Este fin de mes, la banda tejana hace escala en Quito para brindarnos dos conciertos memorables. No te puedes perder esas dos fechas atravesadas por música ensoñadora, romántica y sugerente.
Encontrar música con la que te puedas identificar ocurre pocas veces. Ciertos tonos erizan la piel al ser escuchados, despertando, así, recuerdos dormidos. Por obvias razones, esa música ideal arriba sin previo anuncio. Sea en la ducha o en el bosque, esa reacción siempre es característica. La escucha se concentra en disfrutar lo nuevo. Sólo en esta ocasión se agradece a la reproducción aleatoria, y al azar, por hallar algo tan especial. En este caso, la agrupación americana de ambient-pop, Cigarettes After Sex.
De inmediato resalta una voz acogedora y dolida, tan dulce como un arrullo. De esas voces prodigio que no se deberían callar nunca. Al principio se sospecha que es una mujer quien entona la melodía. Pero la inmediata investigación determina lo contrario. Vaya sorpresa. Greg González —quien fundó CAS hace más de diez años— es un dotado lírico que con su cantar andrógino apacigua cualquier escenario.
La principal particularidad en el perfomance del leadsinger es la memoria emotiva. El recuerdo se cuela en la cara del cantante en un gesto que sobresale del resto por la intención que lleva. Saben decir que cuando te ríes sólo es porque te acuerdas de tus picardías. Pues el frontman lleva esta marca mientras entona, a ojos cerrados, música basada en sus recuerdos. Cualquiera que haya tenido una ruptura significativa se puede dejar llevar por todo el romanticismo oscuro de este sonido profundo.
Por alguna razón es comparable con un cielo estrellado que se refleja en una laguna. Una escena totalmente surreal. Si en una tocada común uno está acostumbrado a que la energía esté a tope con el público moviéndose descontrolado, en Cigarettes la sinergia es interna. Un chapuzón nocturno que, al igual que un mosh, revuelca todas las emociones.
Desde su debut en el escenario, a principios de 2016 en Brooklyn, NY, esta banda no ha dejado de darse vueltas por todos los continentes. Hace dos años dieron un paso breve por los hotspots latinoamericanos: Santiago, Buenos Aires y Sao Paulo. La gira de este año por el cono sur ya empezó, y la mayoría de presentaciones venideras ya se encuentran en estado de sold out.
Estos eventos, para los cuales habría que buscar entradas de una vez, se realizarán en Colombia, Chile, Brasil y Ecuador. En la mitad del mundo, donde es lo mismo el día y la noche, se brindarán dos conciertos: 30 y 31 de agosto, en el Teatro Capitol. Para la primera fecha ya no hay tickets, lo que promete una experiencia como pocas, tal y como ocurre alrededor del mundo con este grupo.
Gracias a registros de fanáticos en plataformas digitales se puede apreciar un público asistente muy estático y, sobre todo, atento al cantar de Gonzalez. Este dice en una entrevista a Vice “Y ya que todas (las canciones) son recuerdos genuinos, yo sólo regreso a eso. Es todo muy nostálgico. ¿Me entiendes?” Esta muletilla muestra la intención del cantante por cerrar los ojos al cantar, para transportarse a las experiencias que lo han marcado. La letra de Cigarettes se queda en la memoria, transformada en armonía conmovedora.
Si bien las letras son un poco infantiles y simples, el romanticismo está muy presente. “And I would gladly break it… I would gladly break my heart for you”. Este extracto es el cierre de «Sweet», una rola del álbum homónimo, Cigarettes After Sex, lanzado en 2017. Sin una métrica muy trabajada, esta composición transmite un sentimiento romántico bastante pasional. Parecido a lo que un colegial escribiría en la carta en donde declara su amor.
Pero no todo tiene que ver con el romance inocente. “Your lips, my lips, Apocalypse” es el juego de palabras donde se delata la marca erótica de Cigarettes. Es decir, la catástrofe que sucede cuando los labios colisionan, ese encuentro que no tarda en acabar en los terrenos de lo sexual. Hasta el mismo nombre de la banda lo dice: el cigarrillo post-coito. Aquel momento donde los amantes, tendidos en la cama con la mirada en el techo, asimilan lo acontecido junto al cliché del tabaco compartido. Hay múltiples ejemplos, en películas y libros, que reafirman la universalidad de este instinto humano.
Por ejemplo, en Rayuela, donde Horacio consume cigarrillos del insomnio deseando estar con su anhelada Maga. Así es como el personaje de Cortázar sana su falta de sueño. Por su parte, Gonzalez afirma que su banda también ha ayudado a personas con este tipo de mal. “Lo que más me gusta de lo que dice la gente es que la música los ayuda, si tienen ansiedad a la hora de dormir. Es como terapia musical”. Pues unos fuman y otros vuelan en entonaciones que los mecen hasta quedar dormidos. Caduno, caduno.
En ese sentido, cualquiera podría tomarse a mal la confusión con música de cuna. Pero para este leadsinger resulta ser un halago, ya que Cigarettes es conocida como una de las bandas promesa del género dream-pop. El ritmo es marcado por un sintetizador, una batería monótona y la guitarra infaltable que acompaña la voz de Greg. Todo este conjunto crea un ambiente ensoñador único que permanece a lo largo de todo el set. Una sensación de constante arrullo.
La frase de «Apocalypse»: “Kisses on the foreheads of the lovers wrapped in your arms“, resulta tener cierta relación con una pintura del artista austríaco Gustav Klimt. Existen varias representaciones pictóricas que tratan sobre el romance. Pero el óleo y laminillas de oro sobre lienzo de “The Kiss” es increíblemente preciso para darle una imagen a esta rola.
Klimt interpreta el amor mediante una pareja que se encuentra en mitad de un abrazo extenso. El hombre toma en sus brazos a la amada, como si fuera un marco sosteniendo la pintura. La mujer recibe en su mejilla el beso íntimo que define el romance profundo. Los amantes, entonces, se envuelven en un manto dorado. Resplandeciendo así el aura de su romance. Escuchar esta banda es para abrazar a esa persona y decirle: “Stay with me… I don’t want you to leave”.
Se dice que la catarsis siempre es parte del proceso creativo. Y Gonzalez apoya esta tesis cuando dice: “Yo sólo excavo en cualquier recuerdo vivo que tengo y luego extraigo una canción de eso. Se siente muy fácil escribir de esa manera porque tú sólo estás indagando en lo que fue emocional en primer lugar”. Greg desahoga de manera sublime las experiencias de corazón roto en la lírica de sus canciones.
Tal parece que el Ecuador comienza a ser un destino imperdible para bandas emergentes, al menos en Latinoamérica. La verdad, ya era hora. El pasado mayo, El Carpazo Sideshow trajo por primera vez a la banda inglesa Jungle. Fue un conciertazo que disfrutaron todes. Esperemos que la buena racha siga. Ahora le toca a Cigarettes After Sex, quienes de seguro debutaran con una tocada que mantendrá en un limbo continuo a los que asistan.
Si quieren desmentir o afirmar toda esta palabrería, vayan a ver esta banda —todavía están a tiempo para comprar las entradas. Hagan click en este link—. No se van a arrepentir. Recuerden: 30 y 31 de Agosto en el Teatro Capitol, a las 20 horas. Disfruten, pero sobre todo, déjense llevar por el mood bajón de este esperado concierto. “Come out and haunt me. I know you want me”.