Hace poco, el ansiado Ep “En algún lugar de la semana”, de Amantina, vio la luz. Entre singles y videoclips, esta ha sido una oportunidad para que el proyecto consolide su propuesta hip-hop dreamy pop.
Personal: Daniel Sorzano (voz), Alejandro Peña (batería y drum machine), Ricardo Laverde (teclados, sintes y guitarras), Juan Simón Ramírez (guitarra y sintes)
Ciudad: Bogotá/Quito
Una trayectoria corta pero prometedora. Amantina es el más reciente proyecto musical de Daniel Sorzano, ex frontman de Les Petit Bâtards, la banda que todos recordamos y que nunca vimos despedirse. En esta entrevista Sorzi desayuna mandarina con café y nos cuenta cómo fue cuajando todo de manera un poco espontánea pero a la vez premeditada.
En el transcurso de más o menos un año y desde que Sorzi está radicado en Colombia, Amantina ha logrado consolidarse como una de las nuevas propuestas que llegan con un sonido diferente y original. El nombre viene de la escritora Amantine Aurore Lucile Dupin de Dudevant, una escritora francesa del siglo XIX que tuvo que usar el pseudónimo de George Sand para ser capaz de publicar.
En algún lugar de la semana es su tercer producto de estudio, después de dos singles, o casi tres, en realidad. Antes de existir Amantina, Daniel ya había hecho una colaboración con Pancho y la gente de Abbacoock en “Historias”. Y de ahí vino algo nuevo. Tiempo después de “Historias”, Sorzi pediría el cambio del nombre de autor a Amantina.
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A eso le siguió el tema debut bajo ese nombre, “Sade”, mismo que vino acompañado de su videoclip cuando Daniel estaba todavía en Quito. Poco después, en el conocido tema “Rastro”, una nueva colaboración, ahora junto a Método MC, dejaba más claro hacia donde apuntaba el sonido de esta nueva etapa como compositor. Los ritmos del hiphop, una estética algo lo-fi y un ambiente bedroom pop daban cuerpo a lo que se vendría para Amantina.
En algún lugar de la semana se estrenó hace un mes. Está en todas las plataformas digitales y cuenta con un videoclip para cada una de sus tres canciones, que aquí exploramos en detalle.
Ultramar
El primer single apareció a inicios de la cuarentena. En ese entonces Daniel no sabía cómo iba a hacer para enfrentarse tan directamente consigo mismo durante tanto tiempo encerrado. Ultramar habla sobre esa idea de un territorio lejano e inhóspito, y, al mismo tiempo, crea una relación con un espacio tan pequeño pero inmenso como puede ser un cuarto.
En esta primera canción se nota lo fácil que es para Amantina convertir unas cuantas habitaciones en un mundo entero. Apenas le bastan unas cuantas melodías y unas letras sencillas. Mucho con poco.
Comodín
Con su segundo sencillo, vino también un tema más elaborado. Esta es la prueba de que cada quien decide su propia suerte. Aquí ya se pudieron notar elementos que van marcando características en el sonido de Amantina. El fuerte sampleo y audios de celular se suman a los beats y sintetizadores que dan alma a sus temas.
Con los dos videoclips lanzados también tuvieron más sentido esos frames distorsionados y quebrados que parecían revelar que Amantina existe en más de una dimensión.
Medusa
Esta es una canción de “puro y duro amor”, dice Daniel, mientras me explica que al principio se trataba del ejercicio de escribir una canción de amor sin estar enamorado. Más bien, ese era el reto. Con el transcurso de los días se convirtió en todo lo contrario.
Aunque suene un poco cliché, el punto del tema vino de ese momento preciso en el que coinciden las cosas. Con esta canción, la verdad es que tenemos el corazón e intimidad de Amantina al alcance de un voicenote.
***
Por eso y por mucho más, En algún lugar de la semana se convierte en una convincente propuesta que, al menos en Ecuador, todavía estamos ansiosos por ver en vivo. En todo caso, y por si no bastara, Sorzi anticipa que ya está trabajando en su próximo disco, Paradiso, además de otras colaboraciones con viejos y nuevos amigues de la escena —El Metodite x2, y por ahí dicen que Neoma también—. Habrá que ver.
Por lo pronto, este EP es sólo un abrebocas de lo que se viene. Y vale terminar esta nota con las palabras de Sorzi, que engloban muy bien lo que se ha esbozado en estas líneas:
Siento que tal vez no hablo específicamente de nadie, sino que tal vez las cosas que estoy diciendo me las estoy diciendo a mí. Es un poco eso, sentirse muy a la deriva de todo”