Presentamos una reseña de la película brasileña Azougue Nazaré. No te puedes perder esta exploración del cruce entre la religión y las costumbres ancestrales que está disponible en el cine OchoyMedio.
Director: Tiago Melo
Protagonistas: Valmir do Côco, Joana Gatis, Mestre Barachinha, Mohana Uchoa
Género: Drama
País: Brasil, 2018
Duración: 80 minutos.
Los cuentos y el cine —en general, la ficción—pueden ser lugares arriesgados que presentan dos caras. Una puede incentivar a los espectadorxs cuestionar las estructuras, tan naturalizadas como realidad social. La otra puede dar sentido a las mismas, fortaleciendo sus raíces.
El largometraje del director brasileño Tiago Melo nos invita a explorar un ambiente de carnaval extraño e incómodo, diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Azougue Nazaré se desarrolla en un pequeño pueblo, Recife, en un gran país, Brasil.
En el largometraje se presenta la colisión de dos mundos: el cultural, del Maracatú, lleno de danza, colores y música, y el de la religión evangélica, tergiversado y manchado de prejuicios. Religión y cultura son temas tan arraigados a la cultura latinoamericana que pareciera que uno no podría existir sin el otro.
De las dos, es la cultura la que parece aceptar más a la otra, sin prejuicios, y es que tal vez la religión necesita de la cultura para existir. La cultura y sus manifestaciones no alcanzan a la razón y entendimiento humano. Por esto es que sus prácticas, una de las cuales es la danza Maracatú, se convierten en manifestaciones profanas.
Las escenas iniciales de Azogue Nazaré logran sumergirnos en un ambiente de ritual con planos recortados de brebajes y chicos en batallas de samba. El largometraje invita a repensar varios aspectos de la vida en comunidad. Los roles que cumplen la mujer y el hombre en nuestra sociedad, la monogamia, la fidelidad y la religión.
Para lograr interactuar con la vida cotidiana de los personajes desde estos lugares, la trama apunta a varios momentos y no se detiene en una sola historia en particular. Así logra adentrarnos en el día a día de los personajes.
Hay un encuentro de diferentes deseos, de lo individual a lo colectivo. Encuentro que desemboca en desacuerdo. Y se da dentro de un hogar en el pueblo de Recife en donde la pareja protagonista, Tião y su Darlene, su esposa, se confrontan, creando así un espacio incómodo dentro del hogar. Tiao está entregado a sus costumbres ancestrales, y ella a la religión.
Los personajes burlan con cierta inocencia los mandatos de la iglesia. Tienen encuentros premaritales inocentes, libres de culpa, entre ellxs, y existe rebeldía dentro de las relaciones padre-hijo.
Uno de los momentos más interesantes de la película ocurre cuando Tiao viste de mujer y trae consigo a su alter ego, Catita Daiana, en medio de los festejos del Maracatú. La cámara en mano y los movimientos rápidos y los planos cerrados dotan de un llamativo caos, color y energía a la escena, en sintonía con la naturaleza del ritual.
Es destacable que en este momento la atención se centre en Catita. No es una decisión arbitraria la actitud excéntrica, infantil y rebelde de vestirse así y revolverse al son de la música, ya que va en contra de los anticuados mandatos del pastor del pueblo. Este momento es clave, si se tiene en cuenta que la religión evangélica tiene un gran peso en el Brasil. Y es que el cine, con discreción, pero fuerte impacto, logra representar nuestra realidad.
En el desarrollo de esta ficción nada se resuelve. Lo que permanece es la necesidad de preservar las creencias a toda costa, más allá de culminar las confrontaciones y diferencias. La película, por ende, no te entrega todo masticado. Los cabos sueltos que dejan las subtramas forman parte de los detalles que dan vida a la historia principal.
Si tienen ganas de sumergirse en la “otra cara” del carnaval, y del cine, no se pueden perder esta cinta. Corran a verla en el cine OchoyMedio, donde estará en cartelera hasta el domingo 17 de marzo. Otras funciones tendrán lugar en la Sala Alfredo Pareja de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Por su parte, la gente de Guayaquil podrá disfrutarla en Muégano Teatro y la de Cotacachi en AMI Cine Teatro.