Nicolás Pozo, músico ecuatoriano radicado en Nueva York, lanzó su segundo álbum Dreams Of Peaches and Pearls (DOPAP), hace poco más de un mes. El disco fue producido por Ernesto “Ruso” Karolys y Mauro Samaniego, bajo el sello discográfico Clvb de Pesca.
Nico Pozo es una de las apuestas del recientemente creado sello Clvb de Pesca. Esta disquera fue fundada en pandemia por algunos de los miembros de Da Pawn —Mauro y Pedro Ortiz— y otros músicos con basta trayectoria, como Ignacio Izquierdo (Elia Ezker), Mateo Reyes y Marcelo Suárez. Su apuesta ha sido acoger a proyectos emergentes, pero con buena música y proyección a futuro.
En ese sentido, el nuevo álbum de Pozo (22 años) no decepciona. Su sonido está inspirado en la música de los 60s, 70s y 80s, y en artistas como los Bee Gees, The Beatles, The Rolling Stones, Iggy Pop o Michael Jackson.
Esta influencia anglosajona es evidente hasta en las letras de sus canciones, las cuales son todas en inglés. Aunque, según Nicolás, esto se debe a que se le hace más fácil expresarse en ese idioma que en español.
Este LP genera una gran distancia en cuanto al estilo y la producción de su primer lanzamiento, Fields of Flowers and Birds, de 2020, y demuestra un gran gusto musical cultivado en el tiempo.
Un salto largo
En varias ocasiones Nicolás ha contado cómo Fields of Flowers and Birds representa un momento de oscuridad y perdición, tanto en su vida personal como en su carrera musical. Cuando acabó de grabar el primer álbum se dio cuenta de que “no estaba muy contento, porque composicionalmente no estaba preparado para hacer algo así de surreal. Ni siquiera me entendía a mí mismo”.
Sin embargo, ya en pandemia y bajo la tutela del “Ruso” Karolys y de Mauro Samaniego, Nicolás se embarcó en un viaje para hacer lo que más sabe: escribir canciones de rock con una estructura tradicional. Fue entonces cuando volvió a Quito —donde creció y vivió hasta los 18—, para encerrarse y grabar en el estudio, junto a estos dos músicos consagrados.
La relación con ambos se remonta años atrás, cuando Nicolás decidió contactarse con Mauro vía Facebook para que le diera clases de composición. En ese entonces, Nicolás vivía en Quito y estudiaba en el colegio Menor, donde fue alumno de otro músico con importante trayectoria: Christian Dreyer.
Posteriormente, Nicolás tomó clases de canto con Camila Terán (Alima) y fue ella quien le sugirió que se acercara al “Ruso” para que produjera su álbum. Karolys lo ayudó en la producción de un par de canciones de Fields of Flowers and Birds, pero ese, cuenta Nico, fue básicamente un álbum autoproducido.
Ahora, con estos dos monstruos de la escena quiteña metidos en la producción de todo el álbum, parecería que el proyecto encontró un sonido mucho más consolidado y su contenido contrasta fuertemente con el sentimiento melancólico, caótico y gris del primer álbum.
Intimidad y festejo
Y es que el sonido de DOPAP engrana a la perfección con sus letras íntimas y reveladoras. Pozo ha demostrado no tenerle miedo a desnudar su intimidad y, a la vez, producir música que emociona, sacude y conmueve.
Ejemplo de esto es el tema All Rise, un tema totalmente festivo. En esta canción, Nicolás no aguarda a una intro larga, sino que desde el primer verso descarga energía, apoyado en su particular tono de voz al cantar, ideal para pegar gritos melodiosos.
Sobre este tema, su autor comenta que trata sobre “ese momento de encontrar el balance, la paz, el control del manejo de mis propios sentimientos y mi autoestima”. Por eso el coro cierra con un recordatorio: todo está “allright, allright”.
Algo totalmente opuesto se puede apreciar en “Feed Me”. Este tema, en cambio, representa “un punto de descontrol, de perderte en extremos. El abuso de vicios, de encontrarte en el amor y desamor”, cuenta Nicolás. Pero no va solo de estar en ese punto de perdición, sino de estar en medio de la tormenta y darse cuenta, agarrar consciencia.
Por otro lado, un tema que encapsula la esencia del álbum quizás sea “Sugar Shots”. Este tema hace referencia al punto posterior al momento de entrar en consciencia.
“Una vez que ya encuentras ese balance, puedes explorar quién eres y puedes manejar los vicios, la fiesta, el amor y la sexualidad de una manera controlable”, explica Nico y agrega orgullosamente, “para mí es eso: explorarte a ti mismo de la manera más extravagante, bulliciosa y colorida”.
Las canciones de DOPAP son todo un abanico de sonoridades. Sería difícil encapsularlas a todas dentro de un solo género musical, ya que hay una diversidad de ritmos e instrumentaciones. Sin embargo, algo que está presente en todo el álbum son ciertos guiños al rock del pasado y la calidez lírica y musical que lo envuelve. Debido a esto, resulta realmente difícil no contagiarse por la alegría que transmite y querer poner el álbum a todo volumen.
“El mejor cumplido para un artista es ver a alguien que le gusta tu música sonreír cuando la escucha”, dice Nico. “A mí me pasa eso escuchando mi propio disco”, añade. Y en ese sentido, parece que la clave para transmitir emociones y buen gusto musical, es ser auténtico al momento de componer… y dejarte guiar por los maestros.
El disco está disponible en varias plataformas digitales, incluido Spotify y Soundcloud. Además, ya hay dos videoclips lanzados en Youtube – los compartidos anteriormente-, un lyric video de “Anything You Need” y dos sesiones, correspondientes a este mismo tema y a “All Rise”. Así que no hay excusas, chequea el material de este músico y disfruta de la última apuesta de Clvb de Pesca.