Tres discos de música pesada: enero

por Pablo Puente
La primera lista del año incluye death pesado, sonidos góticos y progresivos, temáticas lúgubres y el terror de una propuesta absurdamente no ortodoxa.

 

1. Isthar / Álbum: La Higuera

Hace algún tiempo, nombré en varias conversaciones la deuda que tenía con la producción local. Como una suerte de mea culpa, algunas temporadas dispongo de muy poco tiempo en la ciudad y eso hace que me distancie de la escena local. Entre muchas otras cosas, me pierdo tanto de eventos en vivo como de lanzamientos, a los cuales quiero dar espacio en diferentes ediciones de los reviews pesados. Así, uno de los discos que más agrado y sorpresa me trajo al salir a la luz, hace pocos meses, es La Higuera de Isthar.

A pesar de haberlos escuchado en vivo hace mucho tiempo, la falta de una manufactura tangible siempre hizo complejo el poder dar una opinión sobre su trabajo, y compartirla. Sin embargo, ya con el producto en la mano, lo que fue plasmado en sus conciertos muchas veces, tenía finalmente un destino real y fiel que daba vida a canciones que merecían ser correctamente producidas.

El resultado es La Higuera. Con solo seis temas, es uno de los proyectos más interesantes que he sentido, tanto musical como líricamente, también a nivel visual.  Propongo dos aspectos. Por un lado, el disco es hermoso: hay mucho cuidado en los detalles, en las fotos y en su original presentación. El otro aspecto es, por su puesto, la banda en vivo que realza completamente la grabación, permite apreciar con detalle la energía que transmite un proyecto que juega con riffs de death pesado y black, combinados con esencias de doom lento y caótico. La mezcla de instrumentación de teclados y, especialmente, de theremín da forma a una atmósfera sobrecogedora que funciona, una vez más, tanto en el disco como en la palestra.

Pocas veces se tiene la oportunidad de ver en vivo uno de los discos que se recomienda; así que, sin duda, si no se consigue una de las pocas ediciones que quedan de su tiraje, es obligatorio vivir La Higuera en concierto.

 

2. Tribulation / Álbum: Down Below

Muchas veces me pregunto: ¿qué tiene el agua en Suecia que hace que todo mundo se dedique al arte? Y en este caso, la música pesada ha sido una de las beneficiadas con una particular cantidad de bandas para todos los gustos, propuestas dignas de destacar.

Como la evolución de cada agrupación es completamente distinta mientras encuentra su sonido propio, Tribulation ha pasado por varios cambios desde sus primeros discos. Iniciando con un death fuerte con ligeros toques de progresivo en The Horror (2009), varios años después presentaron un disco sobresaliente con mayor originalidad y olfateando de a poco lo que se vendría en los siguientes años, ese fue The Formulas of Death (2013).

El primer disco de la banda que incluí hace tres años en mis favoritos del 2015 fue The Children of the Night, con esa portada vampírica donde estaba la imagen de Stacia Napierkowska en el film Les Vampires de 1915. Ese disco es básico para entender el sonido actual de Tribulation y su tránsito hacia el sonido gótico y progresivo. A pesar de que muchos fans reniegan de la pérdida de fuerza y brutalidad, esto era algo ya natural que se observaba en su anterior producción, y no es de sorprenderse. La fórmula funcionó y junto con la recurrente mezcla de temáticas oscuras de films de terror y cuentos lúgubres, buscan ensalzar un aura erótica horrífica que suena entre Mercyful Fate, Bauhaus y Fields of the Nephilim, pero con guturales.

Etiquetar siempre va a ser una tarea compleja. Sin embargo, no dejan de ser meras referencias para ubicar momentáneamente diferentes sonidos. Con Down Below, me siento perdido, y eso me gusta.

 

3. Portal / Álbum: ION

El portal se ha abierto.

Para los que se quedaron hasta el final, mes a mes no puede faltar el disco que destruye todo a su paso y busca desgarrar caóticamente las más íntimas fibras de humanidad. Los australianos Portal son ya entendidos en este tema de mantener un sonido absurdamente no ortodoxo.

Como buena banda de culto que se define por el death experimental mezclado con black abstracto, las ambientaciones de Portal son enmarañadas, confusas y llenas de perturbación. El horror es constante en sus interpretaciones y se transfiere miedo con los constates gruñidos y las interminables disonancias que colman de monotonía al escucha.

Aunque pueda llegar a ser algo sorpresivo, el sonido de Portal mantiene ese velo etéreo y de otra dimensión que caracteriza a la banda. Si embargo, creo que es uno de sus discos más accesibles. Inescrutable para muchos, parte de la presencia de la banda es una puesta en escena que conjura toda esa poderosa vibra casi incomprensible, llena de decoración tétrica al estilo de un vacío de novela de Lovecraft: rostros y cuerpos cubiertos por capuchas con sogas al cuello simulando estrangulaciones y ahorcamientos. Destaca así The Curator, el vocalista y frontman de la banda, que tiene a cargo el liderar la luctuosa interpretación y controlar el cambio de tiempo y espacio que sufrimos.

Para concluir, siento que la banda ha sido muchas veces minimizada y que probablemente se deba a que maniobra completamente en un universo fuera de nuestro cercano entendimiento.

El portal se ha cerrado.

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