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Pablo Arturo Suárez: «Somos la generación que debe contar cosas nuevas»

By JJ Alomía

March 14, 2013

Entrevista: JJ Alomía

Pablo Arturo Suaréz. 4 cortometrajes. Estudió Cine y Video en la Universidad San Francisco de Quito y una maestría en Dirección, en Barcelona. Se prepara para su primer largometraje. Con 1972 gana el premio a mejor cortometraje en el Festival Adrenalina Visual (2010); Cuando estalle la mañana se estrena para el público en la sala de FlacsoCine el próximo viernes 15 de marzo. Su premiere fue el festival de internacional de Huelva (2012) en España.

Pablo, cuéntanos de dónde viene este proyecto, y qué quieres contar con este.

El corto nació cuando estaba haciendo mi maestría en dirección en Barcelona. Surgió de  la necesidad de contar una historia que sentía que estaba presente en el día a día, en el vivir en España; me interesaba adentrarme a una historia desde la parte humana y de ahí partir a lo universal. Construimos un guión que retrataba la idea de un ecuatoriano que es hijo de la migración: llega los 6-7 años a España y se convierte en un español legalmente, pero no lo reconocen así, y de vuelta en Ecuador tampoco lo reconocen como ecuatoriano. Está en un limbo de identidad.

Bacán, el joven, en el cortometraje tiene una noche fatídica. Tiene una pelea con unos amigos  y apuñala a un chico español y empieza a huir con sus amigos por las calles de Barcelona. En este proceso de huir va sintiendo una culpa, un remordimiento de saber si mató o no a la persona que apuñaló. Todo eso ocurre mientras hay un contraste de una voz en off súper introspectiva, que habla del tema de la migración, el tema de la búsqueda de identidad propia.

Tus anteriores proyectos como este, apuntan a un “realismo social”, un cine que crece a finales de los noventas en Latinoamérica ¿Cuál crees tu que es la diferencia principal que existen entre estas películas y el Cine que tú propones?

Yo creo que soy hijo de esa generación en el sentido que crecí viendo ese cine latinoamericano social y realista. En realidad viene desde antes como por ejemplo con el Ladrón de Bicicletas (1948, Italia), y siempre ha estado presente a lo largo de la historia del Cine. Yo creo que la manera de acercarme a contar estas historias es dónde pongo el punto distinto. A mi me interesa contar historias en contextos sociales particulares. En este caso, es un chico migrante. En 1972 , en la época de  la dictadura en Ecuador. Me interesa  encontrar historias personales e íntimas que ocurran dentro de este contexto social. Al final mi película no es sobre la migración, es una película sobre la culpa y el asumir un poco quién eres a través de una noche fatídica.

¿Esto le hace universal?

Yo creo que lo que le hace universal es esta historia personal de reflexión, de dudas… el asumir la culpa después de una mala decisión es algo que le podría pasar a cualquiera.

Hablas de una realidad social distinta a la tuya, ¿cómo cuidas este proceso para que no se convierta en una visión completamente externa ?

Esto es uno de los temas en los que siempre entro en discusión desde que empecé a hacer cine. Hay una tendencia a creer que solo puedes contar cosas que te han pasado a ti, y  yo estoy totalmente en desacuerdo. No creo que esa es la única vía de contar cosas. En el momento que tú decides contar una historia, lo importante es que a ti te interese y te mueva, eso va a hacer que tú te introduzcas y le pongas el corazón, la investigación, el proceso creativo necesario para contar la historia que quieres contar.

De ahí, ¿cómo me acerco? Yo creo que es el reto más grande. Desde mi posición es un proceso de investigación y trabajo profundo, es no tomar las cosas a la ligera. Yo viví en España y me dediqué a hacer una investigación de estos espacios, visitaba los restaurantes de comida ecuatoriana, compartía con la gente que ya estaba ahí años, y eso hizo que haya un interés mío por contar una historia. 

 

Háblanos de tu Largometraje.

