Azules Turquesas, un cine que levanta la voz

por Andrés Flores
Una dolorosa vivencia personal se transforma en una película de gran fuerza. De la mano de Mónica Mancero, llega Azules Turquesas, un film estremecedor basado en hechos reales.
Azules Turquesas, Radio COCOA

La película de Mónica Mancero representa una problemática social en clave autobiográfica / Fotograma de Azules Turquesas

Dirección y guión: Mónica Mancero

Protagonistas: Mónica Mancero, Toty Rodriguez, Diego Naranjo, Paty Loor, Ernesto Albán y Tomás Ciuffardi.

País: Ecuador

Año: 2019

Duración: 83’

Funciones: desde septiembre, en salas comerciales

¿Es cierto que cualquiera se puede desfogar a su manera en el arte? ¿Que mediante el proceso catártico todo aquello que nos agobia es expulsado y dejado atrás? Cuando Azules Turquesas se estrenó en la Cinemateca de la Casa de la Cultura, dentro de las actividades del 6to Festival Latinoamericano de Cine de Quito, la sala Alfredo Pareja Diezcanseco se llenó en su totalidad. Las fotos que comprobaban este éxito de taquilla abarrotaban las redes sociales del Flacq. ¿Qué hace a esta película tan significativa para nuestra cinematografía?

Para responder de alguna manera, la directora/guionista/protagonista, Mónica Mancero, nos brindó una breve entrevista después de la presentación de la peli en su tercera función en Ochoymedio. Es muy difícil encontrar un espacio de tiempo en que Mónica esté sola para realizar la entrevista. Como son las primeras funciones, las personas que llegan al cine son en su gran mayoría amigos y conocidos que acolitan a la pana cineasta. So, mientras conversamos hay interrupciones constantes pero la entrevista fluye. 

Azules Turquesas, Radio COCOA

Para su ópera prima, Mónica Mancero eligió una trama inspirada en su experiencia / Fotograma de Azules Turquesas

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Andrés Flores: ¿Cómo te sientes con el estreno de Azules Turquesas?

Mónica Mancero: Primero ha sido emocionante porque no nos imaginamos hasta ahora tener tanta gente. O sea, yo no me imagine la verdad. En el estreno uno espera gente querida, amigos y eso es chévere. Pero ahora ya es la tercera función y se sigue llenando. Entonces es como que (grita) ¡super emocionante! Pero eso no quita que uno siga con las deudas. Entonces a mí me encantaría decir: “Eeeeeh! Lo logre! Ya no debo nada (risas) Pero no, una parte de mí está súper feliz y la otra estresada. Es como que no puedes desfogar del todo. Estamos en la campaña de crowdfunding, entonces no se acaba la lucha así.

Desde hace tres años este largometraje se viene gestando desde lo comunitario. Estudiantes haciendo pasantías, amigos y conocidos de la directora unieron fuerzas en pos de la realización de un largometraje necesario, urgido. Pero este tipo de producción se vuelve la principal manera de hacer cine en nuestro país. Pasamos del rogar ante las instituciones estatales y privadas al “acolite” entre panas. Lo cual no está mal. Mientras las películas sean hechas con más pasión que dinero, es seguro que el resultado final terminará siendo motivador. Azules Turquesas cumple con la meta de despertar algo en el espectador, porque conmueve la historia y más la manera en la que está realizada. 

Antes de su llega a salas comerciales, fijado para septiembre, la ópera prima de Mónica Mancero tuvo su primera función en el cine Ochoymedio de La Floresta el pasado jueves 27 de junio. Las entradas se acabaron una hora antes de la función y, como era de esperarse, la sala 1, con capacidad para 130 personas, se copó. Entre tanta gente la debutante directora no pasaba desapercibida, era buscada para fotos y comentarios sobre su recién estrenado film. Su alegría era difícil de ocultar. Incluso en su presentación antes de la proyección de la película, rasgos de orgullo y felicidad absoluta se notaban en el rostro de Mónica. Este tipo de emociones naturales inspiran, ya que retratan el verdadero sacrificio, en este caso de diez años, para llegar a una sala de cine y ver cómo el “guagua” por fin sale a la luz. I feel you, sis!

Azules Turquesas, Radio COCOA

Tras la película está oculto un gran esfuerzo destinado a su realización / Fotograma de Azules Turquesas

AF: No hay claquetas de apoyo financiero ni fomento. ¿Cómo levantaste la peli?

MM: Es un milagro y una decepción total de vivir en este país. De la ignorancia que hay con el arte y de también el abandono. Los artistas estamos abandonados en una lucha constante. El gobierno cree que por hacer concursos para cien mil personas llenando formularios está brindando un gran apoyo. No, es ridículo y no se dan cuenta de que el arte cambia, de que puede crear conciencia.

