Ana Cristina Barragán (25) acaba de rodar su tercer cortometraje y se prepara para su largo. Hace cinco años estrenó su primer proyecto Despierta, una película de 8 minutos que tiene como historia la primera menstruación de una niña. El cortometraje ganó tres premios en Ecuador y se proyectó en más de diez festivales internacionales. El segundo, Domingo Violeta ingresó a la sección oficial del festival de Locarno.
En el 2010, Barrragán ganó el premio por el Consejo Nacional de Cine de Ecuador para escritura de su largometraje Alba, y en el 2011 el premio de desarrollo. Hace pocos meses la película obtuvo el apoyo de Ibermedia para continuar con la producción. En esta ocasión presentamos Despierta, su primer cortometraje.
¿De dónde vino la idea para Despierta?
Me desperté una madrugada, tenía mucha sed. Estaba como perdida, subí las gradas me tome tres vasos de agua, uno seguido del otro, volví a acostarme cerré los ojos y la primera imagen que vi fue la de muchas mariquitas bajándome por las piernas, como líquidas. Creo que una idea se va cosechando en tu cabeza por mucho tiempo, inconscientemente, y sale de repente.
¿Cómo lo ves ahora después de 5 años de haberlo rodado?
Es un corto al que le tengo un inmenso cariño. Me hace acuerdo a una época que nunca se va a repetir. Me parece espontáneo, el proyecto más espontáneo que hice hasta ahora, y creo que siempre va a ser así. Fue el primero, no había nada que perder, podía salir bien o mal y esa sensación te da libertad. Lo hicimos a nuestra manera, sin muchas reglas, con un grupo de amigos que perdura hasta ahora, con el que trabajo hasta ahora. Veo lógicamente defectos, ciertas cosas que hubiera hecho diferente, pero principalmente me genera alegría. Ese corto para mi fue el inicio de cosas buenas.
¿Hay alguna diferencia en el proceso para este corto en relación a los otros?
Sí. Tiene un poco que ver con lo que te digo antes. En este corto todavía no tenía esquemas en la cabeza, todavía no había visto tantas películas, todavía eran más “puras” e “inmaduras” las ideas. Eso le dio una frescura especial al proceso. En los siguientes dos cortos tenía otros retos, otras ganas, más profundas, que me afectaban más, pero diferentes. Ya estaba casi terminando la carrera, entendía más… como que era consciente. No se todavía si ser mas consciente es bueno o no, creo que un poco de ambas.
¿De qué van Domingo Violeta y Ánima? Cuéntanos un poco el recorrido del primero y qué esperas hacer con el segundo.
Domingo Violeta es para mi un retrato del crecer y de la pérdida, a través de dos niñas que se quedan solas un domingo en la casa, presintiendo que su mamá está enferma. Es un corto que habla sobre la complicidad y bipolaridad de las relaciones entre hermanas. Que habla sobre la muerte, en medio de un ambiente infantil, tenso, extraño. La idea base de este corto surgió en una clase de escritura creativa, comenzó como un cuento personal. Luego lo filmé como proyecto de verano de tercer año. Hice un transfer en Argentina y me demoré mucho tiempo editándolo. Se estrenó en Locarno, ganó el festival de Cuenca y estuvo en algunos festivales, como en la Habana y Toulouse.
Ánima es mi último proyecto y quizá el más arriesgado hasta ahora. Es un corto que explora la ansiedad y el paso del tiempo a través de un lenguaje más sensorial que narrativo. Es un corto con varios tiempos, espero que tenga algunos niveles de interpretación. Me encantó filmarlo y estoy medio obsesionada editándolo. Lo que espero es estrenarlo aquí, compartirlo con el crew, que le vaya bien en festivales y que eso le abra un poquito de camino a la peli.
Háblanos sobre Alba
Alba es una peli que surgió como proyecto de tesis en la USFQ. Fue un proceso especial porque comencé con un guión que ahora me parece un poco estereotipado y acartonado, pero que ya tenía algo de la esencia de lo que en verdad me dolía contar. Poco a poco, con cada nueva versión fui encontrando esa esencia. Fue como empezar en la superficie e ir bajando hasta el fondo.
Es una historia sobre la relación entre un papá y una hija, los dos viven como al margen del mundo normal. Habla sobre la herencia de la “enfermedad”, sobre aceptar de donde vienes y enfrentar la vergüenza. Una historia ansiosa y obsesiva.
Nos ha ido bien, ha sido un proceso difícil, largo, pero hermoso. Es la primera vez que trabajo con una productora desde el inicio, que comparto mi proyecto tan de la mano con alguien y durante tanto tiempo.
Hemos ganado algunos premios en las distintas etapas y eso ha impulsado cada vez más las cosas. También hemos aplicado a varios fondos internacionales en los que nos han dicho que no, y eso ha sido importante porque aprendimos a ver los agujeros del proyecto. Ahora vamos a rodar en agosto, igual, con algunos de los mismos amigos que trabajaron en Despierta, y otros que se han ido sumando en el camino. Es una historia que me afecta, y a la que le tengo mucha fé.
1 DESPIERTA from Ana Cris Barragán on Vimeo.
