La estética en las líneas curvas, las personalidades explosivas y la tendencia a innovar, elementos que son tomados en cuenta por las autoras. La inspiración detrás de nuestra segunda piel, la ropa. La feminidad es explorada por medio de la creatividad y el diseño.
Tres diseñadoras que tienen una propuesta artística con identidad y personalidad. Su espacio de creación funciona como un nido de ideas que se reflejan en nacientes proyectos compuestos por sus manos.
Juliana Rodríguez, Avenir y Alcatraz
La prenda más complicada de escoger para una mujer es el traje de baño. Una pieza estratégica y delicada. Juliana Rodríguez, en su búsqueda de la feminidad moldeable, piensa en la mujer postmodernista de hoy; atrevida, espontánea, multifacética, jefa de hogar, muchas veces madre, profesional y poderosa.
Como musa, socia y compañera de largas noches de costura, diseños, cortes y abundante café, está presente su madre María Salazar Nicholls. En general, la iluminación llega de todos los micromundos femeninos que percibe y abundan a su alrededor. Su firma se compone generalmente de colores claros, filos negros bien marcados, flecos en sus prendas más casuales y encajes, como toque de sensualidad.
Anabel López
Aventurera con profunda fascinación por la luz y la silueta, le dedica un concepto a cada colección. Aunque admite que la libertad de diseño en los vestidos largos los convierten en prendas ideales para jugar, probar y expresarse. Anabel López describe su línea y estilo como el punto perfecto entre lo arriesgado, lo obscuro y lo Chic. Sus prendas se oponen a los patrones y se convierten en instrumentos comunicativos para exteriorizar actitudes y sentimientos.
Las transparencias y las líneas rectas son características en sus creaciones a modo de sello personal. La prenda es individual, única y algunas veces personalizada, provocando su apropiación casi inconsciente por parte de los compradores. Con algunos conjuntos andróginos cuestiona la idea tradicional de una feminidad.
Daniela Carrillo
Las joyas nacieron como una respuesta creativa a un sentir de otra tierra. Viajar por el continente asiático, con paradas en India y Egipto, fue el detonante de la atracción intensa por las piedras preciosas. La feminidad para Daniela Carrillo está en los diminutos detalles que adornan los cuerpos.
Lo moldeable de la plata y lo rígido de las gemas crean la metáfora perfecta de lo cambiante de la vida misma. Componentes de la naturaleza que aluden a los cuatro elementos, así como el árbol de la vida y las rosas son muchos de los minuciosos temas plasmados en su colección. Aunque tiene apenas un año en el mercado, sus piezas son llamativas y genuinas y, por lo mismo, bien cotizadas.
Entender los pequeños detalles de la ropa y los pequeños objetos a nuestro rededor puede ayudarnos a entender la vida.
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