“Mamá Dolores es una de esas mujeres a las que les debemos que el mundo sea mundo. Valiente, carismática, estricta pero también dulce y maternal. Es una de esas mujeres que por las buenas, es buena pero que por las malas puede asustar al mismo diablo. Es una mujer amante de la literatura; una persona que disfruta de un buen cigarro, una copa de jerez o de mezcal y un buen libro…”. Así habla Diana Diego de “Mamá Dolores”, el personaje que pone cara y personalidad al proyecto del cual ella es fundadora y coordinadora.
“Mamá Dolores Cartonera” es una editorial ubicada en Querétaro- México. ¡Es distinta! Sus puertas se abren a artistas que buscan publicar y difundir su obra, pero además las publicaciones dan una segunda oportunidad de vida a materiales de desecho como el cartón. Como otras cartoneras presentes en América Latina, Europa y África, “Mamá Dolores” se rige por tres ejes esenciales: es independiente y su principal objetivo es la difusión artística, su trabajo se elabora en base a materiales de desecho, y cada ejemplar que en ella se fabrica es hecho 100% a mano. “Cada ejemplar por sí mismo es una obra de arte única que incluye otra obra, la literaria”.
¿Qué impulsó la creación de esta editorial?
El proyecto de Mamá Dolores Cartonera inicia por el interés de difundir los proyectos artísticos de quien esté buscando un espacio para publicar su obra. Los que integramos este proyecto somos escritores y diseñadores, entonces estamos muy expuestos a los problemas que implica publicar un proyecto artístico. Es por esto que nos dimos la tarea de abrir una oportunidad para que gente que ha estado en nuestra situación, tenga un espacio en el que pueda tal vez iniciar una carrera artística. Quién sabe, con nosotros se podría estar publicando el próximo Borges o el próximo Bolaño.
¿Cuáles son los proyectos actuales de “Mamá Dolores Cratonera”?
Actualmente contamos con dos publicaciones: Mamá Dolores Cartonera que es la encargada de editar y publicar libros, respetando y conservando mucho la tradición cartonera. Pero también innovamos un poco al sacar la Revista Prosvet, que es la primera revista cartonera de artes selectas. En ella publicamos material artístico en general, cada dos meses y con una temática en particular. Y cuando decimos «material artístico en general» hablamos de todo el material. Estamos interesados en publicar todo lo que pueda ser impreso como literatura o ilustración pero también aquello que no, como la música o el audiovisual. Averiguar cómo meter ese tipo de material en una revista impresa, es nuestro trabajo, lo importante es que las personas se animen a mandarnos su obra.
¿Cómo es el proceso de producción de sus publicaciones?
En cuanto a libros, hay tres convocatorias permanentemente abiertas para nuestras tres colecciones: La Colección Estelar, en la que se publican libros de un único autor; la Colección Campechana, que son compilaciones de textos, de diferentes autores, diferentes géneros y diferentes temas, y la Colección Chamacos, cuentos para niños o por niños.
Para la revista, en cada edición se saca una convocatoria planteando un tema diferente.
Es el trabajo del Consejo Editorial realizar la selección de materiales cuidando que sea contenido de calidad. Todos los textos pasan por edición, corrección e incluso procuramos, en la medida de lo posible, hacer llegar a nuestros colaboradores, comentarios que puedan ayudarles a mejorar su forma de escritura.
Después, se pasa a la parte de diseño editorial, luego a producción. Esta parte siempre es diferente porque nos adaptamos a los materiales que tenemos disponibles y tratamos de que haya un juego del contenido de la publicación con la estética del libro o la revista.
El equipo de este Grupo Editorial está compuesto por seis personas.
“Entre todos, nos preocupamos de la producción, de buscar más espacios para difundir el proyecto, buscamos escritores, artistas plásticos/visuales, músicos; entre todos planeamos las presentaciones y demás. Siempre estamos recibiendo el apoyo de gente que colabora con nosotros los días de armado o con conocimientos muy específicos; lo importante es que, aunque sea un proyecto cultural, formemos un equipo multidisciplinario con toda la gente que tenga algo valioso que quiera aportar al proyecto”.
