La semana inició con una lamentable noticia que alteró las emociones de la escena musical. Queda un gran vacío, y es indispensable revisar un capítulo clave del rock ecuatoriano.
Fue un virtuoso de la guitarra eléctrica y un maestro que marcó a generaciones de músicos ecuatorianos. Hittar Cuesta nació en Loja a incios de los años 70, y durante varias décadas consolidó una trayectoria contundente, que hoy lo posiciona como un referente del rock instrumental. Su trascendencia puede ser descrita desde la calidad de su técnica, desde su papel como un instructor clave en la escena musical, y como pionero de un estilo de ejecución de la guitarra en el país.
Dominó las complejidades del shred, y alcanzó el altísimo nivel de sus principales referentes: Yngwie Malmsteen, Steve Vai y Joe Satriani. Formó parte de las bandas Soyus Blue, Cruks en Karnak, Falc, Zebra y Rain, y produjo dos discos como solista. En el 2000 presentó El lenguaje de los espíritus, y en 2013, Dream Machine. Paralelamente a su ejercicio musical, Hittar se dedicó desde los 90 a enseñar y motivar a varias generaciones de guitarristas, artistas que hoy amplifican su legado en distintas escenas de la música local.
Conversamos con cuatro músicos locales, guitarristas que estudiaron con Hittar Cuesta o conocieron de cerca su trabajo. Ellos hablan sobre las cualidades musicales que lo han convertido en un referente, y sobre el legado que deja en la escena a través de sus conocimientos.
Técnica impecable y subjetividad poderosa
«Fue el guitar heroe por excelencia de acá de Ecuador», dice Juan Pablo Rosales, guitarrista y vocalista de Curare, quien fue alumno de Hittar. «Él podía tocar obras muy complejas. No solo que la técnica era impecable, sino que el sonido era destacable. Cómo hacía sonar cualquier guitarra que le pasaban era increíble» agrega. Además de la prolijidad en la técnica, Juan Pablo destaca el nivel de composición y la versatilidad del guitarrista. «Se paseaba desde el metal neoclásico hasta el jazz fusión». Pero para él, la fuerza musical de Hittar está potenciada por un factor adicional. «A pesar de su virtuosismo él tenía mucho corazón, eso para mí siempre fue una inspiración», comenta.
La calidad está en el centro del trabajo de Hittar, es un rasgo que sobresale indispensablemente al hablar de su ejecución. Esta cualidad está determinada por un conocimiento teórico amplio y por una formación exhaustiva. «Era un tipo que tenía una técnica muy depurada, con años de estudio, y siempre tuvo esa virtuosidad y ese talento… no le pide favor a nadie la calidad de técnica que tiene. Todo el mundo se lo quiere robar: dicen que es peruano, que es chileno, pero es ecuatoriano, lojano», dice Renato Zamora, guitarrista de Sobrepeso y productor musical.
«Hittar tenía una identidad, un sonido propio… En sus composiciones contaba historias» – Renato Zamora
Las producciones de estudio de Hittar Cuesta son el testimonio de una sonoridad que alcanzó los estándares que se proponen a nivel internacional. En esta dimensión de su carrera, resalta su colaboración con Patrick Johansson, baterista de Yngwie Malmsteen, quien estuvo presente en su segundo álbum.
«Son los dos primeros discos de música instrumental en guitarra serios, tanto en el Ecuador como en la región», asegura Renato Zamora. «Puedes escuchar guitarristas de varios países que tienen unos niveles interesantes, pero Hittar tenía una identidad, un sonido propio… En sus composiciones contaba historias. Creo que la música trasciende cuando puedes comunicar algo, no necesariamente con palabras, y la música de él sí lograba ese elemento», afirma.
Conocimientos sólidos y un legado generoso
Son varias las generaciones de músicos que encontraron en Hittar una referencia. «Revolucionó lo que significa la guitarra en Ecuador porque a partir de él empezaron a salir muchísimos guitarristas virtuosos, realmente reconocidos, que pasaron por sus conocimientos», dice Peter Troya, guitarrista de Stoke, Silver Bullet y Lion Herris, quien durante cuatro años recibió clases con Hittar. «Marcó mi vida, yo no me hubiera metido en la música o desarrollado como guitarrista si no fuera por los conocimientos que él puso en mí», agrega.
«Hay bastantes guitarristas en este género en Ecuador, que les gusta el virtuosismo, el rock instrumental, demostrar las habilidades en la guitarra. Creo que todos los guitarristas que siguen por ese camino alguna vez fueron estudiantes o estudiaron cosas del Hittar, porque el man es el más sólido en el país, de largo», dice Mateo Castillo, guitarrista de Los Alkaloides y Les Petits Bâtards, que también fue alumno de Hittar.
«Yo creo que hasta ahora él es la vara más alta que tenemos aquí los guitarristas de rock» – Juan Pablo Rosales
Sobre sus clases en con el guitarrista lojano en Odyssey Studio, Peter Troya resalta el dominio técnico, la versatilidad y una actitud generosa frente al conocimiento que impartía. «Siempre fue abierto, súper honesto, básicamente hizo que me enamorara del instrumento, perdidamente… No le faltaba nada, lo que querías que te enseñe, él te enseñaba. Si querías sacar algún solo de algún otro artista, él te enseñaba. Te decía todo, no se guardaba nada», afirma.
«El man fue una inspiración en la cuestión técnica», dice Mateo Castillo al hablar sobre el impacto que tuvieron en él estas clases. «Caché con él el trabajo duro, de sentarte con tu instrumento y darle las horas que avances, así sea solo un ejercicio. Tener esa paciencia y persistencia. El man me hizo dar cuenta que uno se vuelve bueno no solo por habilidad, es más esfuerzo que talento».
Hittar Cuesta inauguró y dio cimientos a un terreno de la escena musical. «Como referente abrió una puerta súper interesante de la música ecuatoriana. Es una pérdida grande, pero sembró también mucho de su talento y conocimiento, enseñó a muchísimos guitarristas», dice Renato Zamora. «Yo creo que hasta ahora él es la vara más alta que tenemos aquí los guitarristas de rock», afirma Juan Pablo Rosales.