Esperamos grabarlo este año, estamos en el proceso de financiamiento. Es una historia de amor de una pareja en su madurez (sesenta años). Ellos va esta casa en la playa en busca de salvar su matrimonio y tratar de restaurar lo que está un poco quebrado; a su llegada las cosas no funcionan y de repente, de la nada, llega su nieto que se escapa de Quito. Les cae a la casa de la playa. A raíz de la llegada del nieto, las cosas empiezan a funcionar entre ellos, y empiezan otra vez a juntarse. A su vez el nieto empieza a desempolvar viejos secretos del pasado, unos buenos, otros más oscuros que hacen que todo se ponga en desbalance. La idea es una historia de amor y de una familia

¿Te alejas un poco  de la temática social?

Yo creo que es un paso siguiente. Seguimos hablando de un contexto particular, pero de otro tipo de contexto social. Hablamos de temas de familia y de la relaciones humanas. Yo creo que es una evolución, son etapas  de la vida: cuando estaba en Barcelona, necesitaba contar el tema social-migrante, ahora, que volví, estoy en la etapa de analizar el amor y de descubrir ese amor más verdadero. Eso que te hace estar junto con una pareja toda tu vida .

La idea original es mía y la escribimos con una guionista que se llama Antonella Frisone. Fue un proceso de guión súper duro, un año de trabajo, empiezas con muchas ideas y van cambiando. Terminamos con un guión que es muy simple y sencillo, pero está en su punto. Creo que es una perfecta historia para una ópera prima y para introducirnos en un tipo cine también distinto, en el sentido de alternativo. La idea nuestra es filmar esta película con pocos recursos, entre amigos que se graduaron de la universidad.

¿Podrías haberla filmado en España?

Sí , totalmente. Nace a raíz de un corto que hice en España que se llama La Guitarra.

¿Por qué volviste?

Yo creo mucho en el cine que se hace en el país. Yo decidí hacer esto para contar historias acá. Me parecía bacán hacer cine en Hollywood o en otros lados, pero en su punto. Creo que en este momento mi necesidad va por contarlo acá, en los espacios de acá, y sobre todo porque acá está mi familia.  El hecho de que el equipo que llegué a juntar y crear aquí, el equipo de trabajo, es único, porque se formó a los cuatro o cinco años de universidad, y ahora trabajamos con ellos en publicidad. Pero ellos me conocen y yo les conozco y así funcionamos como un reloj.

Por otro lado, España está en crisis, no hay plata, mis compañeros y amigos directores españoles están viniendo a Ecuador a trabajar o están de meseros, y es gente muy talentosa. Allá tienen un sistema muy paternalista para la producción de cine. El Estado financia todo lo que es la película. Tienes fondos estatales del Ministerio de Cultura y Ministerio de Cultura locales que financian el cine. Fueron años en la que ellos se malacostumbraron a que les den 6 millones o 10 millones de euros para hacer películas y, ahora, con la crisis ya les cortaron a la mitad y la poca plata que hay, va hacia los viejos cineastas como Trueba, Alex de la Iglesia, Bayona…

¿Cómo ves el apoyo acá?

En el Ecuador creo que estamos en una etapa crítica en el sentido de tomar decisiones. Ha habido un gran apoyo, hasta ahora, del Estado -que sigue siendo poco y escaso-, pero el problema es que el momento en el que crearon estos fondos se volvió en el único medio que apoya al cine. El resto de organismos estatales no dan apoyo porque creen que ya hay un rubro para el cine. Además no ha habido políticas públicas que acompañen a esa ley de cine para la inversión privada para que las empresas puedan invertir en cine y así disminuir sus impuestos.

Otro problema que está pasando ahora,  y yo no soy mucho de quejarme, es que la nueva política multi-pública y cultural audiovisual del Ecuador está enfocada en apoyar al cine comunitario, al cine de minorías discriminadas, de etnias, y básicamente la mayoría de la plata del Ministerio de Cultura se va a proyectos audiovisuales de este estilo. El CNC (Consejo Nacional de Cine) tiene la mitad de sus premios dirigidos a premios de provincia; esto para mi es un retroceso. No estoy diciendo que lo uno no debe existir, pero por existir lo uno, no debe quitarse lo otro. Yo creo que el progreso del cine nacional en estos años ha sido porque ha habido toda una ola de cineastas y de gente con escuela, desde el Sebastián Cordero. Son generaciones estudiadas que permitieron contar historias mejor narradas, técnicamente mejor hechas, y eso ha permitido que ese cine se vea afuera, que se ganen premios. Ahora con las nuevas políticas culturales, se va a empezar a apoyar cine de una calidad técnica baja y muchas veces de historia.