¿Cuántos ejemplares han producido hasta el momento?
Uff, en número de ejemplares, está difícil contestar. Pero en libros hemos hecho tres publicaciones hasta ahora: ¡Queremos tanto a Mamá Lolita! (Colección Campechana), Scrivo Verbis Diaboli (Colección Campechana), 1/25s Todo el tiempo del mundo, del poeta oaxaqueño Efraín Velasco (Colección Estelar).
Y hemos sacado dos números de la revista Prosvet: En diciembre del 2012 salió Revista Prosvet Sci-Fi, la primera revista postapocalíptica (porque se presentó el 21 de diciembre) y en Febrero se produjo Revista Prosvet, la revista softcore queretana, temática erótica.
¿Dónde se distribuyen los ejemplares?
En cafés, en tiendas de diseño, en presentaciones, en eventos culturales… Prácticamente en donde nos den el espacio para hacerlo. Lo que queremos es llegar a tanta gente como sea posible. Además, hay gente fuera de Querétaro que ha pedido revistas o libros y se los mandamos. Incluso gente fuera del país. Al menos tenemos certeza de que los libros y revistas de esta editorial han llegado a País Vasco y a Colombia.
¿Cómo ves tú la escena literaria actual en México y América Latina?
En general la escena artística en el mundo y a lo largo de la historia se encuentra en constante movimiento. Siempre están surgiendo proyectos, iniciativas diferentes e innovadoras, que además buscan integrar cuestiones actuales como en este caso el uso de materiales «basura» o herramientas tecnológicas. Creo que lo único que falta y creo que en todos los niveles, llámese Querétaro, México o América Latina, es la difusión de los proyectos. El alcance. Por ejemplo, cartoneras hay muchas en toda América Latina, sin embargo, todas se quedan en lo local. Incluso en lo local hay mucha gente que no conoce que en equis o ye ciudad existe una editorial cartonera y salvo la gente que está involucrada en el entorno literario-cultural sabe a qué se dedican estas editoriales y las características que tienen.
También tiene mucho que ver con el tipo de sociedad. Una sociedad que no se alimenta de la literatura o del arte en general, obviamente va a dejar morir proyectos muy ricos e interesantes. Y esa es la lucha constante que tenemos todos aquellos que estamos involucrados en asuntos culturales, el desinterés de la gente termina por hacer que los proyectos se desvanezcan y algunas veces hasta logran amputar el espíritu de los jóvenes que se aventuran a dejar una huella en la sociedad, por el área de la difusión cultural.
“No queremos dejar a nadie atrás, no queremos restarle valor al trabajo de nadie porque todos los proyectos son importantes. Por eso nos esforzamos en buscar alternativas para que a través de nuestra firma editorial, puedan difundirse todo tipo de proyectos y además, hacerlo de formas creativas e innovadoras para que, quienes tienen poco o ningún acercamiento a los asuntos culturales, encuentren en nosotros una alternativa atractiva e interesante, tanto en nuestras presentaciones, como en el contenido de nuestros materiales”.
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Quiénes conforman Mamá Dolores Cartonera:
Elizabeth Acosta y Diana Diego son las fundadoras y coordinadoras generales del proyecto y miembros del Consejo Editorial. Elizabeth se encarga, además, de toda la parte administrativa y financiera. Mientras tanto, Diana se encarga de la parte de corrección, edición y contacto con todos los artistas, medios y organizaciones culturales que quieran colaborar con el proyecto.
Kiril Kravchenko es el coordinador de Revista Prosvet.
Adriana Alvarado es la coordinadora de la línea de Momasquin, otro de los proyectos de “Mamá Dolores Cartonera”, que consiste en la producción de cuadernos bajo la filosofía de aprovechar materiales de desecho.
Omar (Shaggy) Carbajal es el diseñador. Se encarga de pósters y material para redes sociales. Además, hace el diseño editorial para Revista Prosvet.
Benjamín Camarillo es el diseñador industrial. Elabora materiales para los estantes de los puntos de venta de sus revistas y libros.
