exploración a través de una serie de lugares hostiles y misteriosos, sin saber si esto es producto de nuestra mente o de la suya.

«A New Part of Heaven» es el tercer sencillo en el EP Pilot de Escape From the Machinery, una joven banda quiteña que trae una ambiciosa propuesta de rock experimental instrumental, ideal para el oído que gusta de los viajes introspectivos y melancólicos.

Con este video le apuestan a consolidar su imagen y jalar la atención del público hacia su música, prestos a empezar una carrera más sólida con una formación renovada y algunas maquetas que pronto se convertirán en temas nuevos.

El videoclip es una pieza en la estrategia de Escape para saltar al ruedo con fuerza. Para ello, la banda dejó todo en manos de David Escobar, un joven cineasta que ha sido amigo suyo desde hace algún tiempo. Él le apostó a plasmar en el videoclip las sensaciones que el tema le causaba, para crear un viaje visual que parece haber sido sacado de algún sueño. Según dice, la inspiración le llegó con fluidez, dado que las canciones de Escape «son como un soundtrack» que se puede asociar fácilmente con imágenes.

Para contar el viaje de «Tami» (la protagonista), el director se volcó por un lenguaje más «asociativo», compuesto por «imágenes que se van agrupando y crean un sentido que nos va contando algo pero de una manera menos explícita». Si bien hay una línea narrativa en el video, su creador prefirió que esta fuera dejada a la libre interpretación del espectador, buscando que las imágenes fueran portales a conceptos más amplios y a ideas más libres, que fluyen y se conectan por sí solas en nuestras cabezas mientras el sonido de Escape establece el tono para un viaje por el cosmos.

El video fue grabado en una casa en Tumbaco, en un bosque en el Valle de los Chillos, la Laguna de Muertepungo, cerca de Píntag y el estudio del COCOA, en la USFQ. No obstante, gracias al toque de la música y a la visión del director, todos esos lugares parecen haberse perdido en una dimensión paralela que debemos atravesar para llegar a esa nueva parte del paraíso que la banda nos plantea desde su música.

 

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