Quito Calle se convirtió en los últimos años en una plataforma digital con decenas de miles de seguidores en redes sociales, pero es más que solo eso. Para conocer mejor esta iniciativa conversamos con su creadora, Andrea Barrionuevo.
Posiblemente habrás oído de Andrea Barrionuevo, fotógrafa, artista urbana, activista social e influencer quiteña. ¿No te suena familiar su nombre? Entonces, quizás has oído hablar de su proyecto de fotografía documental, Quito Calle. ¿No? Entonces seguro habrás visto alguna de sus intervenciones paste up en las calles de Quito con su ‘tag’ “Todos Estamos Rotos” . ¿Sigues sin reconocerla? No importa, acá te lo contamos.
Retratar lo que nadie quiere ver
Andrea comenzó su proyecto Quito Calle hace cerca de diez años, luego de su paso como fotógrafa en algunos diarios de la capital. Mientras hacía sus coberturas diarias, empezó a fotografiar escenas y personajes de las calles de Quito por las que circulaba.
“Comencé Quito Calle por ver que habían muchas escenas y situaciones en Quito que pasaban desapercibidas, historias que estaban por contarse, personas que no tienen una voz, a las que sentía que había que darles una voz y contar sus historias”, nos cuenta.
Sus retratos contaban desde un inicio lo que nadie quiere ver: las injusticias sociales, personas que habitan la calle, los rostros de ‘los nadie’, como los llamaría el escritor uruguayo Eduardo Galeano, las caseritas, como ella llama con cariño a las comerciantes ambulantes, y ‘los rotos’, personas que se encuentran en situación de calle con enfermedades mentales o problemas de adicciones, lo cual se traduce a la larga en exclusión social.
Paste Up «Todos Estamos Rotos». Foto: Cortesía Andrea Barrionuevo
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Una influencer de las causas sociales
Su trabajo se puede resumir en dos series fotográficas que están en constante expansión y que retratan a los dos últimos grupos mencionados. Las series se llaman “Caseritas” y “Todos Estamos Rotos”. Este último nace de una reflexión a la que Andrea llegó luego de varias conversaciones con amigos sobre sus propios problemas con la depresión, ansiedad y temas de salud mental en general. Esta frase se convirtió en su tag insigne.
Con el pasar de los años, Quito Calle se convirtió en una plataforma digital con decenas de miles de seguidores en redes sociales. La página llegó a tener más de 30.000 seguidores en Instagram, hasta que fue hackeada y usurpada en febrero de 2021. En Tiktok, su cuenta personal también alcanzó los 30.000 seguidores y constantemente produce contenido que se vuelve viral.
La alta visibilidad que llegó a tener Quito Calle la llevó a convertirse en una influencer de las causas sociales. A través de sus canales, Andrea difunde y gestiona semanalmente campañas de recolección de donaciones para entregar a personas en situación de calle.
@andrea..barrionuevo Gracias ? #ayudanosayudar #quitocalle #donare #empatia #ayudaalprojimo #enlascallesdequito #ecuador #homelessness #uio #fy #quito ♬ Wind Song – Ludovico Einaudi
“Mucha gente se ha sumado al tema de las ayudas sociales para donar”, comenta. Para ella, el mostrar estas situaciones de las que no se quiere hablar, “hace que la gente genere más conciencia en cuanto a cómo habitamos la ciudad de Quito: qué podemos hacer para que sea mejor. Todo depende de cada persona y cada granito de arena suma, para vivir en una ciudad más limpia, más digna y justa”, reflexiona Andrea.
Además, se ha convertido en una gran comunicadora, llegando a ser asesora de comunicación de algunas marcas e incluso de políticos en épocas de campaña.
De la cámara a las paredes, de las paredes al cubo blanco
Exposición Todos Estamos Rotos, Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo, 2020. Foto: Cortesía Andrea Barrionuevo
Pero el trabajo de Andrea no termina ahí. Hoy en día es una reconocida artista urbana. Sus fotografías se convierten en intervenciones de graffiti, murales, cuadros y stickers callejeros.
En 2022 participó de la exposición colectiva “Cartografías del Encierro”, curada por María Fernanda López y expuesta en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), en Guayaquil. Esa fue la primera vez que vio su obra expuesta en “el cubo blanco”, con la serie “Rotos, calles y caseras”.
“Para mí fue súper lindo, un honor, pintar en un museo nacional una frase que yo he rayado en la calle en estos años”, nos cuenta Andrea con un tono emocionado.
En marzo de este año una de sus fotografías se convirtió en un mural que rinde homenaje a las mujeres que estudian carreras técnicas en la Escuela Politécnica Nacional. El mural también busca hablar sobre la violencia que reciben las mujeres que deciden estudiar este tipo de carreras.
Mural Escuela Politécnica Nacional. Foto: Cortesía Andrea Barrionuevo
Este año también fue el momento de abrir su propio taller y galería con una exposición permanente de su obra. El Quito Calle Showroom se encuentra en la Casa Benalcázar, ubicada entre la calle Olmedo y Benalcázar, en el centro histórico. En este lugar funciona la Escuela de Arte Quiteña, la fundación heredera de la escuela que vio nacer al maestro del barroco Ecuatoriano, Caspicara, por allá en el siglo XVIII.
Ahora Quito Calle se encuentra en planes de expansión. Andrea está haciendo la tramitología para que lo que comenzó como un proyecto de fotografía callejera se convierta en una fundación, con lo cual busca conseguir fondos e incrementar su labor social. Además tiene planes de iniciar un canal de YouTube donde se muestre todo el trabajo que realiza.
