Entre sombras crecen Tayos Tayos Tayos

por Gris Onofre
Tayos Tayos Tayos trae “ñengoth” para las masas, el punto medio exacto entre lo oscuro y lo darks.

A nadie se le pasó por la cabeza que de proyectos tan contrarios como Macho Muchacho y Los Habitantes de la Luna podría florecer algo. Pero sí sucedió: salió Tayos. Sus respectivos miembros, Aldo Vanoni y Sabi Gallegos-Anda, se conocieron del círculo musical, reconocieron lo darks en el otro y este año, decidieron hacer música juntos para ver qué salía. Sus particulares y atípicos estilos coincidieron en sus influencias darkwave y góticas, y así crearon el «ñengoth», una densa mezcla entre «ñengoso» y «gótico».  La banda finalmente tomó vuelo con la ayuda de Aldo Macchiavello en la batería (Niñosaurios) y Sebastián Peralta en el bajo. Hasta ahora tienen tres temas afuera.

Tayos / Fotografía: María Cuesta

Todo partió de La Bestia, banda difunta de Quito conformada por cuatro chicas que en 2003 tomaron el camino del punk para reprochar y sacudir al país. Ellas, con influencias tipo The Cure y NOFX, formaron un patrón que desembocó en el deseo de generar un nuevo concepto gótico y sutil. Esa estética ignorada, basada en la búsqueda de la oscuridad y el misterio, es una de las principales influencias de Tayos, 14 años después.

La Bestia, punk ecuatoriano.

Con la intención de explorar todos los aspectos que conforman esta estética, Tayos intervino en lo musical con intenciones de que coincida con lo visual. «Me interesa explorar bastante la imagen de la banda, porque las bandas en las que he estado no se tomaba mucho en cuenta. Sabi es ilustradora, nos gusta el arte, nos preocupamos bastante en ese aspecto. Capaz después nos gustaría hacer algo más grande, pero mientras tanto creo que aún estamos descubriendo que podemos hacer juntos», explica Aldo.

Tayos en vivo / Foto: Lionel Cruz

Tayos está cargado de símbolos. La oscuridad, el negro y la tipografía gótica tradicional, crean un enigma para aquel que nunca los haya escuchado. Si Tayos tuviera un manual de uso para su estética, las reglas serían tajantes y específicas: falta de luz, hipnósis y sensualidad. Basta ver su muro de Instagram para cachar que también son fieles devotos a los memes, al delineador rojo y a las fotos en blanco y negro. O sea, súper darks.

Esa combinación de memes y oscuridad es la clave para entender cómo Tayos se proyecta en lo musical con el «ñengoth». Esta »etiqueta» funciona como un término cortina para lo que la banda tiene entre manos. Aldo explica que, ciertamente, su música no encaja en lo que la crítica musical de élite calificaría como gótico. Lo suyo es menos serio y por eso el «ñengo-«. Para ellos, Tayos representa su propia versión del gótico: «cholo, turro, a nuestra manera, nuestra propia huevada». Por eso, el género contiene influencias new wave/darkwave, 80s goth, también descrito como «goth tropical» de acuerdo a Sebastián Peralta, el bajista.

Extraído de su Instagram @tayostayostayos

Las oscuras historias que cuentan sus letras hacen alusión al esoterismo, elementos encontrados y las tinieblas. Estos componentes nos llevan de a poco a entrar a la «cueva» de los Tayos, famosa por los múltiples relatos sobrenaturales de los que es protagonista en el recóndito oriente ecuatoriano. Pero el nombre de la banda no es por la cueva en sí, sino por los bulliciosos pájaros nocturnos que habitan en ella, como explican Aldo y Sabi.

Los arpegios de sus guitarras, la profundidad del bajo, la batería que marca tus pasos, el arcenal de pedales que te asustan y la voz fantasmagórica de Sabi, incitan al misterio y a la curiosidad. «Conglomo», «Blodia» y «Panamá» son lo poco que podemos escuchar de la banda en Internet por ahora, pero próximamente podremos esperar un disco. Mientras tanto, «Conglomo» se encuentra enre los Hits de Verano de Radio COCOA.

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