El papel del fotógrafo en la escena de la música independiente en Quito, está por encima de la documentación y difusión. El fotógrafo, al escoger sujeto y acción, está construyendo una escena.
En Quito, son varios los fotógrafos que documentan la movida independiente. Le dan ángulo, color, exposición y la formalizan rectangularmente. En esta primera entrega, presentamos a dos de ellos:
El Tipo Gris-referencia a una de las canciones de Can Can-es Leo Suárez. En un inicio, Leo sacaba fotos de conciertos como hobbie, “sólo porque sí”, pero las fotos se fueron acumulando. Decidió subirlas a una página de Facebook bajo el nombre de El Tipo Gris. De repente se volvió un trabajo-trueque. “Me ofrecieron la opción de tomar fotos de los conciertos, a cambio del valor de la entrada o una cerveza o yo que sé…”
Buhofónicos, Portón Verde, 2013
Morfeo, Portón Verde, 2013
Para Leo, la escena musical alternativa de Quito está compuesta de personajes, iniciativas y público, todos elementos que se deben respetar para que el registro de la escena sea auténtico, para que la foto sea una forma de acercarse. “El fotógrafo tiene que manejarse con mucho cuidado, ser casi invisible, intentar no alterar el espacio del músico ni la experiencia del publico”.
Índigo, Portón Verde, 2013
Swing Original Monks, Alianza Francesa, 2012
Las fotos de El Tipo Gris son un intento de preservar lo que sucede en una escena en desarrollo como un legado, pero también como “prueba”, dice Leo, de lo efímeros que pueden ser los momentos del movimiento al que uno pertenece. Todas las fotos dicen yo estuve ahí.
Lu Noboa es hija de Mauricio Noboa y hermana de Andrés Noboa, guitarristas y compositores ecuatorianos. La primera vez que cogió la cámara fue en el recital de graduación de su hermano, cuando tenía 16 años. Le siguió una pasantía en el Teatro Sucre al año siguiente y ahí se consolidó el placer por la fotografía de eventos.
Andrés Noboa, Blues S.A., Seseribó, 2012
Gabriel Marcel, La Piñata, El Aguijón, 2012
La relación de Lu con la escena independiente es de familiaridad: por genética y por confianza. “Tal vez por haber crecido entre músicos sé cómo se manejan en el escenario, conozco las dinámicas y logro capturar momentos que emocionan a quienes los ven”. Para Lu, sacar fotos nunca fue un hobbie. Al principio era una colaboración, pero después se convirtió en un trabajo, lo que es lindísimo porque habla de la seriedad con la que toma a la escena.
Ella piensa que enfrentase a una buena foto hace que los proyectos se formalicen y que los músicos sean reconocidos. Lu sabe que la escena alternativa quiteña es pequeña, pero eso no significa que sea informal. “Una foto no solo muestra la belleza de los músicos sino la calidad de los eventos, la seriedad de las producciones, todas las cosas que le dan valor a la escena”.
Camila y la Máquina de Luz, Teatro Variedades, 2014
Nicolas Schipper, Grabación de Druida, ensamble celta, 2012
1 comentario
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