Ábrete Sésamo En Esencia: un conjuro para abrir puertas y tejer redes

por Manu Guayasamín
Inspirado en poetas ecuatorianxs, Sr Maniquí nos entrega Ábrete Sésamo, un álbum que abre muchas puertas. ¿Cuáles? Aquí te contamos.

ábrete sésamo

Hace unos días Ábrete Sésamo vio la luz y se estrenó en la importante y humilde plataforma de streaming Bandcamp. En las palabras que vienen a continuación, trataré, por un lado, de convencer a la persona que está leyendo esto de escuchar la nueva producción de Sr. Maniquí, el proyecto solista de Mariela Espinosa, si es que todavía no lo ha hecho.

Por otro lado, y aquí me embarco en una misión que espero rinda frutos, mejor si te convenzo lector, lectxr, o lectora de gastar —o invertir si es que eres una persona optimista— en apoyar el álbum monetariamente. Como lo haría un buen fan.

Soy así de directa porque vivimos tiempos sombríos. Atravesamos una pandemia de la que todavía no vemos el final del túnel. Prendes el televisor, la radio o revisas el timeline de tu red social favorita, y es fácil ver, mires por donde lo mires, que el mundo se está derrumbando.

En medio de esto, la música ha sido un refugio. Nos acompaña, sin falta y día tras día, en las actividades más banales como tomar una ducha, y así mismo, está en los estados emocionales más intensos. No hay nada mejor que escuchar una canción que describa perfectamente, en su letra o su composición, cómo te sientes.

También en esta pandemia, el sector de la música ha sido uno de los más afectados. O al menos uno de los que más le ha costado “volver a la normalidad”.

Pasan los meses y sigo aferrándome a los escasos recuerdos que me quedan del último concierto al que fui antes del encierro. Veo con anhelo e incredulidad videos, fotos, o películas en las que las personas están conglomeradas en fiestas y conciertos. Peor aun, pienso que estas pequeñas fiestas y conciertos a los que iba clasifican como una conglomeración, como si se trataran de las visitas internacionales del Papa.

Incluso cuando las restricciones para reuniones sociales en bares y venues se han ido suavizando en el país —para bien y para mal—, organizar un show no es cosa sencilla. Ni hablar en tiempos de covid. Tampoco es más fácil organizar un concierto virtual, el cual también requiere de recursos para tener una transmisión decente, sobre todo si vas a cobrar por tener acceso.

Esto y más hizo que el lanzamiento de Ábrete Sésamo se pospusiera meses, mientras Mariela trataba de dar sentido a lo que estaba sucediendo. Lo que se supone sería un estreno de abril, con concierto y todo, terminó sucediendo en octubre. De todas formas, como dice el dicho, más vale tarde que nunca.

“Qué ganas de quitarme el bozal”

Como te podrás imaginar, si el disco estaba listo para salir en abril, la historia de Ábrete Sésamo debió haber empezado mucho antes. El concepto nació un año atrás, cuando Mariela dio con la posibilidad de aplicar a un fondo del Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividades (IFAIC). 

ábrete sésamo

«Qué ganas de ponerme a escribir». Anotaciones de Mariela de cada poema que conformó «Ábrete Sésamo».

En un esfuerzo por buscar referentes y de aprovechar ese dinero público para potenciar su voz y la de alguien más, dio con el prolífico y emocionante mundo de la poesía escrita por siete mujeres ecuatorianas y un hombre trans. Personas que pisaron esta tierra en algún momento de la historia, y otras más contemporáneas que escriben, incluso, de apps y pancakes.

