El Guión es una de las áreas menos exploradas en Ecuador

por Los Detectives Fantasmas

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Talleristas y asesores del Primer Taller de Guión de Países Andinos

Paralelamente  al  Cuarto Festival La Orquídea se desarrolla el Segundo Taller de Guión, organizado por Carnaval Cine. La idea viene de Sebastián Cordero y Arturo Yépez, cineastas interesados en mejorar la calidad de escritura en la región andina. La idea está originada en el taller de escritura para cine impulsado por Sundance, al que Cordero acude con el guión de Crónicas. Ahí conoce a Bertha Navarro, productora mexicana interesada en el cine emergente y se propone la idea de crear un curso parecido en Ecuador. Diez años después se escoge a cinco personas (Ana Cristina Franco, Daniel Llanos, Javier Andrade, María Camila Arias y Victor Manuel Checa) para que acudan como talleristas a Cuenca.

¿Qué significa el guión en el proceso de producción de una película?

Arturo Yépez: El guión es para mí la base de todo. Si un guión tiene problemas de dramaturgia, personajes, estructura, trama… es muy difícil que el proceso de producción pueda tener una historia sólida. Sentimos que a este proceso se le toma muy a la ligera.

Sebastián Cordero:  Es la espina dorsal de una película. Los planos de diseños de un edificio. Es básicamente el concepto y la esencia de la película. Es el punto de partida más importante que hay. Es uno de los pocos elementos que si no está sólido afecta dramáticamente a la película. En otras áreas uno aguanta: como una fotografía que no está tan buena o un sonido mal cuidado, pero  no pasa lo mismo cuando no te crees un personaje.

Cuando empecé a interesarme por el cine sentía que el guión era el área más desconocida, o más difícil de entender. Siento que el guión era lo que más me desconcertaba por eso cuando empecé a estudiar me especialicé en eso.

¿Cómo ven a los guiones de películas estrenadas en el país?

SC: Siento que el guión es uno de los elementos que más falla. Tal vez fallar no es la palabra correcta. Siento que el guión de una película hecha en Ecuador no potencializa a la película como tal, siento que tal vez faltan elementos básicos, de tensión, de credibilidad de personajes, de generar empatía. Todo eso sin caer en clichés. Siento que se quedan cortos. Creo que es un problema de todo el mundo: que el guión no funciona.

Desde «Ratas Ratones y Rateros» (1999) yo defendía que si tienes un buen guión, con buenos personajes va a mejorar la actuación. Es tan importante que creo que afecta a la verosimilitud. Si la situación no funciona, la película se derrumba. Todo está atado.

¿Hay carencias específicas?

AY: Una es la temática: de qué estamos hablando. No hay una profundidad en el sentido de tratar un tema específico.

Pienso que otra es que en el desarrollo del personaje estamos muy atrás. No se entiende muy bien motivaciones, qué quieren, dónde están. Esto lleva  a personajes acartonados que no tienen unidad.

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Bertha Navarro y Sebastián Cordero

¿Qué propone el taller de guiones?

SC: Es un sistema interesante: el del instituto Sundace. Tienes cada proyecto. Guiones sólidos, que tienen que ir a proceso de re-escritura ¿Cómo funciona el proyecto? se le asigna cuatro asesores a cada tallerista, asesores de diferentes ámbitos, la mitad son de EEUU y otros mexicanos. Todos han leído el guión. Cada uno te da una asesoría donde te cuestiona cada elemento del guión y poco a poco se va haciendo un panorama bien interesante.

Como tallerista al final te encuentras planteamientos muy distintos, pero cuando se asienta el polvo, estás listo para hacer un borrador que alcance otro nivel. Los tutores son gente apasionada en contar historias y eso se refleja en las recomendaciones que te dan, nadie tiene una agenda, nadie te encamina a que hagas una película más de industria o independiente, va a que la historia funcione.

Yo he estado en los dos lados. Lo más difícil es volverse objetivo en el proceso. El hecho de tener a gente que lo lee desde afuera, sí te permite darte cuenta de qué funciona y qué no. En el proceso no escribes, tomas apuntes, dejas que la historia descanse y después reescribes.

¿Para  que están listos los talleristas al final de esta semana?

AY: La idea es que se escriba un nuevo borrador para que pase a desarrollo y  consiga financiamiento o que esté ya casi listo para el rodaje. El año anterior uno entró ya después de la etapa de desarrollo, otros dos están en proceso de reescritura. El proyecto colombiano ya está grabado.

SC: Depende. Es un proceso para guionistas que estén en proceso de hacer su película. Te lleva a estar un paso más cerca de grabar. Son tantos los pasos hasta que se haga… Una vez que tienes un mejor guión tiene más facilidad para que gente se adhiera a la película. Es un proceso de perfeccionamiento.

Cuéntame de tu experiencia con Crónicas

SC: Fui al laboratorio de México. Alucinante. Sentía que el guión estaba sólido, pero que había aristas que debían mejorar. Fueron 4 días de mucho sacudón. De reafirmar decisiones. Replantear cosas. Me pareció algo increíble y desde entonces le propuse a Bertha traerlo a Ecuador y en eso estamos.

El taller se llevará a cabo entre el lunes 17 de y el viernes 21 de noviembre. Los seleccionados para esta ocasión son «Neurosis» de Ana Cristina Franco,  «La Mancha Blanca» de Daniel Llanos, «Julio» de Javier Andrade, «Taganga» de María Camila Arias y «Vunker» de Victor Manuel Checa.

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