Contagio o la oportunidad de demostrarnos lo contrario

por Pablo Dávalos
Esta no es tanto una reseña, sino una reflexión de cómo la realidad puede, y no, superar a la ficción.

Dirección: Steven Soderbergh

Guión: Scott Z. Burns

Protagonistas: Matt Damon, Kate Winslet, Jude Law, Marion Cotillard y Lawrence Fishbourne

País: Estados Unidos

Año: 2011

Duración: 106’

 

Nueve años atrás una película estadounidense se atrevía a mostrar —de forma imaginada, vale dejarlo claro— cómo reaccionaría el mundo en el caso de presentarse una pandemia mundial. Extrañamente, los sucesos que narra son bastante parecidos a los que atravesamos en estos momentos del Covid-19. De ahí me nacen las siguientes preguntas: ¿Seremos los humanos tan fáciles de predecir para un guionista de Hollywood? ¿O seremos capaces de demostrar lo contrario?.

Jude Law, como Alan Krumwiede, en Contagio

Como el episodio de Los Simpsons del 93, que supuestamente predice el coronavirus, o el TedTalk de Bill Gates del 2015, en el que este anticipa una pandemia mundial, en el 2011 se estrenó la película Contagio, como una suerte de premonición de cuan capaz de desequilibrar el planeta puede ser una enfermedad. Había pasado apenas un año y un poco más desde que se logró controlar al virus de influenza AH1N1, que alcanzó el grado de pandemia. Cuando la película salió quizá fue con la intención de hacer una referencia a lo que acaba de pasar. O tal vez sus creadores se inspiraron en eso para elaborar una historia ficticia, imaginando un escenario mucho peor.

Lo cierto es que muchas de las cosas que están pasando en la actualidad suceden también en el film. Quizá no en un grado tan estrepitoso, pero suceden. Se desabastecen los supermercados, se dan saqueos en ciudades, hay distanciamiento social, subida de precios para productos básicos, pánico, contrabando y tráfico de influencias. Esas y tantas otras cosas que demuestran lo peligrosa que resulta ser una pandemia y lo poco preparados que podemos estar para combatirla.

Steven Soderbergh, durante la filmación de Contagio

Los personajes que protagonizan todo este caos lo hacen desde perspectivas distintas. Matt Damon aparece como Mitch, un padre que, acompañado de su hija, debe superar el caos en la ciudad, poco después de que su esposa e hijo hayan muerto. Jude Law (Alan), en cambio, juega el papel de un periodista escéptico y desconfiado del gobierno que se vuelve un redentor para la población.

El de Marion Cotillard, Leonora, es la investigadora del gobierno que, tratando de dar con el origen de la enfermedad, se convierte en el premio mayor de un juego de influencias. El de Kate Winslet, Erin, representa el sacrificio sobrehumano en una situación como la que se narra. Mientras que el de Laurence Fishburne, Ellis, representa al cuestionable representante del Centro de Control de Enfermedades, encargado de combatir esta pandemia en suelo norteamericano. 

Según la película nada se esparce como el miedo, y es cierto. Pensemos en los avances tecnológicos en telecomunicaciones que ha logrado la humanidad y en la herramienta tan productiva que se ha vuelto un celular. Pero también en esa faceta de aparato nocivo capaz de contagiarnos ese miedo con tanta facilidad. En realidad, depende sólo de nosotros mantener la calma para superar esta crisis.

Fotograma de Contagio

Con cerca de 23.000 muertes hasta la fecha, el coronavirus apenas acaba de sobrepasar  las cifras alcanzadas por Ébola (11k aprox.) y por el AH1N1 (18k aprox.), pero yo no recuerdo que hayan alcanzado este nivel de caos en sus respectivos momentos. Claro está que esta es una situación más grave, pero eso también supone una prueba, una lección que nos permita aprender de nuestros errores.

Al final de la película todo sale bien. Así de rápido como la enfermedad mató a millones de personas, los médicos logran encontrar la cura. Pero la realidad es otra en nuestro caso —aunque espero que, igual, todo salga bien—. El mundo se encuentra todavía en pleno proceso para lidiar con este problema. Todavía hay muchas cosas que pueden salir mal, y lo cierto es que esto nos costará no sólo económicamente sino también anímicamente.

Si bien la naturaleza humana da señales de que la realidad puede convertirse en lo que creíamos ficción, también ha sido capaz de mostrar que puede tener un comportamiento diferente, uno más humano, más empático y responsable con el resto. Esta película toma importancia en la actualidad, porque incursiona en un género que intenta explorar situaciones límite que podrían revelar el lado oscuro de la naturaleza humana. En otras palabras, esta cinta se convierte en un análisis bastante relevante al contrastar su argumento con la realidad. Pero no todo es tan sombrío. 

Mi conclusión de todo esto es que depende solo de nosotros no convertir la ficción la realidad, depende de todos que podamos superar esta pandemia de la mejor forma posible. Sea que nuestras capacidades mediáticas estén ampliando el caos de este episodio o no, nuestro compromiso es con el resto, para demostrar lo capaces que somos y lo unidos que podemos estar. 

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