Un Barullo se forma entre Argentina y Ecuador

por Gris Onofre
Barullo de Sergio Venturini incluye 13 temas y también 13 razones para escucharlo.

Uno nunca sabe lo que le espera al mudarse. Para el argentino Sergio Venturini, la sorpresa que le trajo mudarse al Ecuador fue el reencuentro con la música. Con la ayuda de Mariela Espinosa de Munn y la colaboración de músicos y artistas de ambos países, Sergio creó 13 canciones, una cerámica y una serie de fotos a partir de la compilación de una década de letras y partituras: todo un Barullo.

Sergio es cineasta de profesión y músico empedernido. Este, su primer álbum, es un recorrido musical por los sonidos de su natal Argentina, pero el proyecto empezó a tomar forma en nuestro país de la mano de Mariela Espinosa, pues juntos moldearon los primeros demos de Barullo que se registrarían en su versión definitiva por Miguel Angel Espinosa. El disco se construyó en parte en Buenos Aires con la colaboración de músicos como Paula Suárez y Mora Martínez, y artistas como Eugenia Bracony, la creadora de la cerámica para la portada del disco que, a su vez, fue retratada por la fotógrafa Sol Miraglia y que, como dato, fue posteriormente destruida.

Cerámica de Eugenia Bracony.

Barullo reúne 13 canciones de juegos musicales y ritmos populares de Argentina como la milonga y la chacarera. Hablan de pajaritos y se mandan telegramas, mezclando el humor y el caos. Utilizando vientos, varios teclados y múltiples voces, la música de Sergio Venturini tiene un aire simple y cotidiano, algo perfecto para escuchar mientras caminas o vas en bus en un día soleado, sonriente.

«La verdad tengo más de una década pensando sobre mi música, no es que solo agarro la guitarra, sino que ya sé por donde voy», dice Sergio. «A mí me encanta la simpleza y no es escribir como hablas. Es difícil de desarrollar, son como sentimientos profundos, meditaciones, bajadas a la tierra», concluye él sobre la sencilla complejidad de su trabajo y sobre el proceso de aligerar e integrar lo cotidiano a este disco lleno de trucos y detalles musicales.

De hecho, para explicar mejor la naturaleza del disco, Sergio escribió un manifiesto al que tituló «13 razones para escuchar Barullo». Lo transcribimos aquí:

  1.  Porque nunca escuchaste una canción de amor telegráfica. El disco tiene una y se llama «Asterisco».
  2. Porque hay una canción sobre el cuento que Poe nunca escribió, sobre gente sola y gatas que miran televisión, que se llama «Vera».
  3. Porque la vida tiene más color cuando se la decora con canciones.
  4. Porque ya tienes un disco para echar a los indeseables cuando se acabe la fiesta.
  5. Porque la exposición a la «Milonga que busca el Amor en las Estrellas» te hará un poco menos meloso.
  6. Porque «Marín Central» es solo voz —sin acompañamiento instrumental— y aún no sabes si puedes soportarla hasta el final.
  7. Porque el disco no se lamenta de que el mundo sea un caos, sino que baila con él (aunque no mueva bien su cadera).
  8. Porque, a falta de uno, «Réquiem del Pajarito» tiene un sólo simultáneo de tres vientos que imitan la agonía de un pajarito.
  9. Porque sobrevivimos a cantar «Equívocos» a dos voces sólo para que puedas escuchar esta trágica y confusa trama.
  10. Porque el objeto de cerámica que ilustra la tapa es la viva imagen de su contenido: un enredo maravilloso.
  11. Porque «Yendo al Trabajo» es una canción que recompensa a la gente creativa de mameluco con el discurso que Eva Perón nunca pronunció.
  12. Porque «Ricardo» ya no se acuerda si su canción era suya o era ajena, pero canta como si supiera.
  13. Porque el trece es un número maravilloso y estas trece canciones, para colmo, son todas originales. ¡Viva la originalidad!

En vivo, Sergio presentó algunas fechas en Quito en un formato acústico, algo que espera poder repetir en otras ciudades. Además, planea lanzar el disco físico y actualmente se encuentra promocionando el álbum en diferentes medios del país. Sin más preámbulo, Sergio ya lo dijo y nosotros también, ¡escuchen este enredo maravilloso!

 

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