 

Eres una de las primeras generaciones que puede estudiar aquí y luego puede estudiar afuera. ¿Cómo ves la diferencia de la academia?

Aunque no lo creas estamos muy bien. La enseñanza en cine es una cuestión muy universal en el sentido de que no hay rigidez como la física, entonces, hay varias teorías y varias maneras de afrontar y estudiar cine. Creo que las escuelas están en muy buen camino. Lo que falta es más apoyo institucional, crear políticas institucionales de apoyo a los proyectos estudiantiles, que la universidad te pague los festivales, que se apropien de los proyectos, en el sentido de que te mande a festivales como proyecto de la escuela. Qué mejor que un corto de una escuela entre a Cannes, sería increíble. 

¿En cuanto a técnica, teoría, enseñanza…?

En cuanto a técnica estamos bien, porque generalmente en aspectos técnicos, es más concreto. Yo creo que donde nos falta un poco es en la parte más teórica o conceptual, de un trabajo del acercamiento de los proyectos, de elementos que no tienen mucho que ver con cómo poner una cámara sino cosas de semiótica y discurso.

¿Pero eso puede aprender un director en una escuela o es una búsqueda personal?

Yo creo que es búsqueda personal, pero creo que una escuela tiene la obligación de darte esas herramientas, “ aquí están esas opciones, escoge la que vos quieres”. Yo creo mucho en la escuela y en el método, en un guión de estructura, en temas súper puntuales que para mi funcionan ; después, si tú quieres desarmarle, bacansísimo, pero lo importante es tener las herramientas. Una escuela lo que debe darte son las mejores herramientas, tanto técnicas como teóricas para que tú, después hagas lo que te dé la gana.

¿Cuál  es la diferencia que hay entre tu generación y la generación de cineastas que ya estrenaron sus películas como Iván Mora, Javier Andrade?

Para mi es genial todo ese fenómeno que se ha dado. Yo quise hacer cine cuando vi Ratas. Es importante plantear que esas generaciones han sido estudiadas en el extranjero. Nosotros somos una generación que aprendió de ellos. Para mi es un proceso: al Sebastián le importaban contar historias muy realistas, sucias, el Iván y el Javier tienen una herencia de eso, pero tienen un tono más personal, hay como más intimidad, se siente que hay un poco más de escuela.

Para mi el mejor guión que se ha escrito de cine en Ecuador, es la película del Javier Andrade (Mejor No Hablar de Ciertas Cosas). Es un guión que tienen todo lo que tiene que tener: tiene aprendizaje, tiene toda la estructura clásica y por eso funciona y es tan buena. Para mi esa escuela ha permitido que sea un cine mucho más técnico y mejor. Tú ves las actuaciones de Ratas y ves que hay algunas que son excelentes y otras que están improvisadas. Con  Javier Andrade ves unas actuaciones excelentes, súper pulcras, un buen trabajo de dirección de actores, y una calidad técnica perfecta.

Yo creo que ahí ya hay una evolución. Ya habido un proceso de mejorar la calidad, y creo que en nosotros está un proceso de contar cosas nuevas, de buscar otras historias, de empezar a hacer género. Qué bacán que alguien sale con una película de terror como la que está haciendo el Joe Houelberg, qué bacán empezar a contar cosas de amor como la mía, qué bacán si salen cosas de comedia, yo creo que ya hemos absorbido todo ese trabajo técnico, pulcro y bueno. Ahora hay que preguntarse ¿cómo llevamos al cine al siguiente paso?  Y ¿cómo alimentamos más el público que hay?  Porque creo que eso es clave. Hay un montón de gente que quiere ver cine, hemos cultivado un público súper grande con la piratería, pero ahora ese público hay que traerle a las salas.

Cuando Estalle la Mañana Trailer 2011 from Pablo Suarez on Vimeo.

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