Con un videoclip, Wañukta Tonic y Pocho Álvarez revivieron el viejo tema de la banda quiteña, “Artículo 57”. Compuesta en el 2013, la canción suena hoy tan vigente como genuina.
Cuando de derechos de la naturaleza y pueblos originarios y ancestrales se trata, la Constitución ecuatoriana, creo yo, es una gran estafa. “La Carta Magna” está repleta de garantías que contrarias a su fin, en lugar de amparar derechos, los atropellan, y los pueblos de la amazonia lo saben.
Una lucha tenaz entre el Estado y los líderes amazónicos se ha venido intensificando desde que en el 2012, aproximadamente, las promesas de preservar el Parque Nacional Yasuní sufrieron una descarada metamorfosis. Los “pulmones del mundo” pasaron a convertirse en cheques sin fondo y eso desde luego acumuló ira y frustración entre la población.
Por muchos lados se canalizó esa indignación y el arte no fue indiferente. Durante esos oscuros momentos brotaron de las cuerdas de Álex Alvear las primeras melodías que componen el poderoso tema de Wañukta Tonic “Artículo 57”.
Esta es una canción que llevan tocando varios años en vivo. Ahora vuelve a retumbar acompañada de un videoclip realizado por el cineasta y documentalista Pocho Álvarez. En él se pueden observar imágenes inéditas de los pueblos en aislamiento, de la contaminación y de las protestas sociales. El pasado 3 de septiembre fue el lanzamiento a través de YouTube y de las redes sociales.
Un rap cantado
Aunque Álex pudo haber elegido muchas palabras para renegar del fiasco “la puntita no más” en la que se convirtió la propuesta Yasuní ITT, no hubo otras más acertadas que las propias que reza, al final, el Artículo 57 de la Constitución, sobre los pueblos en aislamiento voluntario.
“Los territorios de los pueblos
en aislamiento voluntario
son de posesión
ancestral irreductible e intangible,
y en ellos estará
estará vedada
todo tipo de actividad extractiva”
“Fue una de las primeras canciones que se incorporaron al repertorio de la banda”, explica el compositor.
La compuso cuando se encontraba en Estados Unidos, luego de conocer por las noticias sobre la explotación del Yasuní. Como muchos de los ecuatorianos en el 2008, Álex había celebrado el reconocimiento de derechos a la naturaleza y a los pueblos no contactados en la Constitución. La noticia entonces fue un baldazo de agua. “Me dio una decepción terrible, me cabreé mucho […] claro al final todo es bla, bla, bla”, cuenta.
Animado por un amigo empezó el proceso creativo de esta canción que en esencia es una obra de denuncia.
“Empecé a joder con ideas, pero no me salía nada y en uno de los breaks de estar peleando conmigo mismo prendí el Internet y alguien había posteado el artículo 57”. Aún más cabreado después de leerlo “empecé a juguetear, a ver si le podía poner melodía a eso y resultó chevere”. “Es como un rap cantado”, concluye.
Fue un desafío porque un texto legal es el conjunto de palabras menos poético que existe, pero los resultados demostraron que toda una cantaleta constitucional sí puede ser musicalizada.
“El Estado adoptará medidas
para garantizar sus vidas
hacer respetar
su autodeterminación y voluntad
de permanecer
de permanecer en aislamiento
y precautelar la observancia de sus derechos”
Este tema tiene tantos matices como recorridos. Cada uno de los integrantes le ha añadido intensidad a esta explosiva canción. Raúl Molina, por ejemplo, grabó ocho opciones de batería para el demo.
Además, la han llevado a todos lados: Quito, Guayaquil, Cuenca, Tulcán, Guaranda, Colombia, México, España, entre otros, y en cada tocada se alimenta de nueva energía. “La reacción de la gente siempre es fuerte, o sea bien positiva, pero fuerte. Siempre toca ese cabreo que tiene el Álex”, opina Nelson García (teclado y acordeón).
La mirada de Pocho Álvarez
En dos palabras describe Pocho al conflicto petrolero: industria siniestra. A lo largo de años de documentar la expansión de la actividad minera y petrolera, el cineasta es tajante al señalar que se trata de “una lucha entre la codicia y la vida”.
“Es un conflicto que no debería ser, pero es porque el motor del sistema en el que vivimos es la acumulación de riquezas, de dinero como único principio y fin y es vergonzoso”, enfatiza.
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Por todo ese camino recorrido, la banda le propuso realizar el videoclip. “El Pocho tiene una larga historia de compromiso y lucha con las causas de los pueblos amazónicos. Es un tipo que viene peleando no sólo en ese frente, si no que es un guerrero de hace tiempo”, dice Álex.
Sin necesidad de convencimiento el documentalista ecuatoriano aceptó producirlo luego de escuchar la canción. En una semana estuvo conceptualizado y listo. “Es un capo y trabajar con una persona de ese calibre, con esa trayectoria también le da mucha más fuerza a la causa y al mensaje”, agrega.
La canción desde un inicio le pareció interesante a Pocho. La propuesta del videoclip fue “un reto”, cuenta, por toda la ironía que derraman las palabras del artículo.
“La violación de estos derechos
constituirá
delito de etnocidio
que será tipificado por la ley”
Buceó en su archivo imágenes “para visualizar de mejor manera todo lo que se propone el artículo como espíritu” y eligió algunas que se filmaron con Karina Corti del territorio amazónico, de la contaminación y de distintas marchas que tuvieron lugar en la capital.
Que la música no se olvide de denunciar
Pese a que esta canción no es nueva, el conflicto petrolero sigue latente. La tendencia regional y global de la música, sin embargo, se ha distanciado de los incesantes problemas sociales y ambientales, con pocas excepciones, como Wañukta Tonic.
Por ello, aunque pase el tiempo es importante revivir canciones que reconozcan al arte como un canal de denuncia. Como señala Raúl Molina “es importante sentir algo gratificante de todo este asunto, […] y creer que todavía hay gente que lucha desde su trinchera”.
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Se viene nueva música y audiovisuales de los Wañukta. La banda quiteña está trabajando en un EP, compuesto de seis canciones, incluida “Artículo 57”, que se irán liberando cada mes hasta diciembre por los medios y canales digitales y por las redes sociales.