El último sencillo de Hombre Pez es una apuesta por el country psicodélico como un lenguaje narrativo y crítico a la vez.
Parecería ser que el rock está relegado en el panorama cultural actual. Los géneros urbanos se están comiendo el planeta, y el pop les sigue la huella muy de cerca. Y en ese contexto, la música se está volviendo cada vez más sintética, más computarizada. Los proyectos jóvenes suenan cada vez menos análogos.
Entonces, ¿por qué atreverse a sacar una canción de rock psicodélico, con notas de blues y country? ¿Tienen cabida esos sonidos en la era de los sintetizadores, los drum-machines y las voces procesadas? ¿Se puede confiar todavía en los instrumentos de cuerda y palo?
El último sencillo de “Hombre Pez”, proyecto del guitarrista y compositor quiteño Sebastián Game, demuestra que sí. Más allá de querer probar un punto, este músico ha sabido hacerle honor a su nombre artístico, nadando continuamente contra la corriente y escurriéndose con soltura. Con “Los Saberes”, nos da un adelanto del EP que ha preparado en cuarentena, como respuesta a la pandemia y como antesala a su tercer disco.
A lo largo de sus dos álbumes pasados, Game ha venido demostrando una capacidad notable de inventiva y versatilidad que justifican y superan su rol como integrante de la legendaria banda Biorn Borg. Lo ha hecho explorando vertientes musicales muy diversas con su guitarra, coqueteando con el vértigo del punk y luego con las cadencias de la cumbia. Ahora se vuelca por la que parecería ser una forma más vernácula del rock.
Esta una canción de country con piquete. El tema tiene una estructura rítmica sencilla pero contundente, sostenida por el bajo robusto y preciso de Álex Alvear, y las baterías sutiles de Bastián Napolitano. Game se monta sobre estos elementos mezclando varias capas de guitarras y teclados —y uno que otro efecto— que se complementan con tino y construyen una atmósfera misteriosa y psicodélica.
Las voces, no obstante, son el elemento que redondea el sencillo. Las melodías que compone el Hombre Pez suelen acoplarse bien con los instrumentos, creando grooves muy interesantes que hacen caminar y crecer a sus canciones de forma orgánica. En “Los Saberes” esto no es excepción, y se ve bien en la forma en que la guitarra líder conversa con los versos y el coro, en un diálogo que tiene muchos tonos juguetones.
Dentro de esta estructura cobra vida la letra, entregándonos una reflexión inteligentemente ambigua sobre la forma en la que “los saberes” son transmitidos en nuestros días. Los versos se plantean como un cuestionamiento que no termina de castigar ni de premiar nuestras formas de comunicarnos y de compartir información en la actualidad.
Estamos viviendo una era en la que las comunicaciones están disparadas gracias a la tecnología y al acontecer social. Las ideas se desbordan cada segundo, con consecuencias que a veces son amables y otras tantas, catastróficas. Y en este contexto “histérico”, parece ser que lo más difícil que podemos hacer es ponernos a pensar. El miedo lleva a la polarización del pensamiento, y ese es terreno peligroso.
La canción podría interpretarse entonces como una invitación a jugar con la ansiedad que produce ese panorama. Se siente como una ridiculización del convencimiento ciego en el que podemos recaer ahora que creer en cualquier cosa se ha vuelto tan fácil, y a la vez tan difícil. Aunque suene contradictorio, a veces la mejor forma de dar una mirada irónica y veraz del mundo es hablarle desde lo que parecería ser una ficción.
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El videoclip, en el que el Hombre Pez actúa como líder de una pequeña secta, complementa esta visión de forma muy divertida. Su carácter cómico y despreocupado tiene un brillo bonito, que deviene también del hecho de que los personajes fueron interpretados por Game y su familia. Esto representa, además, un giro interesante para el proyecto, que desde sus inicios ha incorporado la teatralidad como un elemento importante de su propuesta.
Respondiendo a la pregunta planteada al inicio: Sí, se puede confiar todavía en el rock, y sí, todavía tiene cabida. De hecho, es alentador ver que hay músicos como Sebastián, que todavía le tienen fe como una forma de hacer música interesante, capaz de expresar cosas inteligentes.
Con “Los Saberes”, Hombre Pez hace esa declaración desde un lugar que destaca por darle una mirada refrescante a un aspecto muy rancio de la actualidad. Y lo hace logrando integrar a su obra algo que es elemental, pero que muchas veces se pasa por alto: la capacidad de crear jugando con sinceridad. Esta canción refleja que, quizás, los saberes elevados son los que nos permiten maniobrar este mundo peligroso de formas más lúdicas.