De Crespo siempre se cuenta la misma historia: un tipo que dejó la universidad a los 19 y se fue a la playa con un cartón de libros y ganas de surfear. De ahí, hay un espacio en blanco —-, pasan muchos años, y cuando Andrés Crespo ya es un adulto, conoce a Sebastián Cordero -el cineasta de mayor renombre en Ecuador-, y éste le cuenta de un proyecto que está en proceso, Pescador. Y ya.
Crespo se convierte en Blanquito, y Blanquito (o Crespo) se convierte en uno de los personajes más influyentes para la cultura ecuatoriana por su hilarante humor costeño y por su honestidad ácida.
Su imagen es una suerte de comodín para explicar las características del guayaco, y hablar sobre esa audacia que nace cuando el calor sofoca y se hace necesario actuar.
Pero también habla de resistencia y de una actitud crítica contra los políticos y contra los que están en el poder. Andrés Crespo ha desarrollado un influyente personaje en Twitter y sus personajes en otras películas, comerciales, sketches masifican su imagen.
Después de Pescador (2011) , Crespo actúa en Sin Otoño Sin Primavera (2012), Mejor No Hablar ( de Ciertas Cosas) (2012), Feriado (2014) , Ochentaiseis (2014) y Sin Muertos No Hay Carnaval (2016) y Translúcido (2016 ). Además su rostro aparece en vallas de numerosas publicidades como en la empresa pública de telecomunicaciones CNT o en las de la bebida gaseosa Tropical.
Ahora Andrés Crespo debuta en el Stand Up Comedy. Hace meses trabaja en la escritura de una serie de guiones con Daniel Llanos, director de algunos sketches de Enchufe TV.
El tema central del show es la «filosofía criolla», «siempre presente en la vida de todo ciudadano ecuatoriano», según Crespo. La estructura del performance está inspirado en el trabajo de referentes gringos como Louis CK o Bill Burr.
Este fin de semana se presentará en L’Abadía, Quito, a las 21h00, viernes y sábado. Para más información puedes entrar a este link.