Tres discos de música pesada: octubre

por Pablo Puente
Un thrash latinoamericano muy adelantado a su época, un rock progresivo con toques pesados y un disco con un orden riguroso bajo su aparente caos. Así es la lista que deja este vibrante mes.

1. A.N.I.M.A.L / Álbum: Fin de un Mundo Enfermo

Los 90 fueron años convulsos en Latinoamérica. Y como parte de la reivindicación de la identidad de los pueblos en su mestizaje, varios grupos empezaron a hacer ejemplares las luchas que por años fueron reprimidas con sangre, de forma muy parecida a lo que sucedió el último mes en nuestro país.  

A.N.I.M.A.L formó parte de esos grupos que tomaron el sonido del thrash de transición con ritmos más modernos como el groove y el hip hop. Se puede decir que evolucionaron con claras influencias de bandas como Pantera y Sepultura. Como dije antes, sus primeros discos tuvieron el auge de medios alternativos de difusión de la época, como el famoso MTV Latino. Fui ahí donde sus videos empezaron a destacar, por su fuerza y la frescura de un sonido apegado a las comunidades y sus problemáticas. 

Este mes elegí Fin de un mundo enfermo por los 25 años de su publicación, y por formar parte de los tres primeros discos de la banda, mis favoritos. Son las tres obras que logran el reconocimiento internacional de los argentinos y mantienen el sonido más pesado y autentico, sin desmerecer las siguientes creaciones, que pese a tener mejor sonido y producción, no alcanzan la fuerza que se logra en esos primeros años. Destaco al mismo tiempo el ingreso de Martín Carrizo —Gustavo Cerati, Indio Solari— en la batería, quien definitivamente aporta ese cambio fundamental en la potencia necesaria para una banda de este calibre.

2. Klone / Álbum: Le Grand Voyage

Los franceses Klone son una banda que ha estado por largo tiempo en la escena, pariendo discos muy recomendados. Aun así, son significativamente poco conocidos para la calidad de música que han producido. Hace poco salió, tras varios años de espera, el impresionante Le Grand Voyage, sobre el cual es poco decir un viaje en todo sentido. 

La presente placa tiene pasajes vehementes, en los cuales prima el rock progresivo con toques pesados. En algunos momentos vas a encontrar tonadas a lo Porcupine Tree o, incluso, algo anterior, al estilo de Pink Floyd. En algunos momentos, los riffs terminan en bruscos timbres, parecidos a los de Anathema, o más fuertes, como si escucháramos a una especie de Gojira mezclado con YOB.

Hay mucho más que sólo metal. El rock atmosférico es una gran parte de cómo realiza transiciones el disco en varios momentos. La producción, creo, es la cosa que más valoro, ya que se saborea cada uno de los instrumentos. Es muy fácil aislarnos para apreciarlos por separado. Sin embargo, este es uno de esos discos que funcionan muchísimo mejor cuando son escuchados de corrido y degustados como una sola pieza.

Mucha melancolía, con estructuras llenas de luz y frescura, espera a quien lo escuche. 

3. Car Bomb / Álbum: Mordial

Podemos equiparar el camino de destrucción que deja el cuarteto Car Bomb en Mordial a un cubo rubick explotando en el vacío y, luego, siendo correctamente armado por razones del azar. 

El mathcore no es una rama del metal que sea fácilmente digerida por la gente. Más aun, si el anterior disco de la banda, Meta (2016), sentó una vara bastante alta de alcanzar, por la calidad en la composición. No obstante, hay varias maneras de apreciar Mordial

Aquellos que disfrutan de la música pesada pueden tener varias opiniones. Pueden ir desde que no se llega a la misma “cohesión en la disonancia”, en la que Meta es mucho más preciso, hasta un elogio del paso extra que han buscado dar para crear estructuras caóticas y más confusas. 

Para los más entendidos en música, técnicamente Mordial es el resultado de un gran virtuosismo, con una técnica que desafía lo convencional en cuanto a ritmos y tiempos. Por esto mismo ha recibido loas y críticas por igual.

Al hablar de influencias, esta vez creo que la banda deja muchas tonalidades pesadas, estilo Meshuggah, por momentos. Y amplía horizontes en los que roza una variedad escalofriante de matices, desde un Dillinger Scape Plan, pasando por Deftones, y terminando en un Paul Gilbert. 

Así como es un disco masivo en su construcción, es masivo en su sonido. Me parece que innovación le queda como un título corto y más bien lo proyecta como una inexplicable cantidad de brutalidad expresada en sonidos arrítmicos. 

 

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