¿Dónde filmaron eso ve? — Un recorrido por las locaciones de tus videoclips favoritos

por Martín González

Entre las características ventajosas que tiene nuestra escena de reducido tamaño, está aquella que nos permite prender la curiosidad para identificar los lugares en los que se filmaron los videoclips de las bandas que escuchamos. ¿A quién no le ha picado enterarse dónde se filmó tal o cual video de su grupo favorito?

Saber cuáles fueron los lugares que pisaron los artistas que nos gustan causa una emoción particular. Sea hip-hopero, jarcorero, rockero o adicto a lo indie, de seguro se preguntó dónde filmaron el videoclip que le gusta y por qué.

Aquí estamos para responder su duda con un puñado de videos que por A o B motivo muestran lugares interesantes, o lugares que se hacen interesantes por lo que pasa en ellos. Seleccionados por lo vistoso de su locación, y favoreciendo a proyectos que tal vez no son tan conocidos (pero que por eso mismo son más reconocibles), esta lista pretende responder a la magna interrogante: ¿Dónde filmaron eso, ve?

«Eva, Suelta las Tarántulas» de Mamá Soy Demente

La banda guayaca de prog-rock alternativo escogió una locación bastante llamativa para este tema que está por cumplir 5 años. Entre un bosque y una casa bastante destartalados y bizarros se desenvuelven muchos eventos frenéticos y bizarros que buscan graficar la esencia oscura de Eva, la chica a la que le dedican la letra. El uso de blanco y negro en la imagen es muy coherente para resaltar lo envejecido y descuidado del lugar en el que los dementes serenatean a Eva, quizás como un reflejo del alma de la musa tétrica. Los chicos de la banda cuentan que el lugar en la vida real, es una casa abandonada ubicada en Lago de Capeira, una zona en las afueras de Guayaquil. Eva es la protagonista de «La Dama Blanca», un libro que Dennis está escribiendo hace años y quisiera publicar algún día. El lugar donde ocurre el video pretende ser una especie de portal donde Eva se entrena físicamente en las artes oscuras.

«Ziego» de Las Vírgenes Violadoras

Las Vírgenes Violadoras debe ser una de las bandas más desafiantes del Ecuador. «Punk del Futuro» como ellos se definen en la voz más guayaquileña de Guayaquil, perteneciente a Apollo Thoret, su vocalista. Sus letras podridas van de la mano con el vestido de novia que, según el mito urbano, Apollo no ha lavado desde el 2007, año en que empezó a usarlo en todas sus presentaciones. Le deben el videoclip de «Ziego» a Sin Otoño, Sin Primavera, la balada-punk cinematográfica de Iván Mora Manzano. La banda toca en medio de una de las escenas del film, correspondiente a la historia de Ana y Sofía. ¿El local? El bar guayaco alternativo por excelencia de los 2000: Diva Nicotina. La banda más guayacamente excéntrica, en el bar más guayacamente alternativo para contar una parte de la historia de la juventud guayacamente desilusionada. 

«Metroparc» de El Extraño Comportamiento de un Torso Animado

Los veranos en Quito son ambivalentes: infernales mientras queman los bosques, o paradisíacos con su sol que lame la piel en las tardes. Los parques son los espacios donde se viven ambas caras de esa moneda. El Extraño compuso este tema durante alguno de esos veranos, con la noticia de un incendio crítico en el Parque Metropolitano, y con la idea de un «parque» en mente.

Se confiesan aficionados de la cámara lenta, y les pareció que iba a combinar bien con la idea de un lugar en la que la gente hace muchos tipos de actividad física (la cara amable de la moneda veraniega quiteña). Para ello fueron al icónico parque La Carolina, donde en un domingo cualquiera se pueden encontrar afganos jugando criquet un poco más allá de los skaters y los partidos de liga barrial de fútbol. Según dicen, les pareció que todas las cosas que pasan dentro del sitio se prestaban para ser mostradas al detalle con la cámara lenta. No se equivocaron. Al final, todo tiene una vibra relajante que acompaña muy bien a las guitarras melancólicas del tema.

«El Trono» de 3vol

Para quien no esté familiarizado con la jerga, «trono» significa estar embriagado con el perfume de María (si no entiende eso tampoco, el problema es usted, no nosotros). Quizás el estar trono es uno de los muchos estados que se puede incluir bajo la categoría de «trevoleo», término acuñado por esta joven banda quiteña de rock-metal-jazz. Este tema mantiene un toque funky y trata de lo que significa estar basureado en una fiesta, básicamente. Para capturar la esencia de una «caída» típica quiteña donde la gente se dedica a destruirse en las sombras de la casa o a cabecear, escogieron a la Casa Dixionuno de los nidos del underground al norte de la ciudad de Quito. El hecho de que la casa esté tan decrépita refleja el hecho de que a nadie le importa nada en una de estas fiestas. Todo se cuenta a través de la perspectiva del trono, que busca un encendedor con desesperación para sus propósitos de vuelo, y se convierte en el desadaptado de la fiesta por eso.

«El Submarino» de Biorn Borg

Este video no tiene una locación fija, ni intencional siquiera. Podría decirse más bien, que es un collage de muchas locaciones que se transformaron por la presencia de la banda en ellas. Tiene la dosis de nostalgia, arrechera y adrenalina justas como para hacer homenaje a una de las bandas más entrañables de la escena ecuatoriana. En el video se ven momentos de conciertos y camerinos en ciudades como Cuenca, Portoviejo, Guayaquil y uno de sus últimos shows, en Quito. Quizás uno de los momentos más memorables del video es aquel en el que Bastián Napolitano (batería) y Hombre Pez (Sebastián Game, guitarra) se caen estrepitosamente en la calle, seguidos de la voz de Toño Cepeda (bajo) que dice «Ahí se sacaron la chucha» tras la cámara. Bastián cuenta que eso se dio después de unas cuantas cervezas y una ronda de shots de tequila que pareció interminable, en Santiago de Chile.
Nos es fácil encariñarnos con la banda y sentir que los acompañamos en situaciones como esa, pues el montaje hace que resalten los momentos por sobre los lugares. Es el uso inverso de una locación: abstraerse de ella para que la memoria sea el espacio en sí mismo.