Al acabar la presentación, se apagan las luces y empieza el espectáculo del cine-aislamiento. A diferencia del resto de películas, Azules Turquesas empieza sin logos del estado, coproducción, financiamiento, apoyo, agradecimientos, nada. Una solitaria claqueta abre el relato: “basada en hechos reales”. No hay tiempo para acomodarse, dejar las cosas de la familia o trabajo a un lado. De golpe empieza una escena de chuchaqui, de buena amanecida, donde la protagonista se levanta y al ver un espejo con polvo mágico, se arma un faso e inhala, corte al título. No más introducción, al buen entendedor pocas imágenes.

AF: El bebé salió a la luz, la gente ya lo vio. ¿Cómo ha sido el recibimiento hasta ahora?

MM: Como te digo, la gente es hermosa, los que nos gobiernan son el problema (risas). Es que claro, (hablamos de) la gente que es sensible, que aprecia el arte. Por ellos llenamos las salas. Además, creo que es un tema que es de muchos, es un tema que nos ha pasado a muchas personas y no importa la clase social: baja, media y alta. Estoy segura de que todos han pasado por un centro, o que algún familiar que tenga este problema.

Por esta razón siento que la película es muy cercana. La adicción a las drogas es algo muy conocido, no sólo en mi entorno sino en la sociedad en sí. Familiares y conocidos han pasado por los mismos centros de rehabilitación que salen en la película. Me he visto sentado en esas salas de espera, viendo el reloj hasta poder ver a los míos. Un familiar estuvo internado mientras rodaban la película en el centro donde estaba.

Azules Turquesas

Si bien el presupuesto no fue elevado, Azules Turquesas cuenta con un elenco de primera / Fotograma de Azules Turquesas

En una visita me contó entusiasmado que había conocido a un actor famoso, al Líder “del universo” Medranda. Él interpreta a un paciente en proceso de desintoxicación. En mi caso, esta es la razón por la que me identifico. En el de Mónica, es la denuncia. El cine, como buen arte, funciona como medio de reclamo para protestar contra el maltrato y abuso que sufrió en este tipo de “centros”.

Azules Turquesas se interna en lo más precario de estas instituciones que, puertas afuera, ofrecen un servicio de desintoxicación digno y humano, pero que en lo interno son verídicas cárceles en donde reina el abuso de poder. Por encima de todo, el centro deshumaniza al interno, haciéndole ver que su existencia no ha sido más que una miseria para su familia.

La recreación de las experiencias que sufren los personajes es muy cruel y sobre todo fiel, ya que en su totalidad fueron vividas en primera persona por la directora. Si algo se ha de resaltar es la valentía de Mancero para no quedarse callada y levantar la voz ante este tipo de actos inhumanos.

Azules Turquesas

Azules Turquesas se interna en un problema social cuya discusión es urgente / Fotograma de Azules Turquesas

AF: La película tiene bastantes personajes. ¿Cómo fue el proceso para conseguir el casting?

MM: Yo creo que es súper importante para el cine en Ecuador, al menos, que nos hagan caso a las personas que estudiamos actuación. Porque, claro, imagínate que yo estudié actuación y tengo que esperar no sé cuántos años para que algún día siquiera me llamen para un casting, y ni siquiera sé si me salga. Entonces, me parece que el compromiso que deberíamos tener todas las directoras y los directores es ir primero con los profesionales, porque, así como ellos o ellas, que estudiaron cine, lo mismo esperamos nosotros, que nos tomen en cuenta.

Volver a vivir todas estas situaciones debió ser algo traumante para Mancero. For sure. Pero hay que aplaudir y agradecer que este tipo de cine llegue a nuestras miradas. Si bien es cierto que no es una producción de altísimo presupuesto —$60.000—, hay que considerar que de alguna manera este sigue siendo nuestro cine. Nuestras historias, nuestra forma de ver y eso hay que rescatar. Por último la voz de Mónica está siendo escuchada y el espectador está respondiendo. El publico aplaude al finalizar la proyección esperando por la directora para un breve Q&A. Comentan que les fascino la historia, que no sabían que este tipo de cosas pasaban en nuestro país.

Ahí está el fin de una película, exponer realidades que no todos conocen. Tal vez deberíamos dejar de lado el traje de cinéfilo-intelectualoide y dejarnos llevar por esta peli que si algo demuestra es que el cine comunitario funciona. No importa que se demore, hacer cine requiere su tiempo. Es cierto que no tenemos industria, que cuesta mucho.. pero deberíamos seguir el ejemplo de Mónica Mancero —autofinanciamiento, buen crew y mucho corazón—. Así que menos excusas y más ¡acción!

By the way, este largometraje tiene un cast de primera. Actrices y actores con largo recorrido en televisión, cine y tablas. Para completar sus pagos pendientes, así como los de producción y post-producción, Azules Turquesas está levantando una campaña de crowdfunding. Si les interesa, aquí esta el link.

¡Apoyen el cine ecuatoriano!

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