“Lo que sale, se escucha y se siente en el público… esa energía”. En los asientos del Teatro Variedades, los asistentes van a ser parte de una nueva experiencia. En esta van a participar tanto la audiencia como los músicos en el escenario. El Cirque del Shay, producido por el tejano Michael Shay, busca superar barreras que son para él imaginarias.
En el Cirque del Shay colaboran trece músicos. Es un grupo conformado por integrantes de MUNN, Tambores y otros Demonios, Texas Express, Orquesta de Instrumentos Andinos, Rocola Bacalao, Blues S.A, Sudakaya, Antiplano de chile, Hijos del Padre Almeida… Músicos de géneros totalmente distintos. Ese es el experimento: juntar a diversos artistas y así crear nuevas formas de expresión.
Esta propuesta nace para “ver qué pasa creativamente cuando se toman riesgos”. Él espera que no muera, o que se desarrolle en forma de nuevas propuestas. Entonces, la esencia del Cirque del Shay es confiar en lo desconocido y así arriesgarse. Crear a través de la curiosidad.
Te encanta crear cosas nuevas para encontrar diferentes formas de expresión. ¿Qué hay en esa diversidad que te interesa tanto?
Yo creo que es algo de mi naturaleza. Tiene que ver con la variedad e interés dentro del mundo. Si no estoy haciendo cosas nuevas, siento que no estoy aprovechando de ese mundo en que vivimos. En la cuestión de la música, me gusta viajar y cuando estoy viajando siempre conozco dónde estoy a través de la música.
Michael Shay busca “compartir nuestras diferentes ondas”. Tomando en cuenta que no es común que los músicos quiteños salgan de sus géneros y hacer algo que, tal vez, sea lo opuesto. El tejano ideó un concierto de colaboración artística. Para organizar el concierto siguió el camino de la versatilidad. “Es un experimento para que todos aprendan y disfruten, para crear la idea de que los músicos de Quito pueden hacer propuestas nuevas sin saber qué va a pasar”.
El nombre de este concierto nació como un juego en que Shay le pide a la gente que se deje llevar por la improvisación. O sea, el sábado el público debe entrar al teatro con curiosidad y expectativa. Shay utiliza la expresión tejana “by the seed on your pants”. Para él, si los músicos se encuentran energéticamente, nada puede salir mal. Las cosas están “bien arregladas para escuchar el resultado de la química de la gente que está junta en el escenario”.
Y, ¿cuál es tu expectativa de este experimento?
Vamos a tener full sonidos y estilos para aprender de cada quien. Mi expectativa se mantiene como una sorpresa. Espero que algunos de los músicos creen nuevas uniones. Espero que se den cuenta de que pueden salirse de su género y experimentar. Con los riesgos, en el arte salen las cosas más interesantes.
¿Dirías que la creatividad es la esencia del Cirque del Shay?
Tal vez la esencia está más en la experimentación. Aunque no nos conozcamos, la esencia es encontrarnos como artistas dispuestos a jugar con la música. A aprovechar de la compañía de otra gente que tampoco tiene miedo. Eso es lo que me interesa: ver qué pasa.