«Juan Cuatrero» de Los Cuervos

Esta banda tuvo un paso fugaz en la escena ecuatoriana con su onda que fusionaba el rock con el country y algo de rockabilly. Lanzaron un solo disco, del cual «Juan Cuatrero» era el single promocional. Su videoclip fue producido por Urband Colectivo, una de las productoras más activas del país en cuanto al audiovisual musical se refiere. Cuenta la historia de Juan Cuatrero, un maleante que es colgado por sus crímenes. Este, es uno de los más interesantes de nuestra biblioteca nacional de videoclips.

La atmósfera del Viejo Oeste es captada con mucha precisión y grandilocuencia a través de la iluminación, el vestuario, la fotografía y más que nada la locación. Los realizadores cuentan que fue «una perla» encontrada por su equipo de scouting después de tres meses de búsqueda. La construcción que se ve en el video, según cuenta el mito urbano, perteneció a una secta religiosa que intentó instaurarse en Ecuador en los 80. Está ubicada en el bosque seco de Jerusalén, al nororiente de Quito. Para utilizarla en su historia, tuvieron que intervenir poco en su estructura. No obstante, el equipo de arte tuvo una ardua labor a la hora de crear la utilería del lugar e instalar las tirolinas para las tomas aéreas en medio de su clima maldito, con tres días de anticipación. Todo eso se puede ver en el making of del video. Al final, el efecto conseguido es sorprendente. Realmente nos sentimos transportados a un lugar de otro tiempo, en medio del desierto, donde no hay dios ni ley y Juan Cuatrero se encuentra con su destino macabro.

«Explotar» de Sobrepeso

Sobrepeso es una de las bandas clásicas en los albores del Rock Ecuatoriano. Célebres durante los 90 y los 2000, reventaban amplificadores desde Cuenca con su música, muy arraigada a las raíces de nuestro país. Explotar es un tema que denuncia las desapariciones y torturas que marcaron una de las épocas más trágicas de nuestra historia, durante el gobierno de León Febres Cordero y su macabra fuerza de élite policial, el SIC-10. En la letra se aluden a las desapariciones de Consuelo Benavides y los Hermanos Santiago y Andrés Restrepo (caso aún irresoluto), pidiendo al estado que responda por ellos. El video fue dirigido por Sebastián Cordero en el 98, justo antes de que iniciara el rodaje de Ratas, Ratones, Rateros.

Algunos de los lugares que se ven en el video son la morgue de Quito, la entrada al ex Penal García Moreno, algunas calles cerca de La Basílica del Voto Nacional y el patio del Antiguo Hospital Militar (ahora convertido en un museo). Cordero cuenta que las locaciones casi no fueron intervenidas, buscando mantener una sensación documental en ellas, pues representaban lugares claves para los tristes actos de la policía. Martha de Salas interpreta a una madre que busca a su hijo desaparecido recorriendo todos esos sitios, mientras él está siendo torturado en algún lugar desconocido (Dato Curioso: el chico torturado es Fabricio Lalama, quien luego interpretó a un personaje de «Ratas»). La banda estaba presente en cada uno de los espacios, como queriendo ponerle voz al sufrimiento interno de la madre que no encuentra a su hijo. En paralelo, se ven imágenes de archivo de un aniversario de la desaparición de los hermanos Restrepo, en las que salen su padre Pedro, y el cantautor Jaime Guevara. La memoria de un país dolido se ve graficada a través de los lugares que ocupa Sobrepeso en su recorrido, punzando duro en nuestra memoria.

«Raprendizaje» de Mugre Sur

Quizás esta es la locación que más define el espíritu de la banda y de la canción. La inventiva y el ser recursivo se ven expresados aquí al máximo, en la imagen y las letras de Mugre Sur, una de las bandas de hip-hop con más trayectoria en el país. Disfraz (el MC que rapea en bata con un plátano) cuenta que la locación es su propia casa, en la avenida 5 de Junio, al sur de Quito… el verídico barrio. Los grafittis de Mazinger Z que dan color a la fachada fueron obra de Blooky, un amigo de la banda. Ante la falta de recursos para producir un videoclip, la respuesta fue juntarse entre panas a ver qué ideas salían de lo colectivo, y así fue que decidieron que algunos iban a salir disfrazados de animales mientras Disfraz le canta sus verdades a un guineo. A otro de ellos se le ocurrió que sería chistoso poner a alguien timbrando en la casa (como el clásico juego de la infancia quiteña, ring-ring, ¡corre, corre!) y por suerte del azar apareció ese niño con uniforme del Central Técnico (uno de los colegios fiscales insignia de la ciudad). La cámara, una GoPro, fue préstamo de su amiga Belén Medina. La coreografía se logró en una sola toma, al tercer intento, y esa misma tarde montaron la canción (que aún no se terminaba de grabar) en el video para subirlo a Youtube.

Disfraz comenta que ese es su lugar de nacimiento, y el lugar en el que se crió absorbiendo la culturas indígena y mestiza desde la calle, para formar un «Raprendizaje» como homenaje a sus raíces y a su jerga desposeída.

Únete a la conversación

Tal vez te interese