Dune: ¿Héroe cinematográfico o Cobarde mediático?

por Gustavo Iturralde V.
Dune es una película que crea un increíble cimiento para una futura saga heroica. Pero irónicamente, se acobarda al momento de romper esquemas mediáticos.

Son raras las ocasiones en las que una película o serie es alabada al unísono por audiencias y críticos. Especialmente en un entorno digital en donde todas las personas expresan sus percepciones de manera masiva y libre. Pero en las ocasiones del éxito mayoritario de una narrativa audiovisual, se trata de comprender la razón de su acogida, y la manera en la que puede ser repetida. Uno de estos productos mediáticos aclamado por muchos es el reciente estreno de Dune, que sigue a Timothée Chalamet en una suerte de héroe interplanetario con una misión de proporciones galácticas.

¿Pero cuál es la clave del éxito monetario de este filme? ¿Qué es lo que Dune revive del pasado de Hollywood? ¿Resucita también sus defectos? Y, ¿qué es lo que innova en un panorama mediático complejo?

Dune es una película del 2021 dirigida por Dennis Villeneuve, conocido por filmes como Blade Runner 2049 y Arrival, ambas películas altamente reconocidas en la ciencia ficción. Acompañado por Jon Spaihts y Eric Roth como escritores, junto a la productora Warner Brothers, el filme tiene fuertes creativos detrás de la cámara.

Aun así, esta no es la primera vez que el material original, el libro homónimo de 1965 escrito por Frank Herbert, es puesto en la gran pantalla. En 1984 se estrenó Dune de David Lynch. Esta adaptación no fue recibida positivamente por la crítica ni el público y pronto cayó en el olvido. Este antecedente generó aún más expectativas de la revitalización de esta franquicia.

La historia muestra a un planeta lejano y distópico en los años 10,000. El personaje principal Paul —interpretado por Chalamet— se presenta en una situación de rompimiento de la normalidad: Su familia es otorgada el control sobre el planeta Arrakis, habitado por el grupo humano llamado Fremen. En el mismo se da el manejo y extracción de la especia, un recurso de alto valor para la sociedad imperial de este universo. Paul está destinado a heredar esta posesión de poder, por lo que comienzan sus dudas y conflicto interno sobre este hecho.  

Fotograma IMDb

Dune traza claros paralelos con el mundo real y el manejo de los recursos preciados por la sociedad. Además de mostrarnos las diferentes maneras en la que los seres humanos son afectados por el extractivismo. Esto conlleva a conversaciones profundas sobre las limitaciones del ser, vistas en varios personajes durante la película, ya sean físicas, psicológicas y hasta emocionales. El filme tiene mucho trasfondo, expandiendo al blockbuster con bases fuertes en donde legitimarse.

Pero la mitología del filme muestra fuertes problemas en su conceptualización, que caen peligrosamente en esquemas de representación arcaica. Muchos críticos y fans han identificado que se usa el simbolismo del Salvador Blanco. Esto es cuando los personajes blancos de un producto mediático son representados como la clave para la solución del conflicto que aflige a una población etnodiversa. Fue muy popular en los años 50s y 60s, creando la conciencia social de que lo blanco es superior a otros grupos.

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En Dune lo vemos reflejado en el momento en que Paul es considerado un mesías, ya que secretamente posee la habilidad sobrenatural llamada la voz: Un tono específico que le permite obligar a las personas a realizar su voluntad. Al combinar este aspecto con que los Fremen son personas afrodescendientes en crisis, se completa la imagen de que Paul es un bienhechor divino que traerá paz y prosperidad a este planeta.

Planeta Arrakis. Fotograma IMDb

Los problemas no se quedan solamente en la narrativa. Aunque, cabe resaltar que Dune usa técnicas cinematográficas impecables, siendo una verdadera obra de arte en este aspecto. Los entornos, cinematografía y música (compuesta por Hans Zimmer) son inmejorables en cuanto a su manejo técnico. Las composiciones amplias y el uso de cromática permiten una construcción fuerte del mundo en el que Paul vive. Fácilmente se puede ver que Dune fue una producción que cuidó altamente de los detalles.

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En esta minuciosidad del detalle es donde se encuentra uno de los mayores inconvenientes. Dune recae en la lógica del Orientalismo cómo base de su ambientación y construcción. Es decir, se establece usando el estereotipo cultural del Medio Oriente. Si bien esto es canónico—ya que desde el libro existe una fuerte influencia cultural en el worldbuilding—, Dune no representa esta riqueza cultural de una manera adecuada.

Desde la musicalización que usa semitonos tradicionales de los cánticos Maqam, o el diseño de vestuario influenciado por los Burka, además de los idiomas hablados por los grupos humanos, todos tienen similitudes innegables a lo árabe. Pero ninguno de los actores vistos en pantalla es parte de los grupos étnicos y culturales del Medio Oriente. El trasfondo de estas referencias es perdido, ya que se usan cómo ínfimos detalles ornamentales; creando un pastiche indefinido de ideas incompletas.

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Un héroe se acobarda

Hay muchas personas que piensan que este tipo de crítica no tiene validez  ya que, a la final: ¨Dune es un mundo ficticio en un futuro distante¨ o ¨Es una película, no la realidad ̈. Pero en una producción en donde se cuidaron tantos detalles: ¿Por qué la representación cultural adecuada no es uno de ellos? ¿Por qué no se da la oportunidad de brillar en la pantalla a las personas de los grupos humanos referenciados?

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En la película, uno de los principales temas que se referencian durante el viaje de Paul es la codicia, y el poner el interés económico por encima de los seres humanos. Tristemente esta realidad es vivida tanto dentro como fuera de la pantalla, ya que se usan a actores populares en pro de la comercialización del producto audiovisual en vez de generar una representación correcta. Esta es una elección fácil que evidencia la falta de interés de cambiar las percepciones mediáticas, para no poner en riesgo los beneficios económicos.

Dune es una película que crea un increíble cimiento para una futura saga. Ya sea a nivel técnico o narrativo, definitivamente es cautivadora y cumple las expectativas del espectador. Igualmente logra traer a la vida la mitología del material original de manera innovadora y fresca. Pero no todo es perfecto. Hubo muchas oportunidades en las que el filme pudo romper estereotipos, dar una luz y ser pionero en cómo retrata a la cultura de gran parte de la población global.

Tuvo la oportunidad de cambiar el determinismo de lo ¨Blanco como superior¨ en el cine. Pero irónicamente, para ser un filme sobre el viaje del héroe valiente y disruptivo, Dune se acobarda y deja un inminente mal sabor sobre las elecciones hechas por el equipo de producción. El filme resucita mucho de lo bueno y bien logrado anteriormente, pero también trae a la pantalla lo malo generando una sombra inescapable en el consumo de esta pieza.

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