Su música está fresquita. Nicolas Pozo sacó su primer álbum, Fields of Flowers and Birds, el primero de marzo.
Las cosas buenas exigen un tiempo. Eso fue lo que experimentó Nicolas Pozo, un músico quiteño de 20 años que vive en Nueva York. Su primer álbum, Fields of Flowers and Birds, es un trabajo personal que ha tomado dos años. Y ha sido así por varios motivos. Nicolas empezó a escribir la música del álbum en septiembre 2018, pero todas las canciones han ido evolucionando y cambiando de versión.
El resultado es una obra que no sólo muestra su evolución musical, sino su crecimiento personal. Por eso tomó tanto tiempo. Tener la confianza para ser tan sincero con su música fue un proceso necesariamente largo. Nicolas dice que este disco es su apertura emocional y una aceptación de sí mismo como alguien sentimental. Por eso, Fields of Flowers and Birds es un disco vulnerable y personal.
Siempre he sido alguien sentimental. Últimamente me he ido soltando y he dejado los nudos deshacerse. Justo el álbum y estas canciones fueron en un periodo que estuve derramando todos estos sentimientos. Se sentía bien, y sabía que quería poner eso en el arte”
Nicolas Pozo
Un inside del álbum: “Canción para un Pájaro (y para un pescado)” y “Orquídeas”
“Canción para un pájaro…” es la intro. Según Nicolas, este tema contiene toda la esencia del álbum: honestidad. Para lograr ese efecto de reflejar la esencia del resto del disco, la canción utiliza los acordes de “Orquídeas” y “Fotos”. Y lleva además una fuerte influencia de Spinetta, como metáforas y la forma en que está escrita, así como un audio de él. “Sabía cómo quería que suene y sea. Entonces, su creación fue bastante rápida”, nos dice el artista. La letra topa inseguridades, vulnerabilidad y temas similares a los que continúan a lo largo del álbum. “Canción para un Pájaro (y un pescado)” fue la manera de introducir el proyecto y anunciar qué se podía esperar del disco.
Por su parte, “Orquídeas” suena a familia, y es el tema que más conmueve. Nicolas llegó a él porque encontró en su computadora un audio donde había un rezo de una tía —la mamá de su mejor amigo— y le pareció lindo, aunque no entendía cómo había terminado ahí. Puso el audio y, encima, unos acordes. Luego recopiló algunas grabaciones de su mamá hablándole a él o a su hermana. En esos audios se mostraba el amor de mama y de familia, un amor que no tenía filtro. Esas grabaciones, de su mamá y de la tía, le dieron un tono personal al álbum.
Aunque a veces le daba miedo que se sepa mucho sobre su entorno, esta canción fue genuina y muestra a su familia. Por eso, “Orquídeas” transmite este sentimiento de amor honesto y de casa.
Un poco más adentro del álbum: sus influencias y composición
Nicolas trabaja con algunas influencias sonoras que rompen barreras pop. Se guía con Frank Ocean, James Blake y Bonn Iver. Algunos de estos sonidos fueron apareciendo mientras hacía su propio trabajo. Reconoce que los artistas que menciona son parte de algo comercial, pero que, aun así, están empujando las barreras del mundo del pop. Y él lo aplica a su música. No sólo elabora un género especifico, sino que utiliza elementos de rock, folk y alternative R&B. Hay variedad. No sólo quiere trabajar un género: está experimentando constantemente.
El método de composición de todo el álbum se basó en sus emociones y en lo que él quería comunicar por canción. Para esto aprovechó varias influencias de diferentes épocas, productores o músicos. Quería traer los elementos de los 60´s y 70´s y fusionarlos con sonidos de ahora. Esa es su manera de tratar de hacer algo nuevo y de revivir los géneros en una forma que no sea puramente comercial. “Quiero seguir creando inspirándome en los íconos con los que crecí”, señala Nicolas.
Para componer, empieza con armonías, porque la armonía tiende a marcar el sentimiento de sus canciones. “Sé qué es lo que quiero escribir y cómo quiero que cada instrumento suene antes de empezar a escribir. Tengo claridad de a qué quiero llegar con la canción. Conozco y comprendo qué elementos de una canción hacen que me sienta de cierta manera. Entonces, sé cómo hacer lo mismo en mi propia composición, con la que quiero llegar a transmitir esos sentimientos. Mi composición es guiada por la emoción”, indica.
“La música me ayudo a llegar a eso, al ser sentimental. Creo que es importante transmitir las emociones propias y aceptar la ajenas. Ser alguien sensible y estar en contacto con tus emociones, para ser uno mismo. Y eso es lo que quiero poner en el sonido”
Nicolas Pozo
Lo visual de este proyecto: las perlas y el color.
Su hermana, Valentina Pozo, es parte del proyecto y lo ayuda con la estética visual. Las fotos que acompañan su música enseñan otra parte de Nicolas. Son su inspiración para ser completamente uno mismo. Las decisiones estéticas que están presentes en la sesión fotográfica muestran sus gustos: básicamente, cómo decide verse. Escogió opciones que le parecían divertidas, sin tomárselo tan en serio. “Trato de demostrar la realidad de ser como sea que queramos ser, sintiéndonos cómodos siendo eso, poder ser lo que me gusta”, dice.
La música y las fotos muestran la dimensión personal de Nicolas. Fields of Flowers and Birds es, en resumen, un trabajo de auto-aceptación.