Los ocho poemas reinterpretados y musicalizados en el álbum son:

  • “Lumbre” de Sarawi Andrango
  • “Mar demente” de Ileana Espinel
  • “Todo se mece” de Ana C. Blum
  • “A Huawei” de Elsye Suquilanda
  • “La hiedra” de Violeta Luna
  • “A Carmen” de Dolores Veintimilla
  • “pobreza narcisa/modus vivendi” de Pe Proaño
  • “Ábrete sésamo” de Ana María Iza

Este último fue el que comenzó todo. Al descubrir a Ana María Iza, comenzó un hambre voraz en Mariela por leer todo el trabajo de la poeta quiteña. Fue un poema que de entrada le sonaba a música en su cabeza. De ahí el resto fue seguir leyendo, seguir investigando y no dejar escapar cualquier textura, sonido, idea o concepto que le inspiraban los poemas que iba encontrando.

“Qué ganas de haber escrito Los Heraldos Negros

Como no se había embarcado en una aventura de este tipo antes, había que diseñar un método. En el camino se encontró con muchos poemas, pero los que se quedaban lo hacían bajo algunos criterios: el ritmo de las palabras, que no tengan frases muy largas, y que no sean poemas demasiado extensos.

Y había una prueba final. Debían “volarle la teja”, así como lo hizo alguna vez “Ábrete sésamo” de Ana María Iza, y así, inspirarle sonoridades y atmósferas que le permitan hacer las primeras maquetas de las canciones.

Aunque todos los temas pertenecen a un mismo viaje, el cual no está únicamente en el concepto del disco, sino que también en una experiencia sonora completa, cada canción es su propio universo. Por ejemplo, “Lumbre”, el primer single de “Ábrete Sésamo”, no me preparó para algunos géneros y estilos que Mariela explora a lo largo del álbum. 

Entre estas sorpresas destacan temas como “A Huawei”, lleno de beats y sonidos juguetones; o el title track “Ábrete sésamo”, un tema mucho más incendiario que las primeras canciones que abren el disco. En mi oído de inexperta, estos cambios son obvios en la instrumentación que se escoge para cada tema. Para Mariela, música y compositora con conocimiento y experiencia, también son —me explica— los compases, todos intencionales, para dar un feeling más “pop” a unos temas, y para complejizar a otros.

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Estudio casero de Mariela donde se maquetaron las canciones.

Otra parte importante del maquetado del álbum fue el acompañamiento de Jofiel Icaza, el hijo menor de Igor Icaza, un chico multinstrumentista y comprometido con la causa, la de materializar cada idea que salía de la cabeza de Mariela y no podía ejecutar sola.

Eventualmente, y después de un primer alumbramiento con un show en el Teatro Variedades Ernesto Albán, llegó el momento de llevar lo que tenían a estudio, en donde también entró a participar y co-producir su hermano, Miguel Ángel Espinosa. En esta etapa también apareció la colaboración de otrxs amigxs, entre ellxs Denisse Santos, Rojo y Maya Villacreses en las voces, Andrés Benavides en la batería, y Juan Pablo Rivas en el máster.

Sr. Maniquí nació de la necesidad de tener un espacio más propio e íntimo de creación, y en gran medida “Ábrete Sésamo” lo prueba. Sin embargo, grabar un disco de estas características es un trabajo que requiere varias mentes y habilidades. Para ello, colaborar es imprescindible. Y fue a través de encontrar las personas adecuadas y de confianza que las canciones fueron tomando su forma final de álbum. 

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Jofiel Icaza en el estudio con los sintetizadores.

No está de más pensar que en algún punto de esta historia, Mariela también debía mostrar el resultado final a las autoras de los poemas y rendir cuentas. Al menos con las que siguen vivas. Era inevitable no pensar: “ojalá no sientan que atropellé su poesía”. Pero en realidad es difícil equivocarse cuando te comprometes con algo de la forma que Mariela se comprometió a investigar la vida y obra de todxs lxs poetas que ahora son el corazón de “Ábrete Sésamo”.

“Qué ganas de ser corresponsal de guerra y anunciar que las guerras han terminado” 

Ha habido una producción de poesía súper lúcida

y rebelde [y] no es que ahora somos así, sino que es un camino

que se ha labrado antes y del cual somos herederas.”

 -Mariela Espinosa

Hay algo muy mágico en recorrer palabra por palabra los poemas de estxs autorxs, mientras son acompañados por universos sonoros que han logrado elevarlos y amplificarlos. Los poemas son piezas literarias poderosas, que además hablan de perspectivas que, hasta hace poco, el canon se rehusaba a ver. Las mujeres y las diversidades sexo-genéricas escriben, crean y hacen arte.

Este es un disco que no fue creado con el objetivo de capitalizar del feminismo, pero que por su acercamiento honesto al material de trabajo, está destinado a ser pensado como una pieza de trabajo feminista. 

Convocar a todas estas personas, a algunas desde su tumba, como si se tratara de un aquelarre haciendo conjuros con palabras y comas, con sintetizadores absorbentes y guitarras arrulladoras, con pilas de libros y horas de lectura, con mensajes de texto y con emails… es un hito importante en la música local contemporánea.

Sr. Maniquí en el Teatro Variedades Ernesto Albán, Agosto 2019, Foto por: Ana Lu Zapata

La atemporalidad es un elemento clave al escuchar el álbum por lo experimental de su sonido. Pero también porque consigue juntar la poesía de Dolores Veintimilla, que vivió en los 1800, donde sus ideas feministas eran muy adelantadas para la época; junto con los trabajos de autorxs como Sarawi Andrango, poetisa y activista que escribe a la resiliencia de la mujer indígena, o Pe Proaño, persona trans interesada en los cruces entre la música, la identidad y la poesía.

Ábrete Sésamo es un álbum que, efectivamente, abrió muchas puertas. Es el resultado, pero también el medio a algo más grande. Es, tal vez, la excusa para tomar contacto, para colaborar, para establecer vínculos y tejer redes entre las personas que crearon y están creando cosas con un punto de vista muy particular que habla de la mística, de la cotidianidad, de los afectos y de las condiciones personales y colectivas con la que nacemos, o las que nos endosan, o las que escogemos cargar.

Como me lo confiesa Mariela: “Este es un disco hijo de su tiempo”, por todas las dudas y respuestas que ha hallado en la coyuntura social y su experiencia personal. Es, para mí, un disco que llega a nuestros oídos en tiempos que nos obligan a juntarnos, no de forma física porque la orden del día es el distanciamiento social, pero sí para que empecemos a accionar y pensar en el futuro.

Cierto es que uno de los ingresos más importantes para lxs músicxs ha menguado con la imposibilidad de reunirnos en un mismo espacio físico a escuchar a un artista presentar su música. Pero existen otras formas de seguir fomentando este trabajo que, a final de cuentas, no paró durante la época de encierro. 

Una muy concreta es repensar cómo consumimos música en el 2020. Este año, más que cualquier otro al parecer, salió a relucir el gran problema con la era del streaming y las bajas regalías que reciben lxs artistas en las grandes plataformas de streaming como Spotify, Apple Music y Youtube.

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Aquí aparece Bandcamp, una plataforma con un ethos más transparente y acorde a las necesidades de artistas emergentes e independientes como lo son muchos de lxs músicxs de nuestro país. Aquí halló su primer hogar el nuevo disco de Sr. Maniquí, con la esperanza de ganar algo de dinero a través de esta plataforma y que Mariela pueda seguir invirtiendo en el proyecto y planear más cosas. 

Que los vínculos no se queden únicamente en la colaboración y amistad que surgieron del trabajo de Mariela, las poetas, y lxs colaboradorxs de Ábrete Sésamo, sino que se extiendan hacia nosotrxs. Abramos puertas y tejamos redes. Disfrutemos de la música, pero también hagamos todo lo posible para que esta continúe llevándonos a lugares fascinantes, incluso en épocas cuando lo único que nos queda es quedarnos en casa.

 

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