La misión de la banda de rock progresivo y experimental es transmitir el mensaje de “El chancho”. El objetivo es hacerse de almas y cabezas humanas. Nada más que eso.
Primer Encuentro
Lo que están por leer a continuación es una historia real. Según la teoría propuesta por el científico Allen Hynek, existen distintos tipos de encuentros cercanos con seres alienígenas. Estos van subiendo de nivel según el grado de contacto que haya habido. El primero es el avistamiento.
Para nosotros, el fandom, el primer encuentro se dio con la aparición de la banda en los escenarios hace aproximadamente seis años. En el caso de Fat Chancho, esto se dio cuando los integrantes —ahora súbditos de “El chancho”— tuvieron su primer acercamiento con esta entidad cósmica que responde al comando espacial.
Lo que es “El chancho” no es entendible a través de los conceptos humanos, pero básicamente se trata de “un chancho que quiere eliminarnos”, dice el Chancho Negro, con voz distorsionada.
La verdad, no recordamos por qué o cuándo nos encontramos con “El chancho”, pero perdimos toda nuestra memoria humana” – Chancho Negro
En esos primeros años, no sabían bien qué pasaba. Encontraron la respuesta varios años después, a medida que “Los chanchos”, o sea la banda, fueron perdiendo su condición humana.
Segunda Fase
En el segundo encuentro, además de los avistamientos, comenzaron a darse manifestaciones inexplicables para el humano común. Esta siguiente etapa seguro es la del show. Si alguna vez fueron a un concierto de Fat Chancho, sabrán de lo que hablo. Presentaciones sobre el escenario verdaderamente impresionantes.
En cada una de estas se esperaba un set instrumental acompañado por lo general de un sólido performance. Subirse a las tablas y ponerse las máscaras para ellos significaba alienarse por completo.
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A lo largo de estos seis años, Los Chanchos han mutado. En un principio perdieron su personalidad humana y desarrollaron una alterna. En ese lapso también cambiaron sus caras. Han pasado por tres sets de máscaras: las primeras y más elementales; las segundas, con luces, aunque duraron muy poco; y las últimas, que subieron la barra en cuanto a lo que de realismo se trataba.
Todas esas eran señales de lo que se veía venir: la llegada de “El chancho”. El mensaje es el del exterminio humano por el bien superior del universo, más aun ahora que todos estamos ante un futuro incierto.
Tercer Encuentro
La tercera fase implicó el contacto directo: en este caso, el disco homónimo. Parecía que el álbum de estudio de Fat Chancho nunca llegaría, pero tardó tanto porque debía arribar en el momento justo. Durante ese tiempo la banda no sólo se encargó de consolidar el concepto que implicaba esta experiencia fuera de órbita.
En el camino del disco, que empezó a hacerse a finales del 2017, se quedaron algunas canciones que nunca se llegaron a grabar. Finalmente, son cinco temas, más un intro y un outro, lo que llegó a conformar el disco.
El Chancho Negro dice que “el que come callado come dos veces”. A eso se debe el silencio intermitente de la banda dentro de la movida de la escena. Muchas veces se ha dado por muerto a Fat Chancho, pero lo cierto es que siguen sorprendiendo con nuevas cosas: la evolución de su imagen, por ejemplo, o su presentación en el festival Saca el Diablo del 2018.
Nunca le hemos dado por muerta, creo que hemos aceptado el hecho de que a veces toma full tiempo hacer cosas” – Chancho Fumón
Extrañamente, el concierto de lanzamiento de Fat Chancho fue uno —si no el último— de los shows que presenció Quito antes de la pandemia. El 29 de febrero, día en que se detectó el primer caso de covid en el Ecuador, fue el concierto de lanzamiento en La Ideal.
Cuarta Fase
La cuarta etapa es la abducción: en este caso, esta entrevista. Fat Chancho vino, me subió a su nave, me hizo conocer su doctrina y entender mejor su dogma. La llegada de “El chancho” implica una nueva etapa, un episodio dos, o el siguiente nivel.
La propuesta conceptual de Fat Chancho tiene a nuestra mísera humanidad tan sólo como el submundo de un universo superior. Somos las computadoras dentro de la “Matrix”. Una capa inferior, tal vez mediocre. Una realidad que es, quizá, un inciso dentro de un juego. Una “subrealidad”.
El proceso de la banda ha sido lento y pausado, pero a buen ritmo, con el que deben manejarse según la voluntad de “El chancho”, en realidad. El acto de Fat Chancho es esotérico, está influenciado por todo tipo de misticismo. De ahí su magia tan única y especial al verlos en vivo. La identidad performática es clarísima para ellos. Por eso es tan importante presentar un show técnicamente tan preciso.
“Nosotros somos”, dice el Chancho Negro, “esclavos de la entidad. La entidad es la personalidad”. Están a su merced. Una última cosa que les pregunté era si, más allá del acto, ellos se comunicaban así y entendían a este ser superior como tal, y la verdad es que sí.
Podría decirse que sin darse cuenta se han dejado atrapar y poseer de esa voluntad musical superior.
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Estén atentos al dictamen de “El chancho”, porque es un hecho que todos estamos a su merced. En mi abducción pude ver un breve flash de la nave, pero pronto, el 12 de septiembre, podremos someternos a su voluntad, en su próximo concierto.