Ecuador de Colores, Ballet Varieté: «ni la danza ni el transformismo tienen género»

por Nayely Armijos
Ecuador de Colores, Ballet Varieté es la primera compañía LGBTIQ+ de danza transformista en el Ecuador. A través de su propuesta escénica dan un mensaje de inclusión y reivindicación de derechos y así romper estereotipos de género frente a la heteronormatividad.

Todo empezó hace dos años. En medio de la incertidumbre por la pandemia, se reunieron varios amigos a conversar. Entre todos los temas que tocaron, surgió uno que se convertiría en una de las mejores decisiones en pro de la comunidad LGBTIQ+.

Así nació Ecuador de Colores, Ballet Varieté, la primera compañía LGBTIQ+ de danza transformista en el Ecuador. A través de su propuesta escénica dan un mensaje de inclusión y reivindicación de derechos, como un arte contestatario que tiene como objetivo romper estereotipos frente a la heteronormatividad. Bajo esta premisa, cuatro personas “maquinaban” el preludio de un refugio y un espacio para la comunidad.

“Empezamos cuatro, luego hicimos una audición con 30 personas y se quedaron 10. Durante estos dos años han rotado y por muchos motivos no han podido quedarse», explica Edison Anchundia, director de la compañía. “Por medio del arte transformista queremos expresar lo que sentimos, este cúmulo de sensaciones que se puede demostrar por medio del arte”, continúa.

La agrupación nace bajo un corte andino que explora la danza mestiza, republicana e indígena. Edison explica lo orgullosos que se sienten de ser de un país pluricultural y a través de su arte llevarlo a escena. “Nos gusta representar nuestra danza ecuatoriana, por eso la bailamos”.

Lo más difícil de sus entrenamientos es romper con el “yo” masculino para convertirse en una mujer en el escenario. “Para nosotros, lo más importante es ser femeninos, mas no afeminados en nuestras actuaciones. Buscamos representar a una mujer en su máxima expresión, pero no exagerar la femineidad”, dice Edison. Además, indican que sus “vestuarios y coreografías no son proyectados de una manera ofensiva o transgresora”.

Son 16 bailarines los que actualmente están en Ecuador de Colores; aunque es un espacio creado para jóvenes de la comunidad LGBTIQ+, también hay mujeres. Rocío, integrante del grupo explica que cuida de sus compañeros y que se siente «indignada por la violencia sistemática que sufren […]. No entiendo por qué la sociedad te acompleja tanto, que tienes que pedir permiso para ser quién eres. Me gusta que ellos se escapen de la realidad y sean quienes son realmente cuando bailan», agrega.

Todos los bailarines tienen una historia y una razón de ser dentro de la compañía. Marco Antonio Holguín, por ejemplo, es bailarín y con una gran sonrisa explica que es un lugar que vuelve resiliente a todos aquellos que tengan miedo a mostrarse como son. “Es una zona de apoyo entre compañeros y siempre te invita a retarte para hacer cosas nuevas”.

Anthony, comerciante y bailarín, recuerda emocionado como su papá se acercó a felicitarlo cuando lo vio actuando por primera vez en la Plaza de la Independencia. Cada uno tiene su historia, cada uno tiene su recuerdo y todos comparten el mismo ideal: que “todas las presentaciones sean emocionantes e impresionantes”.

El escritor y periodista Edmundo Ribadeneira escribió en su libro Letras del ecuador, literaturas del exilio que la mama negra o las guarichas es el acervo cultural transformista que posee el Ecuador desde hace muchos años. Por otro lado, Edison cree importante resaltar que el transformismo no es sinónimo del arte drag o de la identidad transexual. En ese sentido, los bailarines defienden que “la danza y el transformismo no tienen género. El arte es para todos”.

Colombia, Riobamba, Chimborazo, Guayaquil y Quito son algunos de los lugares donde se han presentado y entre faldas, blusas y alpargatas, Ecuador de Colores se prepara para presentarse en nuevos escenarios. “Somos grandes profesionales, pero también grandes personas”. Su reto para el año 2023: bailar en muchos más lugares y tener el apoyo de organizaciones y la empresa pública y privada.

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