Biera no es un músico convencional, tampoco lo es su última entrega La Última Fiesta. El LP se construye a partir de un guión creado por el artista. Conversamos con él para sumergirnos en su universo musical.
Juan, así de sencillo y en sus palabras, es Biera. Tiene 19 años, nació en Quito pero creció toda su vida en Portoviejo. Musicalmente se desenvuelve sobre todo en el rap y el hip-hop, pero es un artista versátil. Las melodías vocales también son su fuerte.
Su proyecto musical nació en el 2019 con un primer álbum de ocho canciones nombrado Volando. El pasado 22 de octubre lanzó su segundo álbum titulado La Última Fiesta, compuesto de 11 temas que conjugan una experiencia cinematográfica y hasta teatral para sus oyentes.
Fue producido por su mejor amigo y mano derecha Benjamín Santillan, más conocido como Brian Elmo. También es parte del sello discográfico Arthur Social Club que incluye en su catálogo a artistas como Rosero y el Búho de Minerva.
A diferencia del primer álbum que cuenta con una colaboración con Raays, éste cuenta con las colaboraciones de Alivw, Yulia Song, Haky y Brian Elmo, artistas emergentes de la escena musical local. También cuenta con la colaboración de importantes exponentes como: Chloé Silva, Rosero y Abacook.
La Última Fiesta definitivamente no es un álbum convencional y se construye a partir de un guión creado por el artista. En él cuenta la historia de su protagonista “Slim Biera” quien acompañado de Judas y Tomas, a quienes considera sus amigos, logra entrar a una fiesta. El objetivo: que Slim Biera se reconcilie con Ruth.
Slim Biera pasa del mundo ordinario al mundo extraordinario de la fiesta. Atraviesa lo conocido para aventurarse en lo desconocido. Y en su objetivo de retornar a Ruth, fracasa y nace, o más bien dicho, muere en la última fiesta. Es una historia cargada de inconsciente colectivo y personal. Pareciera una especie de Orfeo negro de Marcel Camus en donde Orfeo desciende al averno para recuperar a Eurídice, pero un error lo lleva a no volverla a ver nunca más y así, en un final trágico termina la cinta.
Biera utilizó para la creación de La Última Fiesta todas las herramientas de un artista cabal contemporáneo. Aprovecha la fluidez y la imaginación no solo para expresar, sino para contar al público. Une lenguajes y elementos que enriquecen la narrativa, lo musical y la experiencia de oír un álbum.
Conversamos con el artista para conocer a profundidad su más reciente lanzamiento y así adentrarnos en su mundo.
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Constanza Puente: ¿Quién es Biera y cómo nace?
Biera soy yo, es más o menos esa parte de mí que siempre ha sido creativa y que mi mamá dijo que tenía que poner a trabajar para que me diera dinero. Es la parte que siempre está inquieta, que siempre está pensando. Nace a los 17 años por cuestiones de la vida. Me sentía muy muy mal y no tenía cómo expresar todo eso, y gracias a un deber del colegio me hicieron bajar una aplicación para grabar canciones. Desde ahí comencé a grabar canciones y me gustó. Mientras escribía me desahogaba de todos los problemas que tenía y desde ese día lo sigo haciendo.
CP: En tu perfil de Instagram y en la historia que conceptualiza “La última fiesta” mencionas al personaje “Slim Biera”. Sabemos que Slim shady es el álter ego de Eminem. ¿Lo consideras así a Slim Biera y a esto una inspiración?
Para el nombre sí, porque Eminem fue de mis primeros raperos como para casi todo el mundo. Para el nombre me basé full porque era una forma sencilla de interpretar a otra persona, pero no creo que sea un álter ego mío. Es más bien un personaje ficticio, que por ahí sí comparto algunas vivencias con él como llevarse con amistades malas o hacer cosas que la gente te obliga a hacer solo porque estás en un grupo de amigos.
CP: ¿Cómo relacionas la identidad del rapero con la identidad de este personaje cinematográfico?
Para mí ser rapero es poder expresar todo lo que sientes mientras escribes o rapeas o improvisas. En la historia el man también es rapero, hace canciones. Y una cosa que no puse en el guión fue que algunas canciones fueron escritas por él, desde su perspectiva. Creo que cae en la idea de que él en la historia está haciendo un mixtape y le está yendo full bien en Quito y huevadas así. Entonces solo acoplé mi identidad de rapero con la suya, me reflejé en ella y así fue más fácil escribir algunas canciones, mentalizándome que él las está escribiendo, no yo, y solo fluye.
CP: En el perfil de Biera en Arthur Social Club se menciona que las canciones proponen temas con muchas referencias. ¿Cuáles son algunas de ellas que puedes destacar?
En el final de “Arte Según Platón” hay un sample de una canción de Tupac, las mismas notas estructuradas de otra forma. Otra referencia, cuando hice la instrumental de “Según Algunos” quería empezar con la misma nota de “Sufro”. Si te das cuenta, “Según Algunos” es la segunda canción de la primera parte y “Sufro” la segunda canción de la segunda parte y quería empezar de la misma manera para ambas. “Confirma” tiene un Sample de “Bird Call” de Mac Miller , ese man es mi inspiración número uno y quería plasmarlo aquí en el trabajo.
CP: Vemos que en los nombres de los temas hay algunos paréntesis como (Génesis 18:23 – 26) en “Ciudad del Pecado” con Alivw. ¿Son referencias o asociaciones que buscas con los salmos o la religión?
Sí, quería darle un contexto más profundo a la historia y a las canciones. Entonces busqué varios versículos en plan “qué dice dios sobre tal cosa”, sobre la infidelidad, sobre el arte. Así encontré también qué decía Platón sobre el arte y de ahí salió “Arte Según Platón”. El coro de “Salida” es literalmente un versículo de Lamentaciones 5:14 que lo transcribí para que suene bien y rime.
CP: Creo que no solo en lo musical hay referencias y valores artísticos sino también en el nombre del álbum y su portada. ¿Es una referencia a la última cena de Da Vinci? ¿Cómo llegas al nombre y a la portada?
La portada la tenía clarísima hace tiempo. La idea siempre fue hacer “La última cena”, recrearla de alguna forma. Y el nombre “La última fiesta” fue lo que salió primero, porque antes de escribir el álbum escribí el párrafo que suena en “Salida” y con él empecé el álbum y me fijé mucho en lograr que me muera en la historia y como lo hice, el nombre salió solito “La última fiesta”. Entonces así se linkearon ambas cosas.
CP: Sabemos que el álbum no es solamente una compilación de temas, sino que se conceptualiza a través de su guión. ¿Cómo surge esta historia y por qué es importante para Biera?
Escuché un álbum que se llama good kid, m.A.A.d city de Kendrick Lamar y después de analizarlo 70.000 veces me di cuenta que tenía una historia y busqué un video en YouTube que me explique toda la historia y fue interesante. Quise hacer algo así y plasmar alguna que otra experiencia que he tenido en la vida. Escribí la historia pensando en personajes y acoplando cosas que me han pasado a mí. Y es importante por eso mismo, por las anécdotas, y también porque quería dar algunos consejos que mi familia o mis amigos me han dado en la vida y las cosas difíciles que me pasaron y la mejor forma de plasmarlo fue en una historia.
CP: Es interesante, la historia que rodea al álbum tiene tres actos clásicos del cine y lo teatral en su estructura. ¿Te inspiras de alguna manera en estas áreas del arte y tienes algunos referentes en particular?
Me gusta full el cine, me basé mucho en Atlanta de Donald Glover, una serie en la que pasan muchas cosas similares que le pasaron a mi personaje. Y me basé mucho en la forma de escribir el guión porque es como que estuvieras hablando con un pana y sentarte ahí a conversar y así hacer que la historia sea amigable para mi público. Y en lo de hacer los actos, sí, en la universidad nos dieron un libro de Joseph Campbell y estaban ahí los tres actos del viaje del héroe, solo que aquí quise darle un twist y el héroe no tiene un final feliz.
CP: El voice note es parte fundamental de la narrativa y un componente de la música contemporánea. ¿Cuál es la función de las notas de voz para ti? ¿Cómo llegaron estas notas de voz al álbum?
Lo que le da ese toque de escuchar las canciones y entender la historia son las notas de voz. Es el motor para que puedas entender el álbum sin tener que leer el guión. Las notas de voz son escritas. No me las enviaron a mí, el único así es el de “Según Algunos” que es de un amigo mío que me dijo que era famoso pero que aún no podía llenar el monumental. Pero todos están guionizados, incluso el de mi mami para que tengan concordancia con la historia y el álbum. Los chicos que salen en los audios son los dos personajes del guión y son Veliz del Búho de Minerva y Manuel Chan.
CP: Escuchamos en canciones como “Según Algunos” “Real HH” “Ciudad del Pecado” estos elementos nítidos del rap que denuncian problemas de nuestra cultura, en general. ¿Cuál es la crítica que quieres hacer como artista?
Que apoyen a los artistas. Ese es el centro del álbum por así decirlo. Porque no hay. La gente dice que sí hay apoyo, pero no hay. Somos famosos en nuestro círculo. Allá afuera nadie nos conoce, y no por la fama, sino porque es nuestro recurso para vivir. Y yo estoy chiquito todavía en edad y este es el único ingreso que tengo, pero no puedo tener un ingreso fijo porque nos cierran los festivales, no nos dejan tocar, la misma gente del círculo te cierra muchas puertas o te cagan la vida. Te hacen ir, no te dejan tocar o te hacen ir y te pagan miseria. Es un apoyo a medias, un apoyo nomás de palabras.
CP: Por último, durante todo el álbum es fascinante como hay una sinergia entre la música y la imagen cinematográfica que construyes para los oyentes. Especialmente en “Salida (Lamentaciones 5:14)”. ¿Cómo concebiste este tema complejo con samples y un monólogo, o, mejor dicho, cómo concebiste este acto final?
Cuando saqué los samples y lo uní a lo instrumental se me hizo oscuro y quería hacer algo así. Yo sabía que la primera canción se iba a llamar entrada y la última, salida, sí o sí, y después vi lo de los versículos. Leí uno sobre la muerte y es lámpara porque en ese texto se habla de cómo los jóvenes ya no cantan música, sino que se dedican a hacer otras cosas. Yo lo asocié con la actualidad y con decir que mucha gente se rinde de sus sueños musicales por hacer cualquier otra cosa que sí va a funcionar. Decidí relatar cómo se muere estando en sus últimos momentos y hacerlo algo trágico. Lo ambienté y puse a mi mami y a Véliz. Puse los sonidos, el sonido de la policía que va al final para que sea más dramático. Ambientación sonora, eso es todo en el álbum.
Músico y dramaturgo
Sin duda, La última fiesta ofrece una experiencia cinematográfica completa a través de la música. Sin saberlo, Biera hace tanto de músico como de cineasta o dramaturgo. Incorpora sus propias vivencias en una nueva historia creada de manera consciente (o no tanto), lo cual representa el talento innato de todxs los que tienen algo que decirle al mundo. Para rematar, la ambientación sonora se ejecuta con detalle para darle el toque final de una cinta trabajada.
Aunque Biera se propuso experimentar con una variedad de géneros y sonidos para darle versatilidad y distinción al álbum, no deja de lado lo que sabe hacer muy bien y es soltar lírica con significado, juicio y honestidad. Lo referencial cumple su función y se convierte en un juego para el que escucha y para el que reconoce, provocando a la imaginación y a la identificación con el artista de manera personal.
Si quieres vivir ya toda la experiencia que es escuchar este álbum te lo dejamos